Dentro del amplio programa de actividades que, bajo el rótulo de Otoño Cultural, viene desarrollando CajaCanarias en los últimos años, destaca el ciclo de charlas La condición humana: un acertado formato de entrevista o diálogo en directo que junta a primeras firmas del ámbito de la comunicación, la literatura o la divulgación científica con periodistas o escritores que mantienen con ellos y ellas una distendida conversación que gira en torno a los retos que hemos de encarar en este primer tramo del siglo XXI.
Por el salón de actos de la sede central de la antigua Caja General de Ahorros han desfilado personajes de la talla de Mario Vargas Llosa, José Luis Sampedro, Federico Mayor Zaragoza, Jane Goodall o Eduardo Punset. El pasado viernes le tocó el turno al actual seleccionador de fútbol, Vicente del Bosque (Salamanca, 1950), que a su fabuloso palmarés deportivo (tanto como jugador como entrenador) hay que sumar el doctorado honoris causa por la Universidad de Castilla-La Mancha y el título de marqués, otorgado por el Rey Juan Carlos I, en atención a su trayectoria profesional y, sobre todo, a su valía personal y humana.
Del Bosque, que se presentó en Tenerife con su equipo de leales colaboradores (su segundo, Toni Grande, y su preparador físico, Javier Miñano) que le acompañan allá dónde vaya como una sombra benévola, fue interviudado por el escritor palmero Anelio Rodríguez Concepción (Santa Cruz de La Palma, 1963), que a su condición de doctor en Filología Hispánica, docente, poeta, narrador, ensayista, pintor, novelista y guionista cinematográfico, hay que añadir la de aficionado al fútbol de toda la vida y sufrido seguidor del Tenisca y del Atlético de Madrid.
A pesar de la natural expectación que la figura de Del Bosque despierta por donde quiera que pasa, la sala registró un discreto aforo, con menos de las tres cuartas partes de sus asientos ocupados. Tal vez el hecho de que no hubiera un lleno absoluto contribuyese a que la conversación entre ambos personajes transcurriese dentro de un clima de agradable y amena cordialidad y en el que, en todo momento, entrevistador y entrevistado supieron estar a la altura de las respectivas circunstancias.
En concreto, Anelio desplegó sin alardes sus innatas dotes comunicativas para conseguir, con un dominio soberbio de la distancia corta, que su interlocutor (de carácter seco pero afable, tímido aunque cálido) se sintiese lo suficientemente cómodo para mostrar, con controlada sinceridad, todo su carisma y bonhomía.
Así, durante setenta y cinco minutos, los espectadores descubrimos a un hombre (Del Bosque) sensato, prudente, respetuoso y socarrón que aún echa de menos su etapa como futbolista ("Fueron, sin duda, los mejores años de mi vida"), que evoca con un emocionado cariño a sus mentores (mantuvo contacto con Luis Molowny hasta el último día), que no puede ocultar la serena (y severa) herencia castellana de su padre y que consiguió arrancar los aplausos del público al explicar su entrañable relación con su hijo Álvaro, que nació con síndrome de Down: "Al principio, nos preguntábamos por qué nos había tocado a nosotros. Hoy, sin embargo, no concebimos nuestra vida sin él. Desde un punto de vista afectivo, nos ha aportado y nos enseña tanto…".
De una modestia sin ambages e imposturas, Del Bosque sigue siendo un enamorado del fútbol, al que considera su otra familia, y reivindica la importancia del trabajo y del esfuerzo, que son los valores que trata de inculcar, junto al respeto y la generosidad, que él conoció antes (en los vestuarios del Castilla, del Córdoba y del Castellón) y después de su llegada al Real Madrid siendo un pibe y que, a lo largo de dieciséis años, trató de insuflar y promover en la cadena de filiales de este club legendario que ahora, muy a su pesar, ha derivado en marca registrada.
"No soy de los que han buscado el éxito. El triunfo ha sido consecuencia directa de intentar hacer las cosas lo más correctamente que nos enseñaron y que hemos podido", dijo el único entrenador que lo ha conseguido absolutamente todo en el mundo del balompié.
