Tras más de una década en El Apurón y casi trescientos artículos escritos creo que es el momento de poner un paréntesis en mi labor en este medio.
Gracias a De fútbol y otras historias he podido ejercer como bloguero y cumplir uno de los anhelos de mi vida. Tenía vocación de periodista, pero esta carrera, a comienzos de los ochenta, exigía unos sacrificios en los que no me embarqué.
Tomé la decisión de dedicarme a la enseñanza, labor en la aún hoy me encuentro, y es algo que no me he cuestionado lo que constituye una señal de que no me he arrepentido.
Este blog me ha permitido conocer a muchas personas, es verdad que a muchos y muchas sin contacto físico sino a través de una relación virtual con la que me he enriquecido. El tema estrella del blog, el fútbol, se presta a la polémica y la diversidad, por lo que mi labor de moderador no ha resultado fácil; siempre he reivindicado que el deporte nos tiene que unir, pero las divergencias parecen la esencia del fútbol; una vez más pido disculpas a cuantos y cuantas se hayan sentido ofendidos por algún comentario vertido en el blog o por alguna interpretación inadecuada, reconozco que esa excesiva vivacidad que hemos tenido ha generado algunos conflictos que no debieron rebasar ciertos límites y entono el mea culpa si tales disputas no las supe redirigir.
No obstante, me quiero quedar con los muchos momentos buenos vividos en este periódico y con las novedades y comentarios que hemos hecho llegar a muchos palmeros y palmeras que tenían olvidados ciertos hábitos o que viven lejos de nuestra isla y que a través del medio se informaban de resultados, anécdotas de paisanos,equipos y otras historias.
Por supuesto, deseo expresar un agradecimiento especial a los más fieles lectores de De fútbol y otras historias y a esos y esas foreras tan activos y activas que durante años me han acompañado.
Por último, les ruego que como quiero quedarme con lo positivo; de momento, esta es mi última colaboración con este medio, por lo que les pido que no me remitan comentarios a esta despedida.
Calixtos
se les hecha de menos amigos, aquella jente que ablava aqui si que sabian no se les escapaba una, esa jente si iso historia en el Apuron , daba gusto oirlos, eran los mas grandes de Canarias
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Nazca
Gracias por compartir estos ratos de pensamientos y lectura.
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