Abro éste post, porque cómo siempre digo y escribo en éste periódico, hay contar las cosas que uno ve por la calle, y que seguramente a más de uno, cómo a mi, nos sorprende.
Hoy por la mañana, mi padre me pidió que lo alcanzara a Extensión Agraria, ese edificio que está por debajo de la clínica, al lado de la Hortofrutícola. Mientras mi padre esperaba para ser atendido con el papeleo de la subvención de las papas, yo me di una vuelta por el lugar. De verdad que mi asombro era el máximo, hay un pequeño huerto a la izquierda del local, justo en la entrada, donde en su momento recuerdo ver próteas sembradas, que tiene más de 3 metros de maleza, hierba, vinagreras, etc… es lo que se supone debe ser el jardín. Entras en el reciento y les prometo que crecen hierbas en los escalones de la entrada, basura, más vinagreras, hasta amapolas salvajes… es de risa y de vergüenza. Pido a cualquier persona que visite ésta instalación que se fije para que vea que no miento. Yo justo hoy tenía mi cámara descargada, pero seguro tendré otra oportunidad para fotografiar la desidia de éste lugar.