Cuando hace ahora ocho años contemplábamos por vez primera cómo un hombre de raza negra juraba el cargo de presidente de los Estados Unidos de América, superando más de dos siglos de prejuicios y recelos atávicos, muchos (ingenuos, ilusos, crédulos) pensábamos (o más bien queríamos creer, deseábamos creer) que, al fin, se había hecho realidad el mañana vaticinado por Martin Luther King. Sin embargo, transcurridos los dos mandatos de Barack Obama, uno tiene la sensación, quizás certeza, de que todas las grandes expectativas que se generaron en torno a su nombramiento han quedado reducidas a las cenizas de un montón de promesas rotas y de sueños incumplidos.
La marcha de Obama deja la impronta de las oportunidades perdidas, de las buenas intenciones, atenazadas y volteadas por la feroz injerencia de poderosos intereses (comerciales, financieros, militares) que han limitado su margen de maniobra, por lo que, a partir de este momento, observará, entre atónito y espeluznado y con incomodísima impotencia, cómo su sucesor procederá, de manera implacable, a destruir hasta el último rescoldo de su muy discutible legado.
Un nuevo presidente electo, ultranacionalista, rancio, demagogo y hortera, que, en buena medida, debe la silla en el despacho Oval a su predecesor, quien, a la hora de designar relevo, se equivocó fatal y estrepitosamente.
estaca
Don Amaro, mire lo que decía otro mulato en 2012, de este pájaro de cuenta (corriente, por supuesto):
http://www.clublibertaddigital.com/ideas/2017-01-26/thomas-sowell-la-izquierda-obama-y-el-fascismo-81223/
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estaca
El balance de la actuación de ese premio nobel de la paz (de los cementerios, se entiende) es el siguiente:
https://presidentetrump.es/trumpismo/obama-11-millones-americanos-miseria-20170126-2000
https://presidentetrump.es/trumpismo/obama-11-millones-americanos-miseria-20170126-2000
El balance de su patrimonio personal todavía no ha salido. Pero el de otro glorioso premio nobel de la paz, Al Gore, que no llegó a presidente, se multiplicó por 50.
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estaca
La verdad, D. Amaro, es que su nuevo artículo me ha sorprendido bastante. Desde el título hasta el fin.
Me explico. No es un “hombre de raza negra”, es un mulato. Algunos lo llaman el ZP mulato, pero creo que llamarle ZP es injusto para ZP: el pobre ZP, que no era un criminal de guerra.
Con lo de negro parece que quiere referirse a que pertenece a una minoría oprimida o algo así.
Todo lo contrario. Es hijo de una rica progre, hija a su vez, de banqueros. Ésta se lió con un negro de Kenia –este sí — que andaba por allí, para hacerse la foto de tolerante. Luego el negro se hartó y se mandó a mudar y el niño se crió con la familia de su mamá.
El “sueño” de Luther King, según cuentan, fue sólo una frase que se le ocurrió a Mahalia Jackson, cuando ese negro –este sí lo era – se trabó a mitad de un discurso y la negra (esa también lo era, maravillosa, … “Mississipi burning” ….), le fabricó el lema.
El sueño de Obama, premio nobel de la paz “por lo que iba a hacer”“. Ya se ha visto:
1. Creación y mantenimiento del Estado Islámico, (versión 2.0 del movimiento islámico de los muyahidín den Afganistán, a su vez, creado por el cacahuetero Carter con la “Operación Ciclón”) que ha costado la friolera de 300 mil muertos sólo en Siria.
2. Primavera árabe. Miles de muertos
3. Alianza con las dictaduras más feroces del planeta: Irán, y demás dictaduras del golfo Pérsico (homosexuales colgados de grúas japonesas y mujeres adúlteras lapidadas a montones),
4. Relaciones con Cuba a cambio de nada. (todos la conocemos de sobra).
Seguramente lo de Nobel de la paz lo entendió el mulato como a la paz de los cementerios.
Y de postre, la imposición oscuros tratados internacionales de las multinacionales,- el del Pacífico y el de la UE- denunciados por Sanders y felizmente fenecidos. Favorecimiento de las industrias armamentistas al tratar de volver a una nueva Guerra Fría.
D. Amaro, no fue “la feroz injerencia de poderosos intereses (comerciales, financieros, militares) que han limitado su margen de maniobra”. Fue el pueblo americano, que viendo la catadura del personaje, votó en contra del siniestro personaje dando, repetidamente y de modo democrático, el voto a los diputados y senadores republicanos. Sin embargo partes de esos desmanes ya estaban hechos por vía de lo que aquí llamaríamos Real Decreto.
Por fin, ya sabemos los que quería el negro: darnos por el c*** a todos y llenar el saco.
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Pintao
Cierto es que la llegada de Obama representó un cambio esperanzador en la muy nacionalista, y con profundos rasgos xenófobos de una parte importante de la sociedad norteamericana. Esto viene de muy atrás. Recordemos los principios del “Destino Manifiesto ” y su desarrollo gracias al cual México se quedó sin el 65 % de su territorio.
Yo quiero creer que lo de Trump y los sentimientos que ha despertado en la “hegemonía blanca” es la reacción a la acción de que en un momento dado eligieran un presidente negro, pero esto ya no tendrá vuelta de hoja, por la fuerza del destino, los “blancos” serán cada vez menos y las minorías terminarán más pronto que tarde por comérselos por las patas. Tiempo al tiempo.
Este combate no ha hecho más que empezar, y tiene varios round.
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