cerrar
cerrar
Registrarse
Publicidad
Sociedad
Publicidad
Agustín R Fariña

Turismo. Senderismos (I)

  • Hace poco aparecieron los correcaminos a los que sólo interesa llegar pronto
  • Con un gerente competente se hubiese ahorrado dinero gastado sin resultados

Agustín Fariña en las cumbres nevadas de La Palma.

El turismo es un negocio internacional de primer orden, con promotores especialistas, muchos años de experiencia, medios adecuados, fórmulas especializadas, y trucos, todo utilizados para obtener buenos beneficios (me refiero a las, por desgracia, necesarias compañías "Agencias de Viaje", "touroperadores" etc.) que manejan multitud de datos diversificados, conexiones internacionales y dinero.

Según las previsiones de la Organización Mundial del Turismo (OMT), en el año 2020 el turismo será la primera actividad mundial. Se espera que los flujos transfronterizos de turistas no residentes incrementen hasta los 1.600 millones, ascendiendo los gastos en concepto de turismo hasta los 524.000 millones de euros.

Y, precisamente, nuestro comienzo turístico (incluso sin fe en lo que se hacía) fue enfrentarnos a ese mundo tratando de adecuarnos al negocio, con personal -salvo honrosas excepciones que enseguida se notaron y que no duraron mucho-, sin ideas claras, sin idiomas adecuados, conocimiento amplio de la Isla y sus posibilidades, poca preparación cultural afín, y nada experimentados en negociaciones. Así nos ha ido.

Posiblemente en ese mundo de los asesores a que me refería en otro momento, si se hubiese contratado un Gerente competente, coordinador y con facultades decisorias, se hubiese ahorrado mucho dinero gastado sin obtener fruto compensatorio.

Sí, es verdad que algo se va consiguiendo, y mucho queda por hacer, pues todo tiene su precio en dinero y voluntad. Y aquí es donde insisto:

Un diálogo del conjunto de todas las fuerzas políticas, económicas y sociales, mirando principalmente al buen fin de la Isla, y olvidando sus posturas ideológicas y personalistas, ecologismo ultras y los anti-ecologistas incultos, pudiera dar algo de luz a una planificación adecuada y eficaz, con un buen y experimentado Director (o como quieran llamarlo, no político) que vaya eliminando los abundantes y dilatadores "peros", unos burocráticos, otros políticos… Recuérdense viajes costosos a no se sabe donde (¿con qué ofertas variadas y definidas?), sin su posterior resumen de resultados obtenidos, costos, tiempo empleado, en fin, lo que un buen responsable de una empresa privada hace cuando se le ha encargado una gestión concreta. De los errores es de donde se aprende. Esos datos deben ser conocidos por todos. El dinero utilizado ha sido el de todos.

Se han efectuado voluminosas investigaciones locales, que casi nadie lee, que una y otra vez se encargan a empresas "especializadas" a un precio no desdeñable, lo que pudieran ayudar un poco a los estudiosos. Pero, de verdad, el objetivo está en lo otro: Partir de una realidad no inventada. Tener personal preparado en turismo e idiomas. Destacar nuestras ofertas racionalmente, ya que no todo es copiar lo que otros tienen casi desgastado.

La algarabía o el encogimiento de hombros no van a conseguir menos paro, y menos el capital preciso, el dinero no llueve del cielo. Esto y el paro, no esperan hoy día a que infinidad de tiquismiquis políticos dejen pasar el tiempo. Estimo que ya nos queda poco. Repito, tenemos nuestra naturaleza. Para conocerla hay, entre otras cosas, que "patearla", hacer senderismo.

Senderismo. Con el tiempo las costumbres cambian, aunque no la base que la sustentan. Junto al sosegado caminante, hace poco aparecieron los "Correcaminos", aquellos a los que sólo interesa llegar cuanto antes, batiendo récords…

Al principio, sin tener previas noticias de dicho sistema separado, se nos hacía difícil creer que lo que nosotros andábamos en 10 o 12 horas, estos señores lo podían recorrer en tres o cuatro. Luego, analizando, estimamos las circunstancias diferenciadoras: Nosotros lo hacíamos cargados con morrales en que llevábamos, entre comida agua y abrigo para la noche, 10 o más kilos, incluidas cámaras fotográficas que pesaban mucho más que las de hoy, y botas de alrededor de un kilo cada una…

Nos interesaba, en conjunto, el caminar como un deporte libre, mirar "viendo", conocer los detalles, teniendo siempre en cuenta la salud, no solo para tales momentos, sino también considerando el futuro, tal como lo hace el "escondido" turista que hoy nos visita. Era cuestión de estar en forma, pero no abusar de nuestro cuerpo.

Claro que unos minutos eran cosa que no se podía eludir, pues una caminata del sábado de madrugada subiendo a la cumbre y atravesarla para bajar a Tijarafe, donde cogíamos la guagua de las 6 de larde del domingo (la carretera no llegaba a Puntagorda), era cosa de hilar fino con el tiempo disponible, pero, eso sí, discurriendo, contemplando, disfrutando. Aprendiendo algo que todos vamos olvidando, y que se llama belleza.

De ahí, paso a paso, se pasó a un turismo senderista discreto, creo que con buen futuro, del que aún no se ha sacado apenas el provecho que podría darnos.

Hoy, mucho de eso se ha reconvertido en a correr lo más posible, todo bien señalizado, sin carga alguna, calzado ligero afín, e incluso lugares idóneos donde te facilitan agua, comida, u otra atención médica. ¿Compensa el gasto que en ello hacemos? El futuro de este forzado cuerpo, en unos años, es posible acarree achaques que van a degradar al resto de su existencia y eso parece que hoy es cosa que no importa. En fin, el atletismo lo entiende cada cual como quiera, pero que no se queje si lo entiende mal.

En el deporte oficial, al caminante se le diferencia del corredor, aunque vayan por la misma pista, con sus normas y nombres específicos. Creo debería de existir lo mismo para el corredor de senderos, significándole un nombre adecuado, no el senderista que ya está definido y concretado.

Si leen la propaganda que damos hoy fundamentada en ese disloque del correr los senderos, seguro que aquellos, que son muchos más, piensan que el disfrute de paz, belleza, ejercicio apropiado que buscan en sus vacaciones, no es aquí en La Palma donde lo van a encontrar.

Generalmente se viene usando el de "Trekking" de la palabra "trek", anglicismo sudafricano.

(Continuará). AGUSTIN R FARIÑA

Archivado en:

Publicidad
Comentarios (3)

Leer más

Leer más

Leer más

Publicidad

Últimas noticias

Publicidad

Lo último en blogs

Publicidad