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Dibujantes de cómics se unen en el “Proyecto volcán” para apoyar a las víctimas de la erupción

Doscientos cincuenta creadores han donado sus trabajos para paliar los efectos de la tragedia que vive La Palma desde 2021

Alrededor de doscientos cincuenta dibujantes de cómics y de ilustradores se han reunido y donado sus trabajos de forma desinteresada con el fin de apoyar a las personas que sufrieron las consecuencias devastadoras del volcán en Cumbre Vieja. El impulsor de la iniciativa que precisamente se ha denominado Proyecto Volcán: un cómic para La Palma, ha sido el palmero Patricio Ducha, experto en todo lo relacionado con el mundo del cómic y quien ha conseguido que los primeros pasos se hayan saldado con un considerable éxito.

La primera fase comenzó cuando el volcán aún estaba en activo y por lo tanto en mitad de las catástrofe y de los esfuerzos para paliar en lo posible sus brutales efectos. Como conocedor del denominado “noveno arte” y de un buen número de dibujantes planteó la idea de realizar alguna actividad de carácter altruista, como por ejemplo, la que se ha llegado a concretar: la donación de los dibujantes de sus obras con el fin de que sean exhibidas en una serie de exposiciones y sirvan para elaborar publicaciones, tal y como se ha venido haciendo.

Ducha indica que la respuesta les llegó a “desbordar” y tras contactar con medio centenar de creadores que inicialmente le dieron su apoyo desinteresado y firmaron un manifiesto, se dio cuenta de que precisaba de más apoyo para conseguir que las ideas y las intenciones pudieran pasar a ser una realidad. De ahí surgió la colaboración con la Fundación Cine + Cómic que no sólo recibió la iniciativa con entusiasmo sino que además se comprometió a correr con los gastos de la publicación de los primeros trescientos ejemplares. Un apoyo que resultó básico una vez constataron la imposibilidad de que las imprentas pudieran sumarse a esta ola benéfica dada la necesidad de cubrir unos gastos, que siempre son muy elevados. Eso sí, aceptaron rebajar un tanto el precio, pero poco más podían hacer.

Al tren se subió encantada tanto gente que elabora historias como los ilustradores que se encargan de los pósters, un vehículo igualmente válido para despertar sentimientos de solidaridad. El resultado es que se han publicado 25 cómics recogidos en un álbum de un centenar de páginas que cuesta 17 euros y otro en el que aparecen unas doscientas ilustraciones, que suman casi trescientas páginas y cuesta 29 euros.

En la primera fase, también se organizó una exposición con todo este material reproducido de forma digital, una vez que los autores cedieron los derechos, mientras que ellos se quedan con los originales. El 19 de septiembre de 2022, coincidiendo con el primer aniversario de la erupción se llevó a cabo una exposición en El Paso que luego se trasladó a Los Llanos de Aridane. En estos encuentros se presentaban también los volúmenes editados con las historietas y las ilustraciones que pueden ser adquiridos en La Palma y en cuatro librerías de Tenerife, dos en Santa Cruz y otras tantas en Aguere. Las ventas van razonablemente bien, y más aún cuando los organizadores no se quieren quedar sin ejemplares hasta que se editen otros nuevos. La Fundación firmó un contrato con Cruz Roja para donar íntegramente el dinero recaudado, no sólo de los ejemplares, sino también de las ilustraciones que se pueden adquirir por separado a diez euros cada una.

Llegados a este punto, Ducha cree que en la actualidad ya se ha entrado en la segunda fase que supone una oportunidad para que los creadores, de las islas, peninsulares y de otros países, que no habían podido participar en la primera, lo hagan ahora. Una vez que reciban los trabajos se publicarán los ejemplares que sean necesarios y procederán a trasladar la exposición a otros lugares como Tazacorte, el último punto al que llegó la lava, y a Santa Cruz de La Palma. A continuación la idea es dar el salto al resto de Islas e incluso en la Península, donde ya se ha llegado a un principio de acuerdo con salas de Madrid y Barcelona. No hay límites. La Fundación ha dejado claro que todos los trabajos que se presenten serán publicados, antes o después y siempre de forma altruista.

