De uno que le puso un impuesto al Sol, y que después evadía pagar los que le correspondían...

("De uno que…"). Pues si, y sin embargo, habiendo actuado como un verdadero traidor a sus paisanos, con legislaciones absurdas, pero nefastas para nuestra particular economía, la zona más desfavorecida de nuestro país, no le faltaron la lluvia de aplausos en el nombramiento del nuevo Presidente Canario del PP.

Como si hubiese regresado un "Héroe Nacional", un aventurero que ha sufrido miles de vicisitudes en su tarea de camuflar sus impuestos en lugar de haber dado ejemplo de honestidad e higiene política.

Vaya calamidad que somos, dándole pábulo a un miembro de comportamiento caciquil y corrupto. Si no es así, pongámosle un nombre a esa actuación deplorable, reprochable, sabiendo que cada día nos despertamos con nuevos casos de corrupción que no hacen sino, sembrar el desánimo, apatía, descrédito, falta de fe, en la clase política que en estos momentos, aún en funciones, está totalmente gangrenada, no hay lugar ya para amputar, y vuelven la vista a otro lado.

Ciertamente, al ver esa actuación he sentido vergüenza ajena, viendo que estamos al borde de un estallido social y somos tan conformistas y vitoreamos a alguien que no se merece más que desprecio. Sin embago, tanto éste como otros tantos continúan campeando a sus anchas por todo el territorio nacional, como si con ellos no fuese nada.

Vergonzoso.