Narcisismos aparte, la fiesta de los Indianos de 2012 fue una excelente ocasión para demostrar capacidad de organización, civismo, respeto. Es una buena noticia que en medio de tal multitud se conserven las buenas maneras, la ingenuidad, la simpatía elemental. La gente, el pueblo llano, estuvo a la altura de las circunstancias y eso indica que la fiesta puede renovarse siendo la misma. Puesto que la vida es una gran parodia, lo mejor es parodiarnos al menos en estas fechas. Quizá la Negra Tomasa tuvo menos protagonismo, desde luego que en la TV autonómica ni apareció. Pero, a cambio, hubo muchas ayudantes con delantal y plumero. Conviene añadir que tampoco son malos los narcisismos, no es mala la autoestima si nuestro subconsciente colectivo conserva una punta de melancolía y desánimo. Quererse a uno mismo es la asignatura básica para poder querer a los demás.
Rosario Valcárcel y yo vivimos el tramo de Indianos que iba desde las 5.30 hasta medianoche, las guaguas cruzaban la cumbre con alegría. Unos regresaban a casa, otros aprovechaban la tarde-noche. La mejor noticia fue que no nos cruzamos con la estridencia de las batucadas. Había grupos de música tradicional cubana aquí y allá, pero nuestro grupo llanense de casi 30 personas encontró que el tramo que va desde el Náutico hasta la Placeta de Borrero era una auténtica discoteca al aire libre, música divertida, música con gancho.
Nos encontramos con Esther y Anelio Rodríguez Concepción, impecables y agradables como siempre. Se lo dije a él personalmente: frente a la mediocridad de la mayor parte de los relatos incluidos, Anelio Rodríguez Concepción es uno de los pocos escritores incluidos en el libro de presentación de los nuevos narradores de la Generación 21, editor Anghel Morales, que se salvan por su calidad literaria, su capacidad de trabajo, su cuidado estilo.
Multitud de amigos de Gran Canaria volaron a La Palma y disfrutaron el día. Pudieron palpar la simpatía de la gente, la típica broma de si te echo el polvito ahora o después, si me echas el polvito tú a mí. Fraternidad y respeto, y los canarios de todas las islas hermanados con esta fiesta mayor que es única. Frente a los macrocarnavales-botellones de Santa Cruz de Tenerife y la ciudad de Las Palmas, la pequeña y entrañable ciudad de Santa Cruz de La Palma exhibe sus poderes de buen gusto, sociabilidad y elegancia. Y esa es la mejor carta de presentación.
Pacuco
Gracias por la explicación pero no hay en ella nada nuevo que no supiera. También es cierto que el nombre de nuestra ciudad es largo para decirlo completo cuando hablamos coloquialmente pero eso no nos excusa de emplearlo correctamente cuando lo escribimos.
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lleon
Estimado Pacuco: históricamente la denominación fue Real de Las Palmas, después la denominación de la ciudad fue Las Palmas hasta 1939. Creo más importante distinguir entre Gran Canaria y La Palma porque la confusión Palma-La Palma-Las Palmas me parece más grave, y no todos los grancanarios dicen Gran Canaria cuando se les pregunta de dónde son. Por cierto, las provincias canarias son Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas, así a secas. Porque en 1927 no se había "inventado" lo de "Las Palmas de Gran Canaria". Pero dejémonos de disquisiciones histórico-lingüísticas. Creo que Las Palmas de Gran Canaria, donde vivo desde hace mucho, ha incorporado como gran atracción el fenómeno de los Drags. Este carnaval ahora es más vivo gracias a los Drags. Lo de los indianos en la subida a Tafira es otra cosa. Gracias a todos por los comentarios.
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Pacuco
Da gusto leer una "cronica" positiva y amena, lejos de fanatismos y ombligismos, bien por eso. Sólo apuntaría una pequeña "penudencia" pero que frecuentemente nos olvidamos, la ciudad de Las Palmas, así a secas no existe, debería ser Las Palmas de Gran Canaria, porque nosotros nos sentimos orgullosos de nuestro nombre y por eso queremos usarlo y que lo usen.
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Antoni
Bien por Los Indianos y que viva la Negra Tomasa, Luis.
Estoy de acuerdo con que los indianos no pierdan ese elemento cubano, es más, que no pierdan tampoco aquello que llevamos a Cuba y permanece allá.
Muy emocionante tu artículo, Luis.
Un abrazo.
Antonio Arroyo.
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PedroLuis
Justa y bonita valoración, hecha con la calidad propia del maestro escribiente. Qué duren los Indianos y el maestro para cantarlos, para celebrarlos y disfrutarlos.
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ificrates
Absoluta, completamente de acuerdo,bien argumentado
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catano
Para quien lleva más de 30 años participando de Los Indianos esta valoración es un orgullo, aunque apreciado Luis, creo que tu y los tuyos habrían disfrutado mucho más si hubieran encontrado no una "divertida discoteca al aire libre" sino un desfile de grupos de música tradicional cubana y una sucesión de parodias relacionadas con aquello que sucedió hace décadas, que nuestros abuelos, tras emigrar a Cuba, volvían haciendo ostentación de riquezas y fortuna. Eran Los Indianos. Por cierto, que los abuelos y el padre de Anelio Rodriguez, y el abuelo de Pilar Rey, por ejemplo, fueron Indianos. Así lo contaron en la trasmisión que hizo Radio Nacional de La Espera.
Los Indianos siguen siendo especiales, pero tenemos que esforzarnos para que no pierdan su esencia cubana.
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Isora
Yo con sus palabras, siento aun mas orgullo de nuestra fiesta!
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