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Ventanas al Universo

En la primera sesión del congreso “Preserving the Skies” se han puesto en valor aquellos lugares donde el ser humano ha plasmado en su cultura su fascinación por los fenómenos celestes, y los retornos en términos económicos y de identidad que resultan de la protección del cielo nocturno

Esta mañana dio comienzo en el Teatro Circo de Marte de Santa Cruz de La Palma el congreso multidisciplinar internacional “Preserving the Skies”, que celebra el 10º aniversario de la Declaración Starlight de La Palma para la protección de los cielos oscuros y que cuenta con la Presidencia de Honor de S.M el Rey Felipe VI. Durante la jornada de hoy y hasta el viernes 21 de abril, profesionales de distintos ámbitos debatirán en la capital palmera cómo proteger y conservar el cielo desde diferentes perspectivas.

La primera sesión del congreso fue precedida por unas palabras de bienvenida de autoridades y organizadores. En representación del presidente del Cabildo de La Palma habló Alicia Vanoostende, consejera de Turismo, quien recordó que, además de este congreso, se celebra el 10º aniversario de la Declaración Starlight de La Palma con numerosas actividades paralelas,  lúdicas y culturales, en toda la Isla, como los apagones a los que se sumarán todos los municipios palmeros. En representación del alcalde de Santa Cruz de La Palma, la concejala de Cultura y Turismo, Virginia Espinosa, expresó su deseo de que este congreso “sirva de inspiración y puesta en marcha de iniciativas de protección del cielo” y que “en todo el mundo se siga la estela de La Palma”, ciudad anfitriona que “tiene mucho que ofrecer tanto en el cielo como en la tierra”. Como representante de la Fundación Starlight, Francisco Sánchez, director fundador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), recordó que la Declaración fue “una iniciativa mundial que quiso estimular, y sigue estimulando, a las gentes a preservar el cielo y disfrutarlo tanto científica como humanamente” y que ahora se tienen cielos muy bien estudiados y protegidos que han logrado los sellos que lo certifican. Rafael Rebolo, director del IAC, añadió: “Necesitamos cielos oscuros, que no sólo sirven a los científicos, sino también a la sociedad en general. Un bien socioeconómico, un valor, que en este congreso se pondrá de manifiesto”.

Paisaje y cielo

La ponencia que abrió la reunión se dedicó a la preservación de los valores culturales Starlight. El investigador del IAC y experto en Arqueostronomía, Juan Antonio Belmonte, explicó la relación existente entre el paisaje y el cielo desde el alba de la humanidad, así como la iniciativa Astronomía y Patrimonio Mundial apoyada por la UNESCO y la IAU (Unión Astronómica Internacional) para poner en valor aquellos lugares donde el ser humano ha plasmado en su cultura su fascinación por los fenómenos celestes. Ejemplo de ello es la creación por parte de la División C, Educación, Divulgación y Patrimonio de la IAU de la Comisión C4 “Patrimonio Mundial y Astronomía”. La UNESCO contempla que los lugares de interés astronómico puedan declararse patrimonio mundial. Juan Antonio Belmonte apuntó que ya se ha llevado a cabo la promoción, con éxito, de determinados lugares en este marco de actuación, como el Observatorio de Jaipur, en la India, o los Dólmenes de Antequera, en España, y que se esperan más en el futuro. Por último, planteó los retos a los que se enfrentan para poder declarar patrimonio mundial otros sitios de interés astronómico.

Malcolm Smith, astrónomo del CTIO (Cerro Tololo Inter-American Observatoy, en Chile), continuó haciendo un recorrido histórico y explicando el estudio temático que realizó el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2010 en el que se incluye el proyecto Windows to the Universe (“Ventanas al Universo”). Este proyecto pretende conseguir el reconocimiento y protección de los principales observatorios avanzados del mundo: Canarias, Norte de Chile y  Hawaii.

Chris Smith, director de AURA en Chile (Association of Universities for Research in Astronomy) de Estados Unidos, habló sobre la preservación de los cielos oscuros. Comentó que sobre la idea inicial del proyecto “Ventanas al Universo” ha habido que repensar el proceso, buscando apoyos locales y fomentando nuevas estrategias de modo que la iniciativa tenga éxito. “Una declaración de Patrimonio Mundial –advirtió- no contribuirá a corto plazo a mejorar el control de los actuales riesgos para la observación astronómica”, al menos en Chile, por lo que se recomienda, “a corto plazo, reforzar las gestiones directas para solucionar, uno a uno, los problemas asociados a la contaminación lumínica, y a largo plazo, reforzar iniciativas que incrementen la valoración e identificación de la sociedad chilena con los observatorios y su labor.” Si, finalmente, eso condujese a la Declaración de Patrimonio Mundial, sería un éxito, aunque ése no es ya el objetivo primordial, al menos para Chile. También subrayó que educación y divulgación son esenciales para llevar a cabo una buena estrategia.