En general, la participación se ha conseguido a través de los contactos y llamadas que ha hecho el propio Ducha, pero también se ha corrido la voz y algunos creadores se han ofrecido voluntariamente. Otros no han podido colaborar por estar desbordados de trabajo y la necesidad de cumplir con determinadas fechas y compromisos. En la primera fase la gran mayoría de los participantes son de las Islas, algunos de la Península y en menor medida del extranjero. Ahora se quiere avanzar en la misma línea pero intentado ampliar la diversidad de nacionalidades. Por ejemplo, uno de los afectados directos ha sido el creador de fama internacional conocido como Griffo que vive en El Paso desde hace décadas.

Su vivienda está situada a apenas un kilómetro de donde se registró la erupción hasta el punto de que tuvo que abandonarla durante unos días y llegó a recoger dos toneladas de cenizas de sus jardines. El autor logró incluir a última hora algunas de las imágenes en blanco y negro relacionadas con aquella tragedia en una de sus publicaciones, dada la impresión que le causó lo vivido en primera fila y persona durante  aquellas fechas.

El único problema real al que se enfrentan los impulsores de esta iniciativa es que en la actualidad perciben como se van enfriando las muestras de solidaridad y de apoyo que en aquellos días llegaron a ser apabullantes. Al inevitable paso del tiempo se suma que han surgido nuevas tragedias como la guerra de Ucrania o los terremotos de Turquía y Siria. “Pero lo cierto es que los palmeros todavía necesitan mucha ayuda. En estos momentos desde Cruz Roja nos indican que a la vez de trabajar en donaciones y cubrir necesidades materiales, se han encontrado con que muchos habitantes de la Isla precisan de atención psicológica para asumir lo ocurrido”, indica Ducha. La tragedia está aún muy lejos de darse por resuelta. Todavía persisten las emanaciones de gases en enclaves como Puerto Naos, donde los vecinos no han podido volver a vivir en sus casas, por lo que el proyecto puesto en marcha sigue siendo necesario.

“A veces nos comentan que las ediciones son muy caras pero nosotros les decimos que en realidad no están haciendo una compra sino una donación y a cambio les damos la posibilidad de adquirir estos álbumes y visitar de forma gratuita las exposiciones como hemos hecho hasta ahora y pretendemos seguir haciendo con las siguientes”. En estas muestras existe la posibilidad de comprar las ilustraciones y las historietas dado que son reproducciones digitales.

Ambas publicaciones fueron presentados en el último salón del cómic que tuvo lugar a finales del año pasado en la capital tinerfeña. Con lo cual los chicharreros ya han tenido la oportunidad de conocer lo hecho hasta ahora, a la espera de que en un futuro próximo vean el resultado de la segunda fase, seguramente en la próxima edición del Salón.

En el manifiesto elaborado cuando surgió la idea justifican la puesta en marcha del Proyecto Volcán tras asistir “atónitos” a una erupción que “irrumpió en la vida de los canarios, avisando pero sin tener permiso, mientras mirábamos con asombro nuestros televisores”. Ducha indica que la erupción del volcán al principio fue acogida como “un privilegio, un regalo de la naturaleza, pero según pasaban los días nos acabó poniendo en nuestro sitio y asistimos con horror a la desolación que fue capaz de provocar”.

Personas de dentro y fuera de la Isla presenciaron en directo cómo las coladas destruían a su paso cualquier forma de vida, propiedades y sustento de cientos de vecinos que residían en los alrededores. “El volcán ha robado a mil familias sus casas, sus huertas, sus fincas, sus trabajos, sus barrios, sus calles y plazas… sus recuerdos. Todas sus pertenencias y la memoria atesorada por muchas generaciones en ese pequeño gran lugar que llamamos hogar”.