A la finalización del acto y, a pesar de que los representantes de la Federación le habían rogado que hiciera un discreto mutis por el foro, Vicente se acercó hasta el patio de butacas y accedió a firmar autógrafos y a retratarse con todo aquel quería su foto con un hombre bueno, en el buen sentido de la palabra.
spica
José Amaro, estuve presente en la charla-mas que entrevista- que mantuvo D.Anelio, con el Sr. Del Bosque, y a mi me pareció de lo mas amena, entretenida y cordial que, en materia deportiva, he disfrutado. Lo que si admití, y me lo confirman la cantidad de comentarios que ha suscitado su artículo, es el nulo conocimiento del futbol que poseo. No entiendo nada en absoluto de tácticas de juego ni de categorías de jugadores, y cada vez es menos frecuente que me siente delante del televisor para ver algo de esto. Pienso que aparte de un deporte que hoy mueve inmensas sumas de dinero, es una ciencia limitada a unos pocos, la prueba (como la suerte en las bolas de los premios de la lotería) es que no se estudia en ninguna universidad, y son contaditos los que se forran con ello. Que razón tan grande le asistía a Antonio Samblas (qepd), para una vez debutar en el Tenisca infantil, allá por los años cincuenta y tantos, comentar que mi futuro indudablemente no estaba en el balón. D.Anelio un gran acto, no podía ser de otra manera. La asistencia en los corrillos posteriores al mismo también me lo confirmaba. Enhorabuena. Gracias José Amaro.
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pevalqui
Con la venia. Casualmente mis mejores amigos futboleros son merengones. ¡Vaya por Dios!. Algunos de cuna. Me contó en una ocasión uno de ellos, que a Del Bosque lo echaron del Madrid no sólo por el "perfil bajo" y "métodos anticuados", sino por no defender adecuadamente al club, cuando en el último partido de Liga en el que celebraban su triunfo en el Bernabeu, tras una temporada con muchos altibajos, lesiones incluidas, en donde Del Bosque cogió el testigo del galés Toshack, en medio de un totum revolutum, con una defensa de circunstancias que hacia aguas, motivo por el cual Del Bosque, cambió el sistema con cinco en el fondo, hizo mutis por el foro no criticando la actitud del Hierro, quien no celebró la victoria en aquella liga, por desacuerdo con las cantidas a percibir con el tema de "las primas". El desaire al Bernabeu había sido de órdago.
Pocos días después, el "filósofo Valdano", como le llamaban en la Ser, le comunicaría su cese, algo que Vicente "se olía", junto con el de Fernando Hierro, uno de los mejores centrales que ha dado el fútbol español, y que no pocas veces le había salvado el pellejo a Clemente en la Selección.
Cosas de la vida: con posterioridad, Hierro, durante su época de director deportivo de la Selección le ofrecería el cargo de entrenador a Del Bosque
A Del Bosque le sustituyó el que hasta ese momento era el segundo de Ferguson, un portugués de nombre, Carlos Queiroz, quien hizo mejor papel como intérprete de Beckham que como entrenador del Madrid.
A lo largo de su dilatada carrera, tanto como jugador como también como entrenador y "director de la fábrica", conoció a innumerables entrenadores, casi todos de gran relieve. Miguel Muñoz, Miljan Miljanic, Boskov, Hiddink, Beenhaker, Heynkens y Luis Molowny, "el mangas", quien con una actitud muy similar a la del Del Bosque, casi sin hacer ruido, le dio igualmente la Liga y creo recordar, alguna Copa de Ferias (antigua Uefa), y la propia Uefa al Madrid, si no fueron más.
Del Bosque, que conocía a todos los jugadores, incluso a los del antiguo Castilla y demás sesiones inferiores del Madrid, a quienes trataba con ese paternalismo que ya había mamado en su época primígena de Bernabeu, entre otros, a Guti, salió del club por la puerta trasera, yéndose con él al carajo, el señorío que hasta ese entonces, marcaba la forma de ser y hacer del Madrid.
