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El comentario/ Miguel Pérez

El Club Deportivo Mensajero: "Hay que rectificar"

  • No va a conservar la categoría si sigue por este camino

No. No va a conservar la categoría en Segunda División B, Grupo Segundo, el C.D. Mensajero si sigue por este camino. Esto hay advertirlo antes que nada. El porqué es fácil: el "Mensa" es un conjunto que hasta ahora no sabe marcar muchos goles. Y como detrás va perdiendo algo de aquellas características de firmeza defensiva, en aras de empujar hacia delante a ver si se consigue marcar, las derrotas y  as igualadas llegan como esta con la S.D. Amorebieta: sin paliativos (0-0), en el "Silvestre Carrillo".

Definitivamente, el C.D. Mensajero está demostrando en lo que va de temporada que no es su fuerte jugar lejos del apoyo de su afición. ¿Por qué? Varias razones parecen decirlo. Así, pudiéramos citar el bajón que en su rendimiento individual sufren los jugadores que comanda el "míster" Roberto Aguirre -sobre todo sus elementos más importantes- cuando actúan fuera de casa; el decidido empeño en jugar a la defensiva y a falta de decisión resolutiva de sus delanteros en punta, cuando jugando tal sistema, se trata de aprovechar los contragolpes.

Ya sabemos que el equipo mensajerista no es de los que se distinguen precisamente por el coraje. Como conjunto de clase que es, fía su suerte antes en la técnica que en la combatividad. Pero de eso a dar la sensación de apatía, de desilusión, de falta de interés, va un abismo.

En el Club Deportivo Mensajero subsisten unos males que pueden ser salvados rápidamente y otros de más difícil solución. En el primer caso basta para que se saque de los jugadores su valor real. De lograrlo veremos al equipo rojinegro luchar por la parte alta, en lugar de hacerlo por la zonas bajas. A esto es a lo máximo que, por ahora, puede aspirar el C.D. Mensajero.

Los males que son más difíciles de enmendar no son los que nacen sobre el terreno de juego, sino aquellos que se derivan de la mala política de fichajes seguida por el C.D. Mensajero. No vamos hacer balance de fichajes fracasados y jugadores propios malogrados o desestimados prematuramente o que no se pudieron conseguir. En estos momentos las soluciones que más interesan son las inmediatas. Aquellas que entran dentro de las posibilidades del Club Deportivo Mensajero.

Estamos una vez más donde siempre. En tener que repetir que la escuadra rojinegra no es más que un equipo discreto con destellos de clase, con algunas buenas actuaciones y otras discretas, mezcladas con las malas, como corresponde a un "once" que no está logrado, que no está completo, que no responde a la fama de un nombre y de un historial.

Y así están las cosas. Por eso puede asegurarse que la forma en que el C.D. Mensajero plantea sus partidos merece una revisión. O si lo prefieren así, una rectificación. Hay que ir pensando si basta con perder discretamente…, o hay que ir a buscar el triunfo, aunque entonces se pierda con discreción.

Hay un dicho que mientras haya vida, hay esperanza. Roberto Aguirre sacará su artillería pesada, donde debe apostar por el riesgo, las necesidades aprietan en la escuadra rojinegra. El próximo partido en el Campo La Florida, va a ser muy complicado, porque los dos equipos, el Club Portugalete, clasificado en el puesto decimoctavo con (7) puntos, y el C.D. Mensajero, en el decimonoveno, con (6) puntos, ambos conjuntos se están jugando mucho para la permanencia. La clave para los rojinegros tiene que ser de no salir perdedor, sino con la intención de crear ocasiones y marcar algún gol cuanto antes. Sería muy importante si los rojinegros fueran capaces de lograr algún gol, pues las opciones subirían muchos enteros. Y que Dios reparta suerte.

ESCRIBE: Miguel Pérez.

 
 

 

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