La catástrofe adquirió tales proporciones que las vidas de todos los afectados “ya nunca podrán volver a ser las mismas”. Pero en vez de adoptar una actitud catastrofista, los creadores dejan claro que los hombres y mujeres de Canarias “no nos rendiremos” y por lo tanto lo que ahora toca es sacar partido a la “enorme ola de solidaridad” que se despertó en aquellos tragicos días, incluso en el ámbito internacional. La intención es hacer lo posible para que este apoyo continúe, se siga extendiendo a lo largo del país, “se prolongue en el tiempo y llegue a más lugares y a los corazones que pueda alcanzar y conmover”.

El alrededor de medio centenar de dibujantes que fueron los primeros en sumarse al proyecto plasmaron en su manifiesto la necesidad de que “esa marea continúe, que se siga extendiendo por todo el país, se prolongue en el tiempo y llegue a más lugares, a todos los corazones que pueda alcanzar y conmover. Porque tras la extinción del volcán, se mantiene aún la destrucción y queda aún muy lejos el día en el que se pueda dar por finalizada la tragedia y desaparezcan sus nefastas consecuencias”.

Como creadores inmediatamente captaron la importancia de contar la historia del volcán y la de todos los que sufrieron sus devastadoras consecuencias. Ésta es la razón real de que quienes se definen como comiqueros hayan decidido donar su trabajo para colaborar en la recuperación de la vida de la Isla y de quienes lo perdieron todo o casi todo.

“Ese es nuestro compromiso, ayudar de forma solidaria, por pequeña o simbólica que pueda parecer esa aportación. Echamos manos al lápiz, con fuerza, con sentimiento, con ganas de comprometernos a que nuestro esfuerzo sirva para convertirse en una exposición de imágenes e historias del volcán y de las personas que se han enfrentado a él”.

Todo ello se ha plasmado y plasmará en varios libros que recopilarán esas imágenes que pretenden que sirvan de recuerdo de lo que ocurrió, “y de lo que estamos viviendo desde de que el volcán paró”.

Tras la destrucción se inició otra etapa igual o más de dura como es recuperar la normalidad de aquellos a quienes la lava “pasó por encima y dejó en estado de shock. No será fácil. Sus vidas no podrán volver a ser cómo eran antes pero nuestro compromiso es intentar que sean un poco mejores con nuestra humilde contribución”.

Cuando Ducha planteó la idea a la Fundación Cine + Cómic el apoyo fue inmediato a la hora de servir como enlace para que este proyecto viera la luz. Desde el minuto cero se ofrecieron, “no sólo a facilitarnos sus medios para coordinar la exposición, sino también publicando de forma gratuita y desinteresada, en formato libro, las imágenes e historias que se han conseguido reunir durante este tiempo”.

El dinero que se recaude, aunque, son conscientes de que no va a ser muy elevado, se entregará en su totalidad a organizaciones no gubernamentales al ser las entidades que conocen de una forma más cercana las necesidades a cubrir. Incluso han pedido a las librerías que renuncien a cobrar sus porcentajes de beneficios dentro de lo que definen como “una pequeña contribución más hacia una Isla que ha visto  muy de cerca lo que es el sufrimiento”. Al manifiesto inicial se han ido uniendo muchos más artistas a lo largo del tiempo, hasta llegar a sumar ya alrededor de doscientos cincuenta.

Públicamente los promotores de esta iniciativa han pedido la colaboración de los dibujantes, ilustradores o historietistas para que aporten de forma desinteresada su obra tanto si son cómics, ilustraciones, viñetas humorísticas o caricaturas. Todo ello acompañado de una pequeña biografía, explicación de la técnica utilizada, consentimiento de permitir su reproducción y publicación en la página web, en las ediciones en papel y en la exposición itinerante que ha recorrido La Palma y ahora está previsto que llegue en breve a Tenerife, las demás islas y luego salte a la Península.

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