Como ya he comentado muchas veces las islas son ecosistemas jóvenes y frágiles, y la llegada de una especie foránea es siempre un problema para nuestra flora y fauna endémica. Desde que llegamos a estos paraísos oceánicos son cientos las especies que hemos introducido.
Una de tantas es el agraciado plumero o rabo de gato, planta gramínea de origen africano muy apreciada en jardinería lo que le ha llevado a ser implantada en muchos lugares del planeta pero que no deja de ser un gran invasor que le ha permitido conquistar todo el archipiélago canario en poco menos de 80 años. A principios del siglo pasado (años 40) ya representaba un gran problema para Tenerife y Gran Canaria y en la década de los setenta comenzó a conocerse en La Palma, donde rápidamente ocupó un territorio que llegó a representar unos 45 km2.
Para un enemigo poderoso era necesario actuar contundentemente. Así, en septiembre de 1997 comenzó un despliegue a su medida, personificado por un equipo humano constituido por dos biólogos, un ingeniero, cuatro capataces y 90 peones, más la colaboración puntual de agentes de medio ambiente, técnicos del Cabildo Insular, técnicos del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente y miembros del Dpto. de Botánica de la Universidad de La Laguna, todos juntos pusieron en jaque a esta plaga y redujeron sus poblaciones en un 93%.
Pero el proyecto acabó en febrero de 1999 y según me han comentado, entre los cambios políticos y las desidias administrativas, no se le dio continuidad al programa para poder erradicar el problema, en pocas palabras no se le aplicó "la puntilla" y la consecuencia es evidente, hoy en día el rabo de gato de nuevo está extendido por todas las zonas bajas de nuestra isla.
Es una planta que se ha vuelto bastante antrópica ocupando parcelas de cultivos abandonados, edificaciones, escombreras, cunetas, desmontes y taludes de carreteras pues aprovecha la diseminación más eficaz: el tráfico, ya que los frutos maduros que están rodeados de pelos plumosos son arrastrados por las corrientes de aire que generan los coches al pasar.
Pero lo que de verdad resulta descorazonador es que se proyecten desde nuestras administraciones programas de control de maleza en los bordes de carretera y no se informe a los operarios que realizan estas tareas de cómo hay que actuar con determinadas plantas. No es de recibo que con todo el dinero que hemos invertido en luchar contra el Pennisetum, utilicemos una desbrozadora para la limpieza, pues lo que hacemos es podar la planta -ahora mismo está brotando con un vigor impresionante- y dispersar sus semillas. Así, lo único que conseguimos es extender el problema. Era terrible ver -este verano en Mazo- como miles de frutos eran arrastrados por el viento carretera abajo hecho, que unido a la enorme valencia ecológica y su gran plasticidad fenotípica, le permitirá usurpar nuevos territorios que se convertirán en reductos para esta singular planta. Un claro ejemplo de esto pueden ser los hermosos prados que existen hoy en día sobre el asfalto del aeropuerto de Buenavista, esperando que el azote de algún temporal invernal los haga despegar como huestes conquistadoras de fortuna.
Señores políticos cuando se dé luz verde a un proyecto de estas características sin comprobar cómo se van a realizar las actividades, la responsabilidad de esa equivocación es suya y perjudica a toda la sociedad. Si lo que ocurre es que la empresa contratada para este fin está haciendo las cosas mal, pues a sancionar a quien corresponda para que no vuelva a ocurrir. Pero desde luego que no nos deje indiferente a unos y a otros.
rgarcia
Con todos los respetos fuensanta, es cierto que Sideritis angustifolia, también se conoce como “rabo de gato” y efectivamente tiene todas esas propiedades, pero el que nos ocupa es el Pennisetum setaceum una gramínea con muy pocas propiedades para nuestra salud. Es lo que tienen los nombres vulgares, que podemos reconocer diferentes especies con el mismo nombre. Una langosta puede ser un crustáceo muy apreciado o un insecto saltamontes.
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fuentesanta
Copio y pego:
Enciclopedia de la salud.