Con posterioridad, la venta de camisetas y el merchandising de "los galácticos", de un Madrid modernizado, y huérfano de un estilo de juego, cargó con el estigma de "la maldición de los Cuartos", en su trofeo favorito, "La Copa de Europa", mientras asistía a la confirmación cada vez más emergente de su eterno rival, el Barcelona.
Del Bosque, que recogió la antorcha de Luis Aragonés, padre espiritual de la actual Selección española, haciendo algunos pequeños retoques, como abriendo más el juego a las bandas, y cambiando a Marcos Senna ¡qué gran jugador!, por Sergi Busquets, al tiempo que ha ido introduciendo a gente como Pedrito y tantos otros, ha marcado sin ningún género de dudas un hito en el fútbol español.
Al algunos "enteradillos", como un servidor, crítico en ese momento con d. Vicente, nos enseñó que se podía ganar un campeonato de Europa sin un nueve fijo, aprovechando los espacios, moverse adecuadamente entre lineas con apoyos precisos, y las llegadas desde la segunda línea, tal y como sucedió con el gol del canario Silva en la final contra Italia
Buenas noches. Saludos cordiales
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McCourt
El problema que tiene Del Bosque es que lleva el san benito de "buen administrador de vestuarios" desde que se hizo cargo del Real Madrid. Esto no es malo. El problema es que se dice esto pensando que son los propios jugadores quienes hacen la alineación. Y además, parece que, aparte de ser "bonachón", es la única cualidad que se le atribuye como entrenador.
Luego se le ha tachado de anticuado, de entrenador sin conocimientos tácticos, etc. Y esto lo hace gente que no ha hecho un entrenamiento en su vida, ni siquiera en un equipucho en categoría benjamín.
¿Qué entrenador se hubiera atrevido a colocar a Guti de delantero en la temporada en la que el Madrid se vio sin jugadores en esa posición? Guti, 14 goles en liga. Funcionó a la perfección.
O aquella sorprendente alineación en la final de Champions contra el Valencia, poniendo un 5-3-2. Totalmente contracultural.
O esa España sin delanteros que arrasó en la Eurocopa y especialmente en la final contra Italia.
Me parece uno de los mejores entrenadores de los últimos 15 años junto a Hitzfeld, Ferguson (no me gusta mucho), Guardiola, Mourinho o Hiddink.
Pero claro, Del Bosque solo es bueno manejando vestuarios.
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ENANAPATUDA
Totalmente de acuerdo co lo que dice don Ibrahim: me parece que de entrenador, lo que es estrenador, los ha habido mejores, y con más cojones…Ya lo dice él mismo cuando se refiere a lo que hizo su antecesor:"Para qué tocar lo que ya está bien hecho".
Por cierto, gracias don Vicente por el detalle que tuvo con don luis. Suerte Míster!
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carlichili
Cito, textualmente:
– " Gracias, mister, por el detalle que tuvo con D. Luis"
– " Suerte, mister".
Sólo queda que ustedes adivinen quién dijo dichas citas antológicas.
Para Pedro Luis: Valdano, era una simple marioneta, a merced de ese moustro o monstruoso capitalista, llamado Tito Floren.
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PedroLuis
Jorge Valdano, creo recordar, justificó el cese de Vicente del Bosque como entrenador del Real Madrid aludiendo a su escaso carisma y bajo perfil como comunicador. Tal vez.
Visto lo visto, transcurrido el tiempo, no parece equivocado considerar el que Valdano (y los que con él compartían su parecer), al menos por una vez, no estuvo muy fino. O sí, y los equivocados somos los que anteponemos otros valores diferentes acerca de la “condición humana” de Del Bosque.
Lo que sí parece indiscutible es que, con perfil alto o bajo, su palmarés técnico es sublime. Y no parece ir a la zaga su palmarés humano. Enhorabuena al entrevistado; al entrevistador; y a los fotografiados. Todos muestran un envidiable perfil.
Saludos cordiales.
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ificrates
Un hombre raro, lleno de sentido común, el menos común de los sentidos, como dicen los catalanes, seny, aunque sea castellano.
