Dieciocho años después

El aeropuerto, al que otrora llegamos en una destartalada avioneta, se ha transformado en internacional. La terminal ya no está del Lado de Rabil, ahora está del lado de Sal Rey. El antiguo cobertizo de uralita es ahora una estética estructura con el aspecto de la alcazaba de Quarzazate. Está recubierta en piedra caliza, con techados de madera y teja italiana.Tiene una sola altura, con amplios patios internos, no es exageradamente grande, cómoda, elegante, y coqueta, algo en la línea de lo que teníamos en La Palma, antes de que nos invadiera el virus cerebral del mal gusto y de otras historias.La ciudad o pueblo estaba allí, con esa indolencia pacífica que la hace eterna.

La parte vieja con una mezcolanza de edificaciones en las que lo antiguo a veces se recupera y otras se adapta con soluciones poco racionales, y las afueras, sin estilo definido, donde las nuevas calles se intuyen por la orientación de las edificaciones.

Y siempre un denominador común: la arena que lo invade todo. Una arena fina repleta de restos orgánicos. La arena contra la que lucharon antaño en las playas del norte construyendo una barrera de pared para evitar el desembarco y que el viento la llevara hacia las zonas de de cultivo. Esa arena que ganó la batalla, domina la isla, la inunda y la circunda. La arena ha configurado lo que hoy es Boa vista. Decir Boa vista es decir playas, playas inmensas y casi conexas: Estoril, Carlota. Las Dunas. Chaves. Curralinjo. Santa Monica. Curral Velho, Evastao, Das Gatas. Atalanta Etc. Unas playas amplias donde siempre era posible la soledad, el silencio y esa sensación de que posees el cielo, no siempre despejado, el ocre de la arena, el esteraje espumoso de la orilla con la resaca de pequeñas olas, el azul turquesa de las aguas próximas, el cobalto de las medias y ultramarino del horizonte.

Buscamos la playa Las Dunas, por nuestros recuerdos. Allí estaba la esbelta torre de la alfarería con sus ladrillos rojos resistiendo el tiempo. Las naves habían corrido peor suerte; sus tejados han sucumbido y sólo parte de sus muros sobresalen de esa arena que parece engullir todo el pasado.
Nuestra mirada vuelve a reconstruir el paisaje en nuestra memoria y vemos a un niño de 5 años que nos dijo.- Voy a explorar la fábrica. y en la completa soledad del lugar desapareció entre las dunas. y las acacias. Poco más tarde nos inquietamos y fuimos a por él. Lo encontramos tranquilo, pequeñajo y rubito, semienterrado en la arena que asaltaba la fábrica, jugando entretenido con los viejos cascos de unos destrozados utensilios.Como si de un sueño despertáramos, nos encontramos junto a un hombretón que nos saca un palmo y unos cuantos kilos; con barba, pelo revuelto y mucho más oscuro, que con un discurso, que al parecer ha heredado, protestaba airadamente al descubrir a izquierda y a derecha las inmensas moles, de poca altura pero de gran extensión, que evidenciaban la explotación hotelera.
¡Gracias por haberme enseñado esto cuando era un paraíso! ,-Dijo, intercalado entre una sarta improperios inconfesables.

18 años atrás se hablaba de las delegaciones enviadas a Canarias para estudiar lo inviable; de reservas intocables, entre ellas la playa de Santa Mónica, de la protección medioambiental, y la recuperación de las tortugas. Pues bien; en la actualidad el modelo se repite, la primera línea de las playas va perdiendo su soledad, se anuncian grandes proyectos en Santa Mónica, el medioambiente sufre la presión poblacional y el voluntariado de apoyo a las tortugas entra en conflicto con los intereses de las visitas autorizadas, que todos quieren explotar como recurso, anteponiendo sus intereses al fin perseguido.

En los días siguientes pateamos gran parte del litoral desde Chaves hasta Sal Rey en Boa vista y de Punta Prieta al Puerto antiguo en Santa María, Sal. Comentamos y nos lamentamos de como todo sucumbe ante el sistema, incluso con los regímenes con el ideario de Amilcar Cabral. Discutimos como las grandes empresas del sector extienden sus garras sobre las presas explotables, de cómo se repite el modelo y cómo se mueven; derrumban todas las barreras administrativas, en busca de las condiciones favorables y de las tajadas más suculentas. Túnez, Baleares, Canarias, Cancún, Rivera Maya, Varadero, Cabo Verde. Etc..etc.Van allí donde se puede vender el pastel a buen precio y pagar con sueldos de miseria, por debajo de los doscientos euros en este caso. Se compra un Kg. de atún 2.50, en el típico muelle de madera y se vende el filete de 100g. pasado a la plancha entre 15 y 20. Son los nuevos cultivadores de café; talan siembran explotan y cuando el suelo se vuelve yermo, por la masificación, que ellos mismos propician, levantan anclas y…. talan siembran y explotan otras tierras vírgenes con el atractivo de lo exótico y el servicio de esclavos renovados.

Y que queda sobre la tierra explotada: Unos cuantos duros en los bolsillos de los lobistas o de los políticos que lo permiten hablando de "desarrollo. Unos cuantos empleos en la escala mas baja de los servicios, una llamada a la inmigración en los momentos de expansión, un paro posterior, un aumento de la prostitución y de la delincuencia, una proliferación de oferta de baratijas de falsa artesanía, un resquemor ante el nivel de vida de los visitantes y el sueño de los paraísos inalcanzables. Los verdaderos beneficios vuelan en los aviones de vuelta, o se quedan en las cajas extranjeras del todo incluido.

Bien: pues este es el sistema, y estas son, entre otras, sus bellezas y sus lindezas. Claro que el sistema no habla; ellos tienen sus voceros y voceras que a cambio de un buen vivir se encargan de esa tarea de baja estofa. El colmo de los colmos es que vendan "el sistema" mezclado con la moral. Con qué desprecio y con qué despotismo hablan de los "antisistemas" Pretenden dar lecciones de educación con la falsa pedagogía que confunde el espíritu crítico y reformista con sus estómagos agradecidos que identifican, o pretenden identificar a Dios con el sistema y a los detractores con el diablo.Esperemos que la verdadera educación consiga que el mundo marche por otras sendas mas racionales, a pesar de que los voceros y voceras, sigan soltando vituperios con los consabidos bolchevismos, las dictaduras bolivaristas, el terrorismo, los miedos a los demonios y a los lobos disfrazados de corderos,

Esperemos que la cultura, pueda salir a flote a pesar de los lastres que le cuelgan al cuello y de ese malintencionado esfuerzo para conseguir una sociedad plana y dominable. Esperemos que, con los podemos o sin los podemos, con los ciudadanos o los campesinos, pero con una toma de conciencia mas colectiva se ponga fin, o por lo menos se intente poner fin, a esta vorágine deshumanizada e injusta que, aunque no sea cruenta, es una forma cruel de ejercer la violencia.

Vivir para ver.
Continuamos.