A Dámaso Alonso, con su permiso y mi respetuosa admiración
España es hoy un sudario para más de treinta mil cadáveres (según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo
y me incorporo en este nicho
en el que hace 48 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al transistor,
o ladrar los perros,
o fluir blandamente la luz del flexo.
Y paso largas horas gimiendo como el transistor,
ladrando como un perro enfurecido,
fluyendo como la leche de la ubre amarilla de una gran vaca enferma.
Y paso largas horas preguntándole a Dios,
preguntándole por qué se pudre de tanto infame el alma,
por qué se pudren más de treinta mil cadáveres en este país sin suerte,
en este país de muerte,
por qué cientos de miles de cadáveres sin nombre
se pudren en el mundo ignominioso lentamente.
Dime, Pedro, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día,
las moradas azucenas letales de tus noches?
canariof
Pues habrá que seguir esperando por su afilada prosa, estos últimos ripios(básicamente la culpa es de Pedro y de Pablo) son una simplificación grotesca de un tema muy complejo.
Saludos.
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