Como ustedes, amigos lectores han podido ver estos días, un perro de presa ha matado a un niño en la Península, a pesar de que era de la familia. Aquí en La Palma estamos hartos de protestar, especialmente en Santa Cruz de La Palma y en Los Llanos, contra la tolerancia y dejadez de los respectivos ayuntamientos por su descontrol acerca de estos perros presuntamente peligrosos. A cualquier hora del día podemos ver a sus dueños, a veces gente bastante problemática y con historial policial, pasear a sus perrazos por cualquier lado, sin bozal, y a veces sueltos totalmente. ¿Hace falta que haya un muerto aquí para que se tomen medidas? ¿Quién sería más culpable de darse esta terrible situación, el dueño irresponsable y el alcalde pasota y tolerante?
