[Actualización del poema satírico publicado por Enrique Jardiel Poncela, en La Correspondecia de España, el 20 de diciembre de 1921]
Dicen que este Gobierno no nato
se va a ir a pique
antes de nacer.
Parodiemos pues al pobre
Jorge Manrique
aunque sea para pasar el rato.
Nuestras vidas son Gobiernos
que mueren antes de empezar
siquiera a existir.
Son contrahechos y complicados,
y, cuando empiezan a hablar
y a sentir,
fenecen. Ni dos inviernos
duran lo que dos cortados.
¿Qué se hizo de la constancia,
del donaire, de la sensatez?
Los gobernantes seguros
¿qué se hicieron?
¿De dónde sale tanta estupidez?
La política está rancia.
¡Y, mientras tanto, los euros
al éter se nos fueron!
Recuerde la España dormida,
la de barriga llena y la vacía,
que estamos mil gobernantes
su ineficacia soportando,
y que rauda como Lauda se pasa la vida,
que esto no es cuento, ni ironía.
¡Y que nos están, como siempre, como antes,
la existencia estos sonajas fastidiando!
Si meses dura un Gobierno
maniatado y en funciones
culpa será de algún hado,
de un demiurgo malhechor.
De este nulo gabinete, desdichado y eterno,
estamos ya hasta los cajones
de que sólo rebusque en el pasado
y de pregonar que contra Franco se vivía mejor.