Retornos económicos

María Rosa Cárdenas, de la Secretaría del Programa del Hombre y la Biosfera (MAB de sus siglas en inglés) de la UNESCO, explicó que este programa promociona la acción internacional para la defensa del cielo oscuro. La mayoría de las reservas de la Biosfera, que están en Europa, incluyen esta defensa porque la luz juega un papel clave para la biodiveridad. Por ejemplo –señaló-, “los pájaros utilizan la Luna para guiarse por la noche y, si pasan por un área iluminada, se desorientan”. De ahí la necesidad de promover actividades económicas sostenibles, como por ejemplo el boom turístico producido en Islandia asociado a la observación de auroras boreales, así como de la educación y la divulgación entre la población local para que se involucre en las iniciativas de protección del cielo oscuro. “Necesitamos una reforma del sector energético e iluminar de forma inteligente”, dijo aportando el dato de que en lugares donde se ha hecho el estudio adecuado, por cada euro invertido en mejorar la iluminación se está logrando un retorno de 1,9 euros, casi el doble de lo invertido, por el incremento del turismo astronómico generado. Y señaló que la iniciativa Starlight se complementa con la red mundial de reservas de la Biosfera porque protege la biodiversidad, la economía y sociedades verdes, la educación y el desarrollo sostenible.

Culturas mesoamericanas

La reunión continuó con José Franco, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) y coordinador general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico de México, quien habló del papel de los cielos oscuros en las Culturas Prehispánicas. Comenzó mencionando el yacimiento Stonehenge, en Reino Unido, así como las rutas del Camino de Santiago que representaban la Vía Láctea, para pasar a continuación a las cosmosvisiones mesoamericanas, “donde algunos edificios sirvieron como referente para a observación de eventos cósmicos”. Destacó la importancia que tenía el cielo en los mayas y se centró en lugares emblemáticos, como el Templo de Kukulkan en Chichen Itzá, donde se ve la sombra de una serpiente que aparenta bajar las escalinatas de la pirámide durante los equinoccios, y en a descripción de algunas de las constelaciones que se muestran en los glíptica maya. Añadió que las imágenes del Códice de París muestran representaciones de la Vía Láctea y de constelaciones como La Tortuga, La Serpiente de cascabel, El pájaro, el Jaguar… “Todo un zoológico celeste”, aún por identificar. Como curiosidad, la constelación de El Escorpión podría corresponder a nuestra propia constelación del mismo nombre.

Juan Antonio González, de “Cielos La Palma”, se considera “hijo de la primera reunión Starlight, en 2007”, donde él y otros astrónomos locales amateurs presentaron la charla “La Palma y sus 14 cielos”, destacando el potencial astronómico de la Isla. Por esta razón fueron a lugares representativos de los 14 municipios de la Isla para tomar fotografías del cielo nocturno, con las que hicieron una exposición de fotos y una película. Desde entonces, González ha desarrollado distintas iniciativas, hasta crear la primera empresa privada de turismo astronómico en La Palma. “Soy –dijo- un ejemplo vivo de que una afición se puede convertir en un trabajo. Y, ahora, gracias a un grupo interdisciplinario de personas (guías, astrónomos, historiadores, cocineros…), lleva a cabo numerosas y variadas actividades que incluyen desde la oferta de casas rurales astronómicas y la creación de miradores astronómicos, gastronomía con temática astronómica (restaurantes g-astronómicos) y vinos con estrella (“Vega Norte”), cruceros astronómicos, juegos interactivos o merchandising. Finalizó presentando el vídeo “La Palma, living with the Universe”, con espectaculares imágenes de los cielos de la Isla.

Leopoldo Luis Martin Rodríguez, de la Fundación Galileo Galilei y experto en dispositivos fotónicos, presentó uno de código abierto basado en Arduino (microordenador de bajo coste altamente reconfigurable) para la monitorización del cielo, con sensores en el visible y el infrarrojo. Comentó como curiosidad que se está introduciendo la programación de Arduino en los institutos de La Palma.

Stefano Cavazzani, de la Universidad de Padua, analizó el estudio de la emisión lumínica en Canarias entre 1991 y 2013 mediante satélites. En principio, se observan fluctuaciones en las zonas más urbanizadas de Gran Canaria y Tenerife debido a condiciones meteorológicas. Sin embargo, en estas islas ha habido un gran aumento en la contaminación lumínica en las zonas del extrarradio de las ciudades. En la Palma también hay variaciones en Los Llanos de Aridane y Santa Cruz de La Palma, pero es despreciable si lo comparamos con lo ocurrido en muchos otros lugares, lo que significa que en esta isla “han hecho un buen trabajo”.

Beneficios en términos de identidad

Las sesiones de la mañana finalizaron con la intervención de Gabriel Rodríguez, director de la Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación del Ministerio de Asuntos Exteriores de  Chile, quien se centró en las políticas de su gobierno para la protección del cielo oscuro y silencioso. “Es un aspecto clave –explicó- ya que Chile concentra el 50% de las instalaciones astronómicas del mundo que pronto ascenderán al 70%. La astronomía es una oportunidad para la tecnología, sobre todo el big data. No hay que entender la astronomía únicamente como ciencia, sino que conlleva todo una tecnología asociada”. Y añadió: “La astronomía también es importante desde el punto de vista educativo, pues sirve para entender la lógica del pensamiento científico. El cielo es un recurso natural y, como tal, debemos protegerlo. Supone un desafío y una responsabilidad. El cielo envuelve a una comunidad, su contemplación combina y coordina diferentes iniciativas y anima a la gente a trabajar juntos. Por eso es tan importante la iniciativa Starlight. Se necesitan leyes específicas para conseguir la protección de los observatorios y del cielo. También hay beneficios en términos de identidad y económicos (astroturismo), por el aumento de la productividad local debido al mismo. La protección del cielo y los observatorios es un problema cultural y político, no tecnológico”.

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