A Antonio Molina: espero que me perdone
Monedero, Monedero, enciendes bien la candela
e insultas con tanto esmero que se ciscan en tu parentela.
Monedero, Monedero, aprovecha la ocasión
que tu futuro es muy oscuro,
que tu futuro es muy oscuro…
Ayyyyyyy, trabajando al fin como un cabrón.
Insultando te das una maña
que no hay en España quien descalifique mejor
y sin puñetera gracia sueltas un exabrupto
que de tan bruto solo exhala hedor.
Sin pensarlo de repente
te defecas en la gente
como un demente
que la feroz locura te vuelve repelente.
Monedero, Monedero, enciendes bien la candela
e insultas con tanto esmero que se ciscan en tu parentela.
Monedero, Monedero, aprovecha la ocasión
que tu futuro es muy oscuro,
que tu futuro es muy oscuro…
Ayyyyyyy, trabajando al fin como un cabrón.
Si faltando al respeto decides pasar el rato,
¿por qué no te dedicas a tocar la flauta, chato?
Y si por arte de vil y virloque
sacas una nota al flautín
para complacer a tu amo Rasputín
un como tú fuerte bodoque
no te vayas a creer un as del aparato
que hasta un reloj roto da la hora de rato en rato
y que se sepa no has inventado ni el bicarbonato.
Monedero, Monedero, enciendes bien la candela
e insultas con tanto esmero que se ciscan en tu parentela.
Monedero, Monedero, aprovecha la ocasión
que tu futuro es muy oscuro,
que tu futuro es muy oscuro…
Ayyyyyyy, trabajando al fin como un cabrón.