Son tantos y tantas (más ellos que ellas) que no caben en la foto y es que los limitados márgenes de la pantalla (antes negativo) se ven desbordados por semejante superávit de rostros (algunos, ciertamente, de una consistencia próxima al granito) y de sonrisas. Es la viva imagen (¿quién dijo que con más valor que mil palabras?) de este nuevo Gobierno que promete, por su conciencia y honor, cumplir fielmente las obligaciones de sus cargos, con lealtad al Rey, guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, así como mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros y de Ministras.
En una breve ceremonia, desarrollada con arreglo al más estricto protocolo (o sea, sin margen para la gracieta o la mueca irreverente) y huérfana de todo símbolo religioso, se completó el trámite formal que pone en marcha al primer ejecutivo de coalición de nuestra aún joven (frágil, vulnerable y, en muchos aspectos, indefensa) democracia. Su presidente (un mentiroso contumaz y patológico, cuya ambición, desmedida e incluso siniestra, es inversamente proporcional a su talento: se le desconocen otras virtudes que no sean la vanidad, la egolatría y el cinismo) ya ha anunciado, en una de esas comparecencias que son un arrogante soliloquio de lugares comunes, cuando no de sandeces, que este será un gobierno con “múltiples voces” y una “misma palabra”: la suya, que para algo es el máximo responsable de este tinglado, de formulación inédita, gestación acelerada y porvenir incierto.
Desde hoy, el tiempo empieza a contar y, más temprano que tarde, sabremos el alcance (y el más que presumible alto precio) de todas las hipotecas a las que Sánchez se ha comprometido con el único afán de aparecer junto al todavía Jefe del Estado en un retrato de familia que ya es historia.
lleon
Lo que ocurre, estimado Jacarrillo, es que necesitamos un gobierno que saque adelante tantas cosas pendientes: reforma laboral, eutanasia, pensiones, derechos sociales, cambio climático, inmigración, España Vaciada… Y, aunque no sea el mejor posible, quizá en este momento sea el menos malo posible. ¿Qué harían los de Vox sino boicotear cualquier iniciativa posible? Una pena que Inés Arrimadas no entienda que Cs debería irse al centro en vez de aliarse con quienes se sigue aliando. De cualquier forma ¿creen ustedes que el gobierno va a durar los cuatro años?
Leer más
Cualquiera
Al Sr Amaro, seguramente le hubiera gustado más la foto con Vox .
Leer más
jacarrillo
Estimado compañero y maestro: precisamente, lo que más me preocupa de esta situación, en la que se barruntan unos tiempos, como poco, inquietantes (donde aguardan su oportunidad, agazapados, los reptiles que están al servicio de todas las dictaduras), es el desolador panorama que ofrece la oposición parlamentaria. Nos espera una legislatura llena de enfrentamiento, de bronca y de una retórica pre-guerracivilista (de la que ya hemos tenido un bochornoso adelanto en la sesión de investidura) que me espanta. Un cordial saludo.
Leer más
lleon
Un poco fuerte, amigo, eso de “mentiroso contumaz y patológico, cuya ambición, desmedida e incluso siniestra, es inversamente proporcional a su talento: se le desconocen otras virtudes que no sean la vanidad, la egolatría y el cinismo)” ¿No sería un retrato compatible con tantos otros… Casado, Abascal, Inés Arrimadas? Es decir: ¿a quién salvas de nuestra clase política? Saludos cordiales
Leer más