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Manifiesto en favor de la candidatura de La Palma para albergar el E-ELT

  • Un nutrido grupo de personas se congregó en el acto

El grupo de facebook "La Palma merece el Gran Telescopio E-ELT" leyó el manifiesto reivindicando el Telescopio.

"Manifiesto por el derecho de La Palma a ser estelar". Este es el título del manifiesto con el que el grupo de facebook "La Palma merece el Gran Telescopio E-ELT" ha reivindicado la candidatura del Observatorio del Roque de Los Muchachos para albergar el Telescopio Europeo Extremadamente Grande. La lectura corrió a cargo de la escritora Elsa López ante un nutrido grupo de personas que se dio cita en la Casa Salazar de Santa Cruz de La Palma.

El acto fue dirigido por el creador de este grupo en facebook, Miguel Fuentes, quien destacó la importancia de este proyecto científico para la isla de La Palma, a la vez que subrayó que la propuesta en la red, que ha conseguido a más de 11.500 seguidores, nació de una "ilusión". De hecho, anunció que este movimiento no se va a detener en internet, incluso en el caso de que finalmente el E-ELT se ubique en Chile.

El acto contó también con la narración, a cargo de Antonio Abdo y Pilar Rey, del cuento de Bernabé Villalba Silva, Cuentos que tocan el cielo, tercer premio en el concurso Canarias Escribe Canarias. A continuación reproducimos íntegramente el manifiesto:


Nuestra Isla de La Palma es un vergel que reúne en pocos kilómetros de tierra grandes y dispares bondades. En apenas 706 kilómetros cuadrados podemos pasar de estar paseando por unos bonitos prados verdes a abruptos terrenos volcánicos; de estar tumbado al sol en una de nuestras paradisíacas playas a observar cómo nuestra preciosa laurisilva captura de los alisios la lluvia horizontal; de sumergirte en un arroyo de agua cristalina a bucear entre meros y pequeños arrecifes; de pasear por senderos entre verdes plataneras a pasear entre majestuosos pinos; de observar un inmenso océano azul a admirar un infinito cielo estrellado. Tantas y tantas cosas, que podríamos escribir un gran libro, pues nuestra isla  merece cualquier elogio. Tantos años de camino recorrido desde nuestros antepasados son dignos de merecer una recompensa. Nuestra lucha siempre ha sido incansable, como nuestro legendario Tanausú, que dio la vida por su amada y su isla.

El palmero siempre ha sido amante de su tierra. Un amante ciego puesto que a pesar de las constantes dificultades siempre salió adelante. Nuestros abuelos y bisabuelos fueron hombres y mujeres que dieron su esfuerzo y trabajo para que nuestros campos alimentaran a las futuras generaciones que estamos hoy aquí al frente de una tierra que queremos que navegue por la senda que conduce a un futuro justo y fructífero, donde los habitantes de nuestros municipios puedan vivir en armonía.

La Palma es un lugar con mucha historia a sus espaldas. Grandes hechos colmaron nuestras latitudes: fuimos tercer puerto del Imperio Español; tuvimos el privilegio de ser el primer y único Juzgado de Indias en Canarias en el siglo XVI; tuvimos el primer  Ayuntamiento por elección popular en el año 1773; fuimos el primer punto de luz eléctrica de Canarias y el sexto del mundo; el primer lugar de Canarias en tener teléfono, telégrafo e incluso un laboratorio bacteriológico. En 1954 la Caldera de Taburiente se declaró Parque Nacional y fuimos la primera isla canaria en contar con un espacio declarado Reserva Mundial de la Biosfera. Finalmente, en 2002, se extendió la reserva a toda la isla con la denominación de Reserva de la Biosfera de La Palma. Poseemos la Reserva Marina más joven y más profunda de las nueve que existen en España.

Todos estos acontecimientos y más, demuestran las ganas del palmero por hacer de su isla punto de interés mundial.

También son notables muchos nombres de los insignes palmeros que han dejado y dejarán su huella por nuestras sendas. Personas a las cuales jamás les importó lo difícil de sus causas y afrontaron sus retos con valentía, Francisca de Gazmira, Anselmo Pérez de Brito, Juan Bautista Poggio y Maldonado, Leocricia Pestana, Faustino Méndez Cabezola, Alonso Pérez Díaz, José Pérez Vidal… Todas estas personas y muchas más que quedan por nombrar es gente que luchó por la cultura, la política y el bienestar de  La Palma.

