A mi padre, que por motivos que sólo él comprende y como viene haciendo desde que tengo uso de razón, hoy irá con el rival de España. Espero que al leer estas líneas acepte que tal vez esté equivocado
"El deporte tiene el poder de transformar el mundo. Tiene el poder de inspirar, de unir a la gente como pocas cosas… Tiene más capacidad que los gobiernos de derribar las barreras raciales"
Nelson Mandela
Han transcurrido treinta y seis años de la muerte del general Francisco Franco y nuestro país se halla inmerso en una desastrosa coyuntura económica que amenaza con reducir a escombros el estado de bienestar. Por su parte, la ciudadanía manifiesta un evidente desencanto ante la nefasta gestión de esta crisis por parte de la clase política, percibida por un cada vez más amplio sector de la opinión pública como una casta de testaferros, granujas, ineptos y desaprensivos.
La desconfianza en el mantenimiento del actual sistema democrático de prestaciones y servicios se ve reforzada, además, por los escándalos de corrupción y corruptelas que afectan a la totalidad de los poderes públicos e incluso a instituciones cuyo patrón de conducta, hasta hace bien poco, era considerado moralmente intachable, como la Corona.
Con una tasa de paro por encima de los cinco millones de desempleados y unas perspectivas lúgubres, que presagian un retroceso generalizado de los derechos laborales y de otras conquistas sociales que llevaron más de un siglo de lucha y sacrificios, los ciudadanos españoles han encontrado en el equipo nacional de fútbol el símbolo de una deseable unidad que permita encarar estos tiempos difíciles con una voluntad común, basada en el esfuerzo colectivo, en la solidaridad de todos para todos y en la erradicación de aquellos planteamientos secesionistas que contribuyen a restar, en lugar de sumar.
Procedentes de varias de las comunidades y regiones que conforman una amalgama de pueblos y nacionalidades con más de quinientos años de historia compartida, este magnífico elenco de deportistas, con talento y pundonor, encarnan un modelo de convivencia exitoso, bajo la prudente batuta de un entrenador que aglutina las cuatro virtudes cardinales y con el buen fútbol y la deportividad por bandera, y demuestran que otra España sí es posible: con generosidad, entrega y tolerancia, de acuerdo a los sagrados principios de libertad, igualdad y fraternidad, sin la ingerencia de las formaciones políticas (y de quienes, a través de ellas, se han apropiado de la soberanía popular) y con el compromiso firme y decidido de la ciudadanía de caminar todos juntos hacia delante y en una misma dirección.
ENANAPATUDA
"KALISE para todos"…
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Celia
Ahora, mas que nunca, los españoles nos lo merecemos, adelante España, animo, lucha y fuerza. España es diferente y aunque estemos heridos, saldremos de esta.
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