Cientos de personas vibraron anoche con el Diablo que estrenó carcasa nueva, más ligera, de fibra de carbono, realizada por José Morín, en Lanzarote, lo que garantiza también la seguridad tanto del público como de la persona que lo baila. La anterior carcasa nos venía acompañando desde mediados de los años 90.
Por este motivo, la edición de anoche fue muy espeical porque los dos Diablos compartieron, por una vez, el espacio de la plaza de la Candelaria, despidiéndose uno y presentándose otro.
La incorporación de iluminación en los previos y prolegómenos de la verbena, con iluminación especial móvil y láser, fue otra importante aportación en esta edición especial de 2011.
Una vez más, Ricardo García y Ricardo Castro deleitaron al público presente, bailando durante más de media hora con la aportación pirotécnica de los hermanos Toste.
El primer Diablo se remonta a 1923, cuando bailó la primera carcasa, hecha con cañas y sacos endurecidos con lechadas de cal y minada con voladores sin rabo y mechas de barrenos. Fue tal el éxito del nuevo personaje que éste se quedó en Tijarafe a lo largo de ochenta y ocho años hasta el día de hoy. Por esta presencia en la historia tijarafera y en el acervo cultural canario, la Danza del Diablo fue declarada en 2007 Bien de Interés Cultural y en 2011 Fiesta de Interés Turístico por el Gobierno de Canarias.
La fiesta transcurrió sin apenas incidentes aunque algunas personas sufrieron leves quemaduras por el fuego que lanzaba en todas direcciones el maligno.
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