A Antonio López y a Luis Amaranto Perea, con cariño y gratitud por los servicios prestados, y a mi sobrina Daniela, en su cuarto cumpleaños
En su estupendo prólogo al no menos magnífico libro Sentimiento atlético: cien años de sueños, alegrías y desencantos, de José Miguélez y Javier G. Matallanas, el gran Santiago Segurola (tal vez el mejor escritor sobre fútbol que haya tenido el periodismo español) comienza con un primer párrafo donde marca claramente el territorio por el que no sólo van a transitar las siguientes doscientas cincuenta páginas sino también la inconfundible senda que él mismo recorre cada domingo como devoto seguidor del Athletic Club de Bilbao:
"Por su naturaleza tribal, el fútbol tiene un costado sectario que rechaza a los aficionados que actúan como jugadores de ventaja. Suelen ser hinchas que practican un innoble mestizaje que consiste en defender los colores de un equipo, pero tifan por el equipo que gana casi siempre, y ya sabemos de qué club estamos hablando. Esta gente vive tranquila a lomos de dos caballos, definitivamente satisfecha con su oportunismo, ajena al principio de lealtad que impregna al verdadero hincha desde que nace, principio que es como el amor de madre: ni se compra ni se vende", escribe Segurola, quien varias líneas después recalca: "El siglo del Atlético es el de un equipo decisivo en la historia del fútbol español, un club con unas formidables señas de identidad que incluyen claramente el desprecio a la doble moral a la que me refería al principio. O se es del Atlético, o no se es, sin medias tintas, porque nunca me he encontrado con nadie que especule con la pertenencia a la tribu rojiblanca según el viento de los resultados, como ocurre en otros sitios. De siempre supe que el Atlético no admite tibios, y que valora como pocos equipos el sentimiento de pertenencia y fidelidad, la suprema firmeza del resistente, pues de eso se trata en un club acostumbrado a moverse en toda clase de territorios inhóspitos".
Luego, el periodista vizcaíno concluye su breve introito con estas hermosas palabras: "El fútbol puede ser todo lo sectario que se quiera, pero no puede ocultar su papel de depósito sentimental. Y una vez, hace cien años, gente de mi ciudad, de Bilbao, del Athletic, ayudó a fundar un club que luego protagonizó una gloriosa historia".
Y es que, efectivamente, el destino de ambas instituciones está unido desde el momento en que, el 26 de abril de 1903 (el día del partido de vuelta de la semifinal de la Europa League, en Valencia, se cumplieron ciento nueve años), un grupo de estudiantes vizcaínos de la Escuela Especial de Ingenieros de Minas fundaron, en la capital de España, un equipo filial del Athletic de Bilbao, que se denominó en principio Athletic Club de Madrid.
Durante el largo siglo transcurrido desde entonces, las dos instituciones han vivido toda clase de peripecias (unas más gratificantes que otras) y el interés suscitado en torno a su rivalidad deportiva ha ido decreciendo en la medida que los propios clubes se han visto relegados a ocupar un espacio de relevancia cada vez menor dentro de un balompié nacional tiranizado por dos inmensas maquinarias depredadoras.
Sin embargo, la afortunada confluencia de una serie de circunstancias (que tienen mucho que ver con el talento innegable de media docena de jugadores fantásticos) han permitido que este miércoles, en la capital de Rumanía, podamos asistir a la reedición de un auténtico clásico del fútbol español, que se presenta envuelto por el seductor y melancólico aroma de la nostalgia.
Con excesiva antelación, los exegetas del triunfo (casi) seguro y los aficionados de los dos equipos que ganan (casi) todo (casi) siempre habían augurado una nueva versión de esa vieja película de la que empezamos a cansarnos los demás sin contar con que, en el fondo, esto no es sino un juego y hay que dejar margen para la imprevisibilidad porque, a veces, la pelotita no cae del lado del más fuerte, ni del que más ha invertido, ni siquiera del que mejor juega. Y, contrariamente a lo que se vendía hace meses, la única final española que veremos esta temporada, en el escenario continental, la van a protagonizar dos segundones que no estaban invitados a la fiesta.
Hubo un tiempo (tan feliz como ya lejano) en que un encuentro como el de mañana recibía el tratamiento de partidazo. Atraídos como las moscas a la miel, los seguidores y rapsodas de la business class del balompié asomarán con desgana el hocico a lo que suceda en Bucarest con el único (y repulsivo) estímulo de acertar cuál de los purasangres en liza (y en eso el Athletic cuenta con una ligera ventaja respecto al Atleti) puede recalar la próxima temporada en los establos de la (es)cuadra merengue o azulgrana.
Pero, por unas horas, los seguidores de ambas tribus rojiblancas recuperaremos el lugar que nos fue arrebatado (o que no supimos defender) y nos entregaremos a una lucha digna, abierta, encarnizada y noble, y recordaremos que un día fuimos grandes y protagonizamos duelos de envergadura, en los que, como mañana, no importaban tanto la gloria o el fracaso como el placer de pelear hasta el final por alcanzar el triunfo.
¡Gora, Athletic!
¡Aúpa, Atleti!
arodriguez
Jose, el Atleti es un encantador trasunto de la esperanza. Hoy sobre todo me colma la felicidad de mis tres sobrinos.
