Fruto de la combinación de dos ritmos cubanos (el danzón y el montuno), el chachachá es un gozoso cóctel, ingeniado por un imaginativo violinista (Enrique Jarrín) hacia la mitad de la pasada centuria, en La Habana, apenas un lustro antes de que llegara el Comandante y mandara parar todo: el baile, la fiesta y el tiempo, sobre todo el tiempo, ya que la otrora Perla del Caribe duerme la eterna siesta del bloqueo, entre las ruinas de un régimen obsoleto (y totalitario) que ha convertido la Isla en una momia embalsamada en 1989, que fue cuando a la Revolución se le acabó el combustible.
Pero sigamos con la música. El chachachá, que resulta un despreocupado hijo del mestizaje, alcanzó una notable popularidad sólo superada por otro híbrido de similar pedigrí: el mambo, con el que Dámaso Pérez Prado enseñó a bailar a la Norteamérica de la posguerra.
En su vertiente ideológica (y política), y en un plano puramente metafórico, el chachachá puede considerarse una descuidada forma de abordar los asuntos de interés público sin que el ejecutante piense demasiado qué pasos ha de dar a continuación ni en qué dirección, siempre y cuando su pareja no pierda el compás ni se caiga con estrépito sobre la pista.
En ese sentido, la desconcertante trayectoria del Gobierno presidido por Mariano Rajoy (que un día anuncia una cosa y al siguiente se desdice afirmando la contraria, para terminar haciendo lo que le dictan Bruselas, Merkel y el Fondo Monetario Internacional) ha acabado por marear a sus propios afiliados y por desencantar incluso a los más leales de sus votantes.
La última en abandonar esta nave sin rumbo, capitaneada en medio del vendaval por un marinero de agua dulce que está haciendo buenísimo el adagio de Marx (Gruocho) de que "de la nada salimos para alcanzar la más alta cota de las miserias", ha sido la ya ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
Ella, precisamente ella, que encarnaba la versión castiza y carpetovetónica del Thatcherismo liberal. Ella, que era el brazo duro de la derecha de toda la vida; la alternativa franca y unidimensional, funcionaricida y verbenera, dentro de un partido que no se termina de creer que ahora mismo no se trata tanto de gestionar la crisis como de impedir la destrucción del país. Con o sin rescate.
Harta de la indecisión y pasividad de sus propios jefes, Esperanza Aguirre (o la cólera de Dior) ha terminado haciendo lo que una inmensa mayoría de sus sufridos conciudadanos y conciudadanas desearían hacer y no pueden: autodespedirse.
No obstante, no se preocupen. A diferencia de seis millones de españoles, a ella no le va a faltar trabajo. Ni pareja de baile.
juanerge
Sr. Duraton permítame completárselo……”alternativa liberal clara y sin complejos que llego a la presidencia de la Comunidad de Madrid después de el vergonzoso espectáculo del Tamallazo propiciado por su mano derecha el señor Romero de Tejada y la mafia de la construcción de la Comunidad de Madrid y metida hasta las cejas en el caso Gurtel”…..
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Senecadelvinotea
Prohibido.
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Duraton
No estoy muy de acuerdo con su chachachá, D. Amaro. No creo que Esperanza Aguirre sea o haya sido "el brazo duro de la derecha de toda la vida" ni represente ninguna alternativa funcionaricida y unidimensional, creo que esta vez, si me permite decirlo, no ha reflexionado suficientemente su artículo, de todas maneras, es su blog y es su opinión. Yo por el contrario pienso que Esperanza significó y significa una alternativa liberal, clara y sin complejos a una socialdemocracia que esconde sus principios, acomplejados incluso por ser de derechas y a un socialismo que no los tiene (o sí los tiene pero como decía el Groucho Marx que Vd. cita, si no les gustan tengo otros).
Tampoco creo que estemos en una "nave sin rumbo", sí que estamos en una dura travesía y que están surgiendo muchos escollos, unos ya encarrilados acertadamente, y otros aún no. Pero D. Mariano, con toda su "indecisión y pasividad" no es Zapatero, téngalo en cuenta. España tiene gobierno y Europa lo sabe.
Afectuosos saludos.
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AntoniodeOrtega
Lástima, pero no todo puede ser siempre, perfecto.
Dicho sea con todos los respetos, a mi parecer, no está a la altura en este artículo D. José Amaro. Demasiado simple. Quizá incluso, facilón.
Créame, le leo con interés y comparto y valoro no pocas de sus reflexiones, pero este baile…es espuma.
Cordialmente,
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PedroLuis
Pues sí. Con chachachá o sin chachachá, lo que dan ganas es de mandarlos a todos al "estadio de la peineta" a tomar pol "piiiiiiiiiiiiiiiiii".
Lo malo es que, después del baile, la vida sigue.
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spica
Querido José Amaro: Es muy distinto abandonar la nave voluntariamente, a que el Capitán te ponga en la disyuntiva de, te lanzas al agua ahora, o yo te lanzo cuando me parezca a mi. Ante la posibilidad de un futuro muy negro y mentiroso y viendo la cercanía de una familia no disfrutada jamás, opto por lo segundo, y al agua patos. Por cierto era lo único que nos quedaba de valor en este PP y allá que se fue por la borda. Soy militante y opino que fue lo mejor que ha hecho. Aprovechando, (ellos también lo hacen siempre) Zapatero se quedo en tierra en Noviembre, y ahí esta esperando su nombramiento de Premio Nobel de La Paz, en articulo POST DESPUES, y sin vergüenza alguna y con toda su cara, pasea por el mundo su valía, y como pregonando a los cuatro vientos:”ESTO LO HE DEJAO SEMBRAO”. Y digo esto, porque si lo hubieran lanzado a tiempo o se hubiese tirado al agua antes de llegar a destino, igual hasta nos iba un poquito mejor.
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pevalqui
Una despedida entre bambalinas. En este caso, nuestra particular "Espe", no tendrá que que interrogar a nadie en la cárcel como en el "Silencio de los corderos", para averiguar ningún tipo de asesinato, ni por supuesto, saber de primera mano quién la postergó para no ser ministra. Ella, nuestra Jodie Foster española, tiene todas las claves en su mano y con su silencio, terminó por despejar las incógnitas, o algunas de las que se cernían sobre el PP, que maneja la crisis con la misma ambiguedad e improvisación con la que Juan Luis Guerra desde Santiago de Bakorí, su pueblo natal allá en la República Dominicana, imploraba el "Ojalá que llueva café". Pero Bruselas erre que erre, no está por la labor de dar duros a tres pesetas, mientras d. Mariano deshoja su margarita particular, y el país se desangra por los cuatro costados.
Hasta luego Espe. Tus votantes madrileños te echarán de menos.
Estupendo video. Genial comentario de nuestro bloguero José Amaro.
Buenos días. Saludos cordiales.
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