Una importante cantidad -unas fuentes dicen que 70.000 euros y otras llegan a los 109.000- ha de pagar el ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma a la SGAE por las representaciones de la Danza de los Enanos y otros números de la Bajada, de ellos 15.000 van destinados a "gestiones administrativas" de la propia Sociedad General de Autores. El resto de la cantidad se supone que va a parar a los descendientes de Domingo Santos, el compositor de la famosa polca de los Enanos interpretada desde 1925, a Luis Cobiella, como autor del Minué, y a otros cantantes y músicos intervinientes.
La Danza de los Enanos es el número mágico de la Bajada, desde luego que la Danza es mucho más que la polca, la polca interpretada por la Banda de música San Miguel no tendría el menor éxito sin el esfuerzo físico de quienes representan a los Enanos, de quienes ensayan durante meses, de quienes actúan a lo largo de toda la noche y la mañana por las calles de la pequeña ciudad. Las fiestas de la Bajada de la Virgen de las Nieves se celebran cada cinco años con el toque ingenuo y amateur de las fiestas familiares. En estas fiestas casi nada es profesional, están basadas en el voluntariado, en el derroche de los propios palmeros para su fiesta mayor, voluntarios son hasta los acomodadores. Por eso las fiestas tienen ese toque naïf, decimonónico, amigable. Está en ellas la presencia de los antañones juegos florales, de las demostraciones circenses del Circo de Marte, de una cultura rural y tradicional que conserva sus raíces.
De un tiempo a esta parte la gestión del antaño admirado Teddy Bautista -ahora al frente de los amiguetes que ya son nuevos ricos de la SGAE- es contemplada por la sociedad española como un ejercicio de vampirismo que toca al canon digital, las peluquerías que pongan un CD, los bares que tengan una radio o una TV pues hasta la sintonía del telediario ha de pagar, las bodas, las celebraciones familiares, los ayuntamientos que representan obras de teatro clásico del Siglo de Oro como Fuenteovejuna o El alcalde de Zalamea. Desde aquí animamos al amigo Manuel González Plata, Bejeque, por si se anima a poner un flautín acompañante cuando interpreta el diálogo del Castillo y la Nave, y así también cobra.
Incluso Bruselas, la Unión Europea, ha tenido que parar los pies al afán recaudatorio de la SGAE frente a particulares e instituciones. La SGAE por ejemplo tendrá que devolver dinero injustamente cobrado a la Generalitat de Cataluña. De ahí la sorpresa por esos muchos millones de las antiguas pesetas que ha de pagar el ayuntamiento palmero por una fiesta protagonizada por el pueblo llano, que se basa en el desprendimiento y las ganas de colaborar de la gente de a pie, una fiesta que conserva su rango ingenuo y amistoso, familiar y antiguo, es un magnífico negocio para el antiguo intérprete de la gran banda Canarios y que ahora -en plena crisis y con tanto paro- se ha agenciado cada mes una nómina insultante para la mayoría de los españoles.