Quizás no hubiera acometido la locura que le dio a Aragonés, de jugar, como nadie ha jugado nunca, desde el Brasil de Méjico. De poner a Pedro contra defensas de más de metro noventa y cinco de altura, etc.
Pero tuvo el sentido comun de entender el concepto, mantenerlo y recrearlo. Pocos o ninguno lo hubieran conseguido como él.
Curiosamente, me recuerda a Molowny "el mangas", que no quería saber nada de protagonismos y que entrenó al R. Madrid solo un año, porque la situación era desesperada, y luego dejó el cargo, demasiado expuesto.
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estaca
Estimado D. Amaro, leo en su nuevo post, una glosa de Sr. Del Bosque tanto en su vertiente profesional como en la personal. En cuanto a la primera, nada que objetar; está todo dicho y más que dicho y no solo por usted. Sin embargo en la segunda me llama poderosamente la atención la valoración tan redonda que usted hace, en especial, el remate machadiano.
En efecto usted se prodiga en adjetivarle como un hombre con “controlada sinceridad”, “sensato, prudente, respetuoso y socarrón”. Es decir,quiero entender que es un hombre que no tiene resquicio alguno para que se le escapen declaraciones espontáneas, no pensadas o poco comedidas, es decir que prácticamente es imposible que haya en él una salida de tono.
Por ello me parece más inquietante la defensa hecha por el seleccionador, de la declaración independentista de Pep Guardiola con motivo de la Diada. Entonces, el castellano decía en el Larguero: "Están en su derecho, como catalanes, de defender la independencia. Es la libertad que tiene cada pueblo para decidir su futuro".
De una persona tal como usted la adjetiva, cabria esperar que justificase las declaraciones de Pep o las de Perico el de los palotes, por ejemplo, con el socorrido del sano ejercicio de libertad de expresión, y que se puede estar de acuerdo o no, siempre que no sean insultos, delitos, etc.
Así que me parecen inquietantes y poco respetuosas esas declaraciones de una persona de orden, con el – valga la redundancia – orden jurídico, en especial es que nos hemos dado todos los españoles – la Constitución -, tan pateado en Cataluña, y que afecta a tantos paisanos (y no paisanos) del señor del Bosque: aquellos que fueron a levantar con su esfuerzo Cataluña. La ideología aplican los correligionarios de Don Pep y que bendice D. Vicente, es la que impide a los hijos y nietos de sus paisanos, expresarse en la lengua materna en las escuelas y con ello cercenar, su derecho a la promoción social al hacerlos de facto monolingües. Mientras tanto, los hijos y nietos de esas élites independentistas, estudian en colegios privados en todas las lenguas habidas y por haber, en especial el español.
Por eso D. Amaro, no se extrañe de que, a pesar de que, en una sociedad dada a la adoración de ídolos, sean de lo que sean, la visita de un ídolo de un deporte que mueve masas, tenga tan exiguo aforo.
Permítame por último D. Amaro, recordarle el dicho popular “líbrame de las aguas mansas que de las bravas me libro yo” o en versión rusa: "En aguas tranquilas, demonios se agitan".
Saludos para todos.
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iperez
Parece mejor persona que entrenador y eso con lo que ha logrado ya es mucho decir. Un saludo.
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pevalqui
Vicente del Bosque. Del Bosque, como le llamaban en su época de jugador. Eterno "8", porque el "10" lo llevaba Velazquez, el "6" creo recordar que era Zoco y el "4" Grosso.
La cadencia de su fútbol, tachada de lentitud, era tan medida como su carácter.
Su calidad humana y la ponderación con la que siempre se ha manifestado, su trabajo concienzudo unido a un hábil manejo del vestuario, y su talante respetuoso para con todo el mundo, han sido las señas de identidad que siempre han distinguido a este hombre bueno a lo largo de una dilatada trayectoria marcada por el éxito.
Seguro que fue todo un éxito. Estaban en buena compañía.
Buenas tardes. Saludos cordiales.
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