cerrar
cerrar
Registrarse
Publicidad
Deportes
Publicidad
El comentario/ Miguel Pérez

El Mensajero plantó cara al Barakaldo pero perdió por un penalti inexistente

  • Los aficionados despidieron al colegiado con un gran bronca
  • "Nos nos vamos a rendir", el cántico de la afición a los rojinegros

El Mensajero y el Barakaldo en el Silvestre Carrillo. Foto cogida del Facebook del CD.Mensajero.

El enfrentamiento se las prometía pero el árbitro Fernando Navarro Collados, del colegio valenciano, se las apañó, con varias decisiones emborronadas, con las claras faltas máximas dentro del área visitante y con un penalti inexistente en el área del cancerbero Ione Puga a Víctor-Marco, minuto cuarenta y cinco, que ejecutó Cerrajeria enviándolo a la red (0-1) para aguar la fiesta.

El choque lo tenía que haber ganado el Club Deportivo Mensajero. Oportunidades de gol para batir al cancerbero visitante Alejandro no faltaron. Cuatro claras en el primer periodo y en una de ellas tropieza el esférico en el poste, con remate de Juanda en el minuto cuarenta y tres.

De todo es sabido que en esta temporada en Segunda División B Grupo Segundo, la suerte le está siendo esquiva al Club Deportivo Mensajero con las decisiones arbitrales. Con esta nueva en el "Silvestre Carrillo", los pupilos de Josu Uribe, siguen clasificados en el decimoctavo lugar con (21) puntos tras una confrontación en la que ambos equipos tenían una gran responsabilidad por la importancia de los puntos en juego.

Los minutos iniciales del partido se jugaron algo precipitados, con demasiado respeto por uno y otra escuadra, lo que hacía que los jugadores tardasen bastante en asentarse sobre el césped y se jugaba con poco acierto cara al gol. No obstante, dentro de ese dominio rojinegro, que al menos ejercía territorialmente el C.D. Mensajero, se le presentó una buena ocasión en el minuto veinte, pero el remate de Junada no fue muy fuerte y el cancerbero vizcaíno Alejandro lo detuvo sin grandes dificultades.

El encuentro parecía que iba a transcurrir por senderos de un tremendo toma y daca, poniéndose más corazón que cabeza y en el cual el Barakaldo montaba un claro sistema de contención; así las cosas, la escuadra de David Movilla se guardaba bien las espaldas y estaba expectante a poder ir al contragolpe tratando de coger despistada a la zaga rojinegra cuando le era propicio.

La segunda mitad los rojinegros abrieron el telón con idéntico argumento. Los de David Movilla, con el resultado a favor (0-1), cedieron cancha. Salió Yeray Pérez y los rojinegros apretaron aún más los tornillos, pero el dique del Barakaldo soportaba absolutamente todo y alejaba muchas veces el trabajo al cancerbero Alejandro.

Sin embargo, el forcejeo donde se luchaba y peleaba por recuperar balones, y servirlos de la mejor manera posible a sus delanteros, aunque los rojinegros no aprovecharon las acciones de verdadero peligro. Había ganas, ilusión y se ponía interés, pero faltaba serenidad y sobre todo orden, lo cual también influía a la hora de buscar la manera de crear pasillos para intentar sorprender a los vizcaínos, quienes cerraban bien los huecos y no dejaban hacer a los rojinegros.

Y es que, para mayor cúmulo de desgracias en este Club Deportivo Mensajero, además de los remates de Iray Barreto, minuto sesenta, de Moreno, minuto sesenta y uno, que desvía el cancerbero a saque de esquina, Dani López, minuto ochenta y siete, rematando fuera, y en tiempo añadido, se antepone el guardameta rojinegro Ione Puga, minuto noventa y uno, al delantero visitante Ito y, ya en el noventa y dos, Quintanilla salva el gol que podía haber sido el empate.

El Club Deportivo Mensajero y el Barakaldo C.F. pugnaron de forma brava en la busca de los puntos. En este duelo hubo de todo, con trece saques de esquina a favor de los rojinegros, con cinco cartulinas amarillas a los pupilos de Josu Uribe, por dos a los de David Movilla, con dos penas máximas de sancionar a los vizcaínos, un árbitro "cantarín" cuya manguera aguó el partido en el "Silvestre Carrillo", donde la Peña Bocana estuvo todo el choque animando a los rojinegros con canticos: "no nos vamos a rendir", "no nos vamos a rendir".

La vida sigue igual junto al Barranco de Dolores. La sufrida afición rojinegra aguanto hasta el final, pero nada más pitar el colegiado Fernando Navarro Collados, las gradas le dedicaron las gran bronca, porque las malas decisiones arbitrales conducen al enfado del respetable público, y cuando la escuadra de Josu Uribe se retiraba a sus vestuarios, se volvieron a escuchar "no nos vamos a rendir", "no nos vamos a rendir".

ESCRIBE: Miguel Pérez.

 

 

Archivado en:

Publicidad
Comentarios (9)

Leer más

Leer más

Leer más

Leer más

Leer más

Leer más

Leer más

Leer más

Publicidad

Últimas noticias

Publicidad

Lo último en blogs

Publicidad