La Palma, al igual que el resto de las islas, se encuentra sumida bajo los efectos no solo del viento sino de la intensa calima. El polvo en suspensión de origen sahariano envuelve a la isla bonita, donde la visibilidad ha disminuido de manera importante por este motivo.
Este espisodio de calima, que es el peor que se recuerda desde el año 2002, ha hecho que en estos momentos, según ha informado AENA, parmanezca cerrado todo el espacio aéreo de Canarias. Según ha comunicado, debido al empeoramiento de la metereología, no se permite el tráfico hacia los aeropuertos canarios y los aviones en ruta serán desviados a aeropuertos alternativos.
Debido a esta situación, con la que la salud de las personas, sobre todo las más vulnerables se puede ver afectada, el Gobierno canario ha recomendado cerrar puertas y ventanas, no salir de casa si se sufre alguna enfermedad respiratoria, beber mucho líquido, evitar el ejercicio severo, conducir con precaución, tener los medicamentos habituales y acudir al médico en caso de sentirse mal.
