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El callejón
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Diálogo entre besug@s

¡Eres cocainómana, mala madre, hija de puta, con todo lo que hemos luchado las mujeres, contigo se pierde todo! ¡Hija de puta, puta, zorra, que te follas a todos los policías municipales! ¡Si fuera tu hijo tendría que cogerte un arma y pegarte un tiro!”

Isa Serra, nueva portavoz nacional de Podemos, a dos agentes de la Policía Municipal de Madrid, en plena calle, 2014

Insolente, presumida,

fanfarrona y pendenciera,

procediendo cual villano,

te corteja un caballero

que tan sólo la ropilla

y el nombre tiene de tal.

Si él os pide vuestra honra,

indiferencia brindaros prefiero;

él es la fuerza insolente

y yo soy el madrigal.

Hijoputa y mamporrero,

no me cortejan ni en febrero;

y tus chanzas ruines

me las paso por el felpudo

que ofende solo el que pudo

y las razones se las mete en el culo.

Y por eso agradecida viviré

y siempre a Pablo serviré.

Mas no se logra el amor

sin sembrar antes rencor;

precisa llegar al alma

como a la tempestad sigue la calma.

Moza, madrileña,

castiza por más señas,

vuelve hacia Dios los ojos

y se calmarán tus enojos.

Moza, no seas marrana

y sé más galana;

que ese rufián te toma el pelo

encendiendo tu ardiente anhelo

sin darle verdadero consuelo

a tu poder querer

y a tu querer poder.

Gilipollas, chapero,

tú eres un puto madero

que quiere joderme, pajero,

y hasta la polla

estoy de tíos como tú, pajillero;

dejadme en paz, cabrones,

lacayos de los Borbones;

mamones, no podréis evitar

que os vayamos a reventar.

Flor y mujer que en ti habita,

libérate de tu mitad cainita

y recupera el buen juicio

antes de que seas desperdicio

de la horda podemita.

Que te follen por detrás y por delante,

jodido hijoputa cargante;

cómele el tarro a otra, pedante.

Hija, hermana, no quiero ser cruel

pero si persistes en ser fiel

a individuos de tal ralea

presiento que la misma marea

de indignados pandemita

hará que todo Dios dimita

y los mismos fulgores rojos

de su fuego te abrasarán los ojos.

Que la ira es hija ciega

de quien con odio la riega.

Anda y que te den, capullo,

yo a lo mío y tú, a lo tuyo.

Pues oye, rosa chabacana,

violencia, crueldad temprana,

reconsidera mi consejo,

que más sabe el diablo por viejo.

Tío plasta, guarro, pendejo,

tus palabras me las paso por el conejo.

Oh, Señor, perdona

y sus pecados condona

a tan soez belladonna

que no curraría en Mercadona

por lerda y marimandona.

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