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lleon
Amigos del Atlético: enhorabuena… Pero cómo se les ocurre machacar a un equipito hecho con gente de la cantera, los de Bilbao??? Abusadores, abusadores
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spica
Cuanto me hacen recordar los dirigentes de este Atlético, al Rugalcaba de turno. Cualquier asunto que se haga en este país, supuestamente, con toda la buena intención, para lograr salir del túnel, viene este lúgubre Sr. y lo pone todo en solfa, con lo que, cualquier atisbo de esperanza se torna rápidamente en negro presagio, pesimismo y horror. Sucede esto cuando todo el Atlético aun estaba disfrutando de ese gran triunfo, salen las portadas de los periódicos, informando por boca de Miguel Ángel Gil, que, Falcao, el mayor artífice de toda esta alegría, posiblemente a final de temporada, y por falta de liquidez, habrá que venderlo. De momento y disculpándome José Amaro, Gil Marin se puede ir a tomar por retambufa, hasta final de temporada y se le gusta, que continúe allá. Mientras acá, Tú, Miguel y Carlos, entre otros fijos sufridores de este gran club, disfruten del momento, se lo tienen harto merecido. ENHORABUENA a todos los Atléticos.
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PedroLuis
Gora Atlético Madrid… bien se sabe que yo este año soy del Real Madrid (escribir esto en este blog, verdaderamente es un atrevimiento, en absoluto falta de respeto, eh!!!).
Gracias, por ignorarme.
Enhorabuena a usted, los suyos, y una buena parte de los míos, que también duermen en sábanas rojiblancas y oso y madroño en la almohada… Esta noche están exultantes.
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ENANAPATUDA
Sólo te digo una cosa: CAMPEONES!!!!!
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pevalqui
Desde esos pequeños matices que tiene la lengua castellana, diría que ganó "el deseo" frente a "la ilusión".
Ganó Falcao, "man of the match" (hombre del partido), el repliegue intensivo que efectuó el Atlético, la intensidad defensiva con la que se aplicaron y la mejor ocupación de los espacios.
De los ilustres comentaristas me quedo con una frase: "El Atlético supo encontrar a Falco y el Athletic no supo encontrar Lllorente" ¿La clave?. El espacio.
El alumno le salió aventajado al profe. Si aparte de eso hay un tipo tan disruptivo como ese tigre depredador de área que cree en la pelota como en Dios, atacándola como un poseso felino, y golpeándola con el acierto que lo hace tenemos el resto.
Enhorabuena José Amaro. Lo lamento de la misma manera por ibrahim.
Saludos cordiales…
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jlima
Calentando, amigo. Este partido lo vamos a ganar, pero si lo perdemos no pasa nada que para eso son nuestros ancestros.
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pevalqui
Nostágico, sentido, lleno de buenos deseos y prologado con la pluma de Santi Segurola, un grande en el conocimiento del fútbol.
Dos equipos históricos y con solera dentro del fútbol nacional.
Los dos pueden ser segundones-en el caso del Athletic -apuntando cada vez más mejores maneras-, en el fútbol patrio, pero no así en el europeo, en donde han ganado merecidamente el placet a jugar esta final. Ya lo dijo en su momento Sir Alex Ferguson tras caer eliminado y que no es precisamente un advenedizo en el fútbol, señalando al Athletic como favorito para jugar la final e incluso ganarla.
Aunque actualmente me identifico más con el juego del Athletic, he manifestado que me tira más el de Madrid. Le otorgo un pelín de ventaja: sus jugadores están más baqueteados, tienen un punto mayor de madurez, muchos de ellos ya jugaron una final ganándola hace dos años y por la forma de jugar del Atletico que a mi entender le va mal al Athletic.
Si Bielsa consigue desactivar a Diego o que entre en contacto lo menos posible con la pelota, unido al entusiasmo de sus jóvenes jugadores, podremos ver un gran partido con posibilidades para ambos.
Me apuntaba a un empate y la Copa repartida pero como no puede ser, sólo me resta desearle la misma suerte a los dos Atlethleticos.
Y como sabiamente expresas en el epílogo de tu escrito, lo importante será "el placer de pelear hasta el final por el triunfo".
En un ratito dejo caer mi Martini Bianco con hielo y una rodajita de naranja. Mientras tanto, aguardan las aceitunas con pimiento rojo.
Saludos cordiales…
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PedroLuis
Magnífico, y "jodido" estimado Ibrahim, porque no discuto que don Santiago Segurola sea "uno grande y libre", pero “pa mí” que cuando escribió ese inspirado segundo párrafo entrecomillado, fue poco después de hablar conmigo, y si no con alguien que se le parecía mucho… Siempre me queda el alivio de pensar que no soy sectario.
Sigo leyendo, tratando de mal digerir la aguda diagnosis de Segurola, hasta que respiro feliz al final, cuando leo la "sectaria" sentencia del "innoble y mestizo" Sr. Carrillo: “¡Gora Athletic! ¡Aúpa Atleti!”
¡Coño (con perdón), en qué quedamos! que "gora Athletic" ni "gora Athletic", no quedamos que usted es ciego seguidor del Atletic, además, si Pedrito no juega…
Suerte amigos, lástima que no puedan ser felices los dos a la vez. O sí, pues no dice el bolero que "es posible amar dos mujeres a la vez y no estar loco"… pues eso mismo digo yo del fútbol, aunque es verdad que son más de dos, y eso ya empieza a ser complicado…
Saludos cordiales.
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iperez
Magnífico artículo, Jose.A disfrutar mañana, aunque no soy muy bueno en los pronósticos, para mi Athletic creo fundamental que los atléticos no tomen ventaja, porque juegan muy cómodos a la contra.Lo dicho, espero que gane el mejor, pero ya sabes mis deseos. Suerte.
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