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Carlos Cabrera, consejero insular del PP

Sí importa el lugar

  • Críticas a la ubicación del Centro de Salud

Se suele decir que el tiempo da y quita razones o que pone a cada cual en su sitio. A veces, en el devenir temporal, llega un momento en el que se muestra a aquel que lo quiera oír o ver, el craso error en la toma de decisiones o acuerdos o, también, de omisiones que rompieron posibilidades o mejoras. Pero, también a veces, llegado ese instante, que siempre es imprevisible y para algunos impensable, cuando miramos hacia atrás no podemos convertimos en auténticos promotores del silencio y el olvido.

Hoy ha llegado un momento para colocar alguna cosa en su sitio. Ha llegado el tiempo de mostrar errores y de mirar cuidadosamente el pasado más reciente que sustentó ese acuerdo que se ha tornado, más aún si cabe, como un desacierto. Porque no conviene ser cómplices de un silencio que sólo ahondará en una claudicante inactividad. No soy poseedor de verdades absolutas, ni estimo esa extravagancia, sólo quiero transmitir mi opinión.

No debemos dejar pasar este instante para traer al recuerdo de todos la decisión plenaria inicial, allá por octubre del año 2004, de ubicar el nuevo Centro de Salud de Santa Cruz de La Palma en donde, aún hoy, se encuentra el Area Insular de Sanidad del Gobierno de Canarias, entre las calles Hermenegildo Rodríguez Méndez y José López. Decisión plenaria impulsada por los concejales socialistas y apoyada por los nacionalistas y que contó con el voto negativo de los concejales del grupo popular.

Ciertamente hoy, como entonces, seguimos diciendo que es la única decisión tomada por los socialistas y nacionalistas, meses más tarde unidos en la gestión municipal tras la moción de censura de marzo de 2005, que le corresponde exclusivamente a ellos. Hoy todavía seguimos oyendo hablar de todos esos importantes proyectos que nacieron al amparo del grupo popular durante sus años de gobierno municipal (marina, acondicionamiento y reordenación de la Plaza de la Constitución, rehabilitación del litoral del municipio, estación de guaguas, polideportivo municipal, recinto ferial y de congresos…). Hoy, pues, nada verdaderamente nuevo, atractivo e interesante. Pero ello no es objetivo de estas líneas.

Volvamos al meollo de la cuestión. ¿Cuáles fueron las razones de unos y otros? Las de los socialistas, que contó con el apoyo, sin estudio ni justificación, como es casi habitual, de los concejales nacionalistas, fueron, en síntesis, dos: céntrico y con posibilidad de una construcción rapidísima por ubicarse en un terreno público, propiedad del Cabildo Insular. Las del grupo popular: lugar colmatado, de tráfico intenso, de compleja conexión con la vía de circunvalación…, por lo que se propone un solar, también público, también propiedad del Cabildo Insular, en la zona norte del municipio, junto a la Urbanización de Pescadores.

¿Y qué ha pasado? ¿Más de cuatro años, casi cinco, se considera un tiempo que podamos incluir en el concepto de rapidez que se proclamaba?. Total hoy, ni Centro de Salud, ni Centro Sociosanitario Insular, que colateralmente también ha sido perjudicado. Ni tampoco se ha recurrido al sano ejercicio de una reflexión responsable, lejos de los avatares políticos y cerca de la razón y la lógica que es la que beneficia a los ciudadanos.

En su momento dijimos, y hoy lo mantenemos más aún, que muchos son los argumentos para ubicar el nuevo Centro de Salud en la zona norte del municipio. Contar con un solar que triplica la actual superficie que dispone el Centro hoy en uso (1631 m2), lo que permitirá, si fuera necesario más ampliaciones, disponer de un centro amplio y no constreñido, contar con zonas de aparcamientos para médicos, enfermeros y usuarios, ubicarlo en una zona de acceso directo a la vía de circunvalación, son algunas de sus bondades.

Su ubicación, como pensábamos y muchos seguimos pensando, en la zona centro, en un solar de escasamente 1968 metros cuadrados, incluida la guardería allí existente, sería, eso creo sinceramente, lamentable para el desarrollo integral del municipio, despojando la natural atracción que conlleva esta instalación y trasladándola a una zona que no debe ni puede soportar las consecuencias de la prestación de un servicio público comarcal de esta importancia. Además, provocará importantes incomodidades a los usuarios que viven en esta Ciudad y a otros que viven en municipios norteños. Frente a ello, un solar de 4.737 metros cuadrados diáfano y disponible ayer y hoy de forma inmediata, no tiene competidor lógico. En fin, mucho tiempo transcurrido, para mí perdido, sin que haya servido para la rectificación.

He querido trasladar una vieja aspiración que sólo busca la mejor prestación de este servicio sanitario comarcal a los usuarios. No creo (¿o sí?) que, a estas alturas y con posicionamientos uniformes e inalterables, algo cambie, pero me parecía que era obligado escribir lo que muchos pensamos y que otros tantos corroborarán cuando las obras comiencen. El tiempo, me parece, ratifica, día a día, el error de aquella decisión.

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