Los palmeros seguimos siendo fieles a nuestras raíces y continuamos luchando por el futuro de nuestra tierra. La cultura, la educación, la política, la sanidad, la ciencia, son cuestiones por las cuales tenemos que unir nuestras fuerzas. Un lugar que conjugue todos estos aspectos será dichoso y próspero, y eso es lo que nos reúne a todos hoy aquí.

Debemos luchar como se hizo en el pasado y aquí y ahora tenemos la oportunidad que estábamos esperando.

La ciencia es uno de los principales ejes que mueve el mundo y, en ese sentido, la Isla de La Palma, es un lugar en el que, aunque no lo creamos, bien por desconocimiento o por falta de información, se llevan a cabo grandes proyectos científicos.

El cielo de nuestra Isla es uno de los mejores del mundo, muestra de ello es que desde hace ya tres décadas se vienen instalando en nuestras cumbres diferentes telescopios solares y nocturnos. Instrumentos que acercan al hombre, no sólo a los objetos estelares sino a los orígenes del universo. Quizá algo nos dice que ahí afuera, lejos de nuestros hogares, hay algo que desconocemos pero que hace que no nos sintamos solos en este pequeño gran planeta. El sueño del hombre siempre ha sido saber de dónde viene y hacia dónde va, somos soñadores natos y la ciencia nos da el derecho y la oportunidad de saciar nuestra curiosidad. Ya nuestros antiguos pobladores eran observadores del cielo y muchos de sus ritos, costumbres y expresiones artísticas se inspiraban y basaban en el firmamento.

Nuestra Isla afronta hoy este gran reto. El camino será duro, pero la recompensa será grande.

Una de nuestras metas es desarrollar el turismo. Entre todos debemos aprender y procurar una isla especial para nosotros y para el que llega.  Imaginemos por un momento el sentimiento de uno de nuestros visitantes que en una noche estrellada se acerca al Roque de los Muchachos y se queda fascinado al admirar el brillo profundo de las constelaciones que pintan nuestro cielo.

La Isla alberga el observatorio astrofísico más importante del hemisferio norte en el Roque de los Muchachos junto con el de Izaña en Tenerife y opta a convertirse en el centro mundial de la astronomía. Un gran telescopio podría instalarse en nuestras latitudes, el Telescopio Europeo Extremadamente Grande, tan grande como nuestra bóveda estelar, que se aprecia magníficamente porque nuestro cielo es el más limpio de todos. Una oportunidad que nuestra Isla no puede dejar pasar. Nuestra preciosa alfombra blanca, el mar de nubes, protege nuestro cielo de cualquier tipo de contaminación, y todo esto conjugado con la mejor tecnología y el cuidado de nuestros territorios, hacen de la Isla de La Palma la mejor candidata para albergar este hito de la ciencia, con el cual se pretenden desvelar muchas de las incógnitas que seguramente guarda nuestro universo.

Es la hora y es el momento.  Los palmeros están tan cerca del cielo que solo con estirar la mano tenemos a nuestro alcance todas las estrellas. Nuestra historia nos avala, nuestro tesón, nuestro trabajo, nuestra ilusión, hacen de nuestra gente y de nuestra Isla el sitio perfecto para este gran telescopio.

De sobra conocemos todos los argumentos científicos. Está totalmente demostrado que nuestro cielo es el más limpio, nuestra atmósfera la menos turbia y tenemos un bajo nivel sísmico. El observatorio del Roque de Los Muchachos está cerca de los núcleos de población. A nuestro favor juegan, la comodidad y las comunicaciones.  El cielo de nuestra Isla está protegido por leyes y somos el primer territorio Starlight, que lucha por el derecho de la humanidad a admirar la luz de las estrellas. Así, la propia Declaración de la Luz de las Estrellas es mundialmente conocida como Declaración de La Palma.

No cabe duda de que cuando alcemos nuestros ojos al cielo y veamos todas esas estrellas, podremos ver el pasado y el futuro de nuestra gente. 

Este gran telescopio no sólo nos convertirá en el centro mundial de la ciencia, sino que, además, sería para nuestra Isla un revulsivo, económico, social, laboral y turístico.  Por eso, tal y como titulamos este manifiesto, es nuestro derecho, La Palma merece ser estelar.

Todos unidos podemos conseguirlo. Para eso estamos aquí, para tender nuestra mano al mundo alzando nuestras voces para que todos sepan cuál es la razón de nuestra lucha. Por todos nuestros antepasados, por el presente, por el futuro. Queremos dejar claro que somos merecedores de este gran acontecimiento.

¡ Sí lo merece, La Palma es estelar!

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