"Si no te ven, no sobrevives"

En las carreteras y calles de la isla de La Palma, donde conviven zonas urbanas, rurales y tramos con escasa iluminación, la seguridad vial se convierte en un desafío constante. Entre todos los factores que influyen en los siniestros de tráfico, uno destaca especialmente por su gravedad y por lo fácil que sería reducir su impacto: la baja visibilidad del peatón. Un aspecto clave en la promoción de la seguridad vial, que impulsa el Cabildo Insular de La Palma a través del proyecto San Bernardo.

Es muy preocupante observar caminantes que se desplazan por arcenes reducidos, tramos sin arcén o zonas de escasa visibilidad, sin ningún tipo de elemento reflectante o luz que permita a los conductores detectarlos a tiempo. Esta situación se agrava en invierno, cuando el día acorta y la calima o la lluvia reducen aún más la visibilidad. Según los especialistas en seguridad vial, la probabilidad de atropello aumenta hasta tres veces en condiciones de baja iluminación.

“Si no te ven, no sobrevives”. Este es un eslogan que resume de manera contundente una realidad incontestable. En La Palma, como en cualquier otro territorio, la visibilidad es literalmente cuestión de vida o muerte. Un peatón vestido con ropa oscura puede ser prácticamente invisible para un conductor, incluso a distancias cortas, especialmente en carretera abierta o zonas sin alumbrado.

La Dirección General de Tráfico recuerda que un conductor puede ver a un peatón con ropa oscura solo a unos 20–30 metros, mientras que con elementos reflectantes esa distancia puede aumentar hasta 150–200 metros. Esa diferencia puede equivaler a evitar un atropello.

La prevención no siempre depende de grandes infraestructuras o inversiones: muchas veces basta con un gesto sencillo. Por eso cobran tanta relevancia mensajes como: “Ropa clara, luces y reflejantes salvan vidas. Hazte ver, hazte seguro.” Este recordatorio pretende reforzar una conducta básica: si vas a caminar de noche o en zonas con poca visibilidad, haz lo posible por ser visto. Prendas claras, chalecos reflectantes, pulseras luminosas, pequeños LED sujetos a la mochila o ropa: cualquier detalle puede marcar la diferencia.