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El C.D. Mensajero: De nuevo un reto en Segunda B

Con el objetivo de la permanencia

Esta temporada 2016-17 debe ser histórica para los aficionados rojinegros en el Estadio “Silvestre Carrillo”, muchos socios e incondicionales del Club Deportivo Mensajero acudirán para ver a los suyos un año más en acción en la Segunda División B, Grupo Segundo y, todo hay que decirlo, atraídos por los nombres de los nuevos jugadores que vestirán la camiseta rojinegra.

El C.D. Mensajero, como todos sabemos, es un club muy modesto, que va a seguir una temporada más en esta categoría, donde debe saber en las dificultades que se presentará la competición. Ha procurado reforzar su escuadra, aun a costa de hacer un gran esfuerzo. Y en cuanto al nuevo “míster”, esperan de Jaime Molina que le conduzca al logro de los deseos de su presidente Víctor-Manuel Francisco Herrera y su Junta Directiva, que esperan mucho también de sus jugadores, de su clase, de su entusiasmo y afán de superación, por el Club Deportivo Mensajero.

Hay mucho ambiente en Santa Cruz de La Palma por conocer a fondo cuáles son las posibilidades del conjunto en esta nueva temporada. Tras los errores de la anterior, se confía en los éxitos de ésta que va a dar comienzo, en la primera jornada en su feudo ante el Real Unión de Irún, donde muchos socios e incondicionales del C.D. Mensajero acudirán para ver a los suyos en acción y, todo hay que decirlo, atraídos por los nombres de los nuevos jugadores adquiridos, entre los cuales están Gabi Ramos, procedente del Marbella, Alex Cruz, grancanario formado en el Vecindario, Iriome Bordón, del U.D. Telde, Ricky S.D. Tenisca, Matías Dúmpierrez, U.D. Las Palmas, Borja Rubiato Olimpic de Xátiva y los ya pertenecientes, donde ya están forjándose cara a un futuro cercano.

En ningún aspecto de la vida se inicia una temporada con más buenos deseos que en el fútbol. Y cuando todo esto se ha efectuado, con partidos amistosos, que entre otras cosas sirven para que el socio, el simpatizante y aficionado se forjen ilusiones y crean tener una buena escuadra, con nuevos refuerzos y no sea el mismo equipo que el año anterior se las hizo pasar moradas. Tras los errores de la anterior campaña, se confía en los éxitos de esta que va a dar comienzo, en el segundo reto consecutivo en la Segunda División B, Grupo Segundo.

Trabajo no faltará. En el Club Deportivo Mensajero falta por hacer. Hay que ver hasta dónde  pueden rendir los nuevos pupilos del nuevo “míster” Jaime Molina. Y sobre todo, hay que formar un equipo, darle un sello, una personalidad, un estilo de juego. Se precisan, en la escuadra rojinegra, aires nuevos. Jaime Molina puede traerlos. Veremos si será así.

Pero no cabe duda que su tarea será difícil y que en forma alguna podrá llegar pronto a un resultado factible. Por lo que se tiene que hacer, es mucho. Por el momento es cuestión de esperar.

El Club Deportivo Mensajero tiene un trabajo a fondo para realizar y una reorganización absoluta, completa, tajante, de su desenvolvimiento deportivo. La tarea urge. Y hay que hacer frente a ella, olvidándose pasados errores. Ahora es cuestión de elevarse para que salgan las cosas bien.

Por segunda vez, en el “Silvestre Carrillo”, junto al Barranco de Dolores, el Club Deportivo Mensajero, de la Isla de La Palma, y el Real Unión de Irún, de la Región Vasca, se enfrentan de nuevo en esta temporada 2016-17, en encuentro correspondiente a la Primera Jornada de Liga en Segunda División Nacional, Grupo Segundo, ya que en la temporada pasada el club rojinegro estaba comandado por Roberto Aguirre, venciendo la escuadra palmera por (2-1), goles conseguidos, (1-0), por Omar-Fleitas, minuto (22), Dani López, (2-0), minuto (33), y acortó distancias, (2-1), Albín Barrón, minuto (60).

Con este encuentro, el fútbol palmero vuelve nuevamente de lleno. Por encima de un resultado, que es una incógnita, está el aire experimental que el “míster” Jaime Molina tiene que darle al conjunto rojinegro. Y en todo experimento se ha de arrastrar el riesgo; de lo contrario, no puede existir esa renovación que todos, absolutamente todos, creen necesaria para el Club Deportivo Mensajero.

Forzosamente se ha de enfrentar a una etapa en la que es muy fácil que se mezclen éxitos y fracasos. Pero Jaime Molina ser ha impuesto una meta y para llegar ha de emprenderse el camino con valentía.

Ahora todo es cuestión de elevarse para que salgan las cosas bien. Ojalá que ni el éxito ni el fracaso le aparten de su propósito.

ESCRIBE: Miguel Pérez.

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