cerrar
cerrar
Registrarse
Publicidad
Municipios
Publicidad
Barlovento

Cuando Gallegos soñó con un tesoro escondido

Los vecinos del barrio fueron tras esta leyenda en varias ‘expediciones’ por la costa

Puerto de Gallegos.

Digna Martín. Barlovento.

La memoria se pierde en el tiempo y los recuerdos son confusos. Pero son muchos en Gallegos los que recuerdan cuando este barrio de Barlovento creyó que en la zona de la costa había enterrado un tesoro. De hecho hay quien recuerda haber participado en una de las varias ‘expediciones’ que hicieron grupos de vecinos para intentar hallar ese tesoro legendario, que hacía soñar en un futuro más próspero frente a un presente marcado por la penuria de los tiempos de la posguerra y la emigración.

Uno de los testimonios que hemos recogido recuerda que la leyenda tuvo un origen onírico. Al parecer, un vecino que se llamaba Benito tuvo un sueño que le indicaba que “había un tesoro enterrado en el puerto, antes de la entrada del almacén”. Pero cuando llegó, acompañado de otra persona, para comprobar si efectivamente el mensaje que había recibido era real, se encontró que “estaba todo carbonizado, sólo había habido carbón”.

Según nuestro informante, “la gente contaba que al llevar a otra persona con él, el tesoro se había carbonizado el tesoro. Tenía que ir solo, porque el sueño le había dicho que el dinero era solo para él”. A partir de entonces “la gente empezó a abrir hoyos por el callado”, añade. De hecho, recuerda que, a mediados del siglo pasado, “siendo un muchacho de 10 o 12 años, bajamos un grupo por el callado de Franceses con azadas y estuvimos escarbando, pero no encontramos nada”. “Entonces teníamos miedo de que salieran los muertos, porque decían que eran los difuntos quienes habían enterrado el tesoro”.

20160515_212457

Otro vecino de Gallegos recuerda que tiempo después, siendo joven, mientras cuidaba de las cabras, vio bajar al barranco de Franceses, al lugar que se conoce como el Cavoco de los Presos, a un grupo de más de 12 vecinos de Gallegos, “con azadas y barras para escarbar abajo”. Al parecer, según su testimonio, un cabrero había “encontrado algo por allí, una vasija o algo así”, que avivó la leyenda del tesoro.

La realidad es que, al menos que se sepa, nadie encontró ese mítico tesoro, cuya leyenda se extiende por otros rincones cercanos, como en el lomo galleguero de La Crucita o en la costa de Topaciegas. La costa, puerta de entrada y salida de este barrio antes de que existiera la carretera, alimentaba también los sueños y las esperanzas del pueblo.

Archivado en:

Más información

Publicidad
Comentarios (2)

Leer más

Leer más

Publicidad

Últimas noticias

Publicidad

Lo último en blogs

Publicidad