Rabo de gato (Sideritis angustifolia) Propiedades de Rabo de gato- Su uso está recomendado en gastritis, reflujo esofágico, úlceras gastroduodenales, cistitis, enterocolitis, síndrome del intestino irritable, dispepsias hiposecretoras, meteorismo.- También en el adenoma benigno de próstata.- Afecciones reumáticas y procesos inflamatorios osteoarticulares.- En gargarismos: faringitis, amigdalitis, gingivitis, gripe, resfriados, laringitis, bronquitis.- Al exterior: conjuntivitis, estomatitis, faringitis, otitis, sinusitis, heridas, contusiones, quemaduras, eczemas.Contraindicaciones de Rabo de gato- No utlizar formas de dosificación con contenido alcohólico a niños menores de dos años ni a personas con problemas etílicos.- No utilizar el aceite esencial por vía interna durante el embarazo, la lactancia, a niños pequeños ni a personas con gastritis, úlcera gastroduodenal, síndrome del intestino irritable o con transtornos neurológicos.Efectos secundarios de Rabo de gatoNo se conocen.Toxicidad: 0 – 1 – 2 – 3 – Como en todas las plantas medicinales que se pueden tomar en extracto fluído o en tintura siempre se tendrá en cuenta el contenido alcohólico.(0=nada, 1= algo tóxica, 2= tóxica, 3= muy tóxica)
Mira que si el Cabildo lanzara una campaña convenciéndonos de las propiedades milagrosas de la planta (igual que nos intentan engañar con otras historias ) y poco a poco fuera desapareciendo debido al consumo masivo de la poblaciòn.
Campaña gratuira y efectiva.
Tengo la idea patentada, ojo.
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fuentesanta
Las islas mås afectadas por esa invasiva planta son Tenerife y La Palma, cierto? Y por qué? Qué se ha hecho mal?
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rgarcia
Muy bueno, Pedro Luis. Sí que conoces bien a la administración, quizás es mejor dejarlos en paz, no merece la pena hacerlos sufrir, pobrecitos. Además corremos el riesgo que se agiten y se lo hagan pagar a los técnicos con la añadida indiferencia de la sociedad.
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PedroLuis
Estimado don Rafael: “Desde la Administración nos alegra enormemente que nos formule esa pregunta”. Nuestra preocupación, como no puede ser de otra manera, ha sido permanente y constante. Incluso, en 1999, nuestro Cabildo Insular, publicó un libro que recoge los éxitos conseguidos, la importancia de erradicar la planta en las 50 parcelas donde quedaba rastro de la misma, así como las pautas a seguir en el futuro. Decíamos entonces, que esta grácil especie era como el virus de la gripe, si pretendíamos mantenerla a raya, deberíamos permanecer atentos y mantener planes de seguimiento o “vacunación” anual. Así lo reconocimos, lo asumimos, pero NO LO HICIMOS.
¿Por qué? Eso ya es más difícil de contestar, porque –no sé cómo decirle- la Administración por sí misma no habla. Habla, sólo a veces, por las personas que la representan, que vienen, se van, se cambian, discrepan, priorizan otras cosas, lo que ayer invadía, ahora ornamenta, antes sí, pero ahora con la “crisis” no hay dinero para “caprichos”, cómo vamos a cerrar colegios para arrancar unas plantas que no “hacen daño”, comprenda que en este momento nos preocupe más el virus del “ébola”…
En fin, desde la Administración, honestamente no podemos añadir mucho más, comprenda que nosotros apenas hemos gobernado unos meses, y nos hemos encontrado con una situación verdaderamente penosa, tampoco parece de buen gusto culpar a los que gobernaban antes, ahora en la oposición, que bien sabe usted podemos serla nosotros mañana. Nimiedades sí, pero que aunque usted no lo crea como biólogo, llegan a cambiar hasta el color de las vistosas espigas de la planta… Así son las cosas en la Administración.
Yo, desde mi responsabilidad institucional, compréndalo, no le puedo ni debo añadir nada más. Seguramente ya lo sabe, pero don Pedro Luis Pérez de Paz, codirigió el importante trabajo al que antes nos referíamos. Estamos convencidos que técnicamente puede decirle algo más, que a mí ahora mismo se me puede escapar. Han transcurrido casi 20 años, y no sólo en política y en la Administración cambian las cosas, en la dinámica de los ecosistemas también. Pero ese ya es un tema de vosotros, los técnicos. Eso sí, no quiero despedirme sin dejar bien claro, desde el equipo de Gobierno o administración Insular, y puedo hablar en nombre de todos y todas, vamos a poner todo nuestro empeño y esfuerzo por contribuir a resolver el problema. Muchísimas gracias, por su interés y preocupación, que me atrevo a decir es de todos los palmeros y de todas las palmeras.
Reciba un cordial saludo, y disculpe por no haberle podido contestar antes. Es la vorágime de la Administración.
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