Con una tesis sobre Los cuentos de Mario Benedetti, José Juan Pérez Pérez (Los Llanos de Aridane, 1947) alcanzó el doctorado en La Laguna. Profesor de instituto, profesor tutor de la UNED ahora jubilado, ha hecho investigación literaria -Baudelaire, Quevedo, Azorín- y es autor de narraciones y libros de poemas.
Noviembre es el mes del vino nuevo y en una bodega de su isla natal arranca la acción de una novela suya que acaba convirtiéndose en una aproximación muy exacta al fenómeno de la emigración canaria hacia Venezuela, una crónica de los sufrimientos y del espíritu de lucha de aquellos cientos de miles de compatriotas que emprendieron el camino en años de hambre.
La bodega, publicada por el Centro de la Cultura Popular Canaria en 2007, es un canto a la esperanza y a la superación en una época de máximas dificultades económicas, la angustia de quienes vivían del secano, siempre esperando que las lluvias trajeran una cosecha redonda en tiempos de cartillas de racionamiento.
Diciembre de 1947: en una bodega unos hombres hablan del deseo de partir en velero clandestino, siempre que nadie se fuera de la lengua y la Guardia Civil no estuviera acechando. La épica del viaje, el afán de lucha de quienes vivieron los años posteriores a la guerra civil, los mil y un avatares recreados con precisión. Los recuerdos del protagonista y las cartas cruzadas con la esposa son los puntos de referencia de este relato ameno, un testimonio vivo del papel que desempeñaron los emigrantes, sus esfuerzos por triunfar, su adaptación al medio, el espíritu de sacrificio con el que socorrían a sus familias.
Escrita a la manera de libro de memorias, ofrece esta novela un gran caudal de información acerca de las ocupaciones de los isleños en la gran nación americana, sus esperanzas, sus decepciones, su capacidad de salir adelante.
Mucho se ha dicho ya sobre la aventura americana de los canarios pero este libro es uno de los que retratan con mayor exactitud las dimensiones de la empresa, un apretado testimonio acerca de sus esperanzas y esfuerzos. El estilo es directo, las vivencias contadas en primera persona son cálidas, he aquí un documento extraordinario sobre una época y unos personajes que, a pesar de su modestia, se convierten en héroes.