Viene una ola, viene una ola, viene una ola,
viene una ola y el Covid te aparta de mí.
Dame la mano, dame la mano, dame la mano,
dame la mano, haz un esfuerzo y agárrate a mí.
¡Oh, no, por Dios, Simón, vuelve aquí, oh, señor!
Por favor, sálvanos, Simón, te lo pedimos, no seas traidor.
Ayúdanos, perfecto experto, ayúdanos, buen doctor.
Oh, Dios, perdónalo, es nuestro gran benefactor
pero está más quemado que el estárter del tractor de un koljoz.
Viene otra ola, viene otra ola, viene otra ola, viene otra ola…
Y a todo el mundo le da igual
si la ola va y viene y vuelve la cola
a colapsar las urgencias en el hospital.
Qué pesadilla, de nuevo aparece Illa, hecho ya papilla,
sin saber qué hacer con la mascarilla.
¡Oh, no, por Dios, aquí vuelve otra vez! ¡Oh, no, señor, por favor!
Yo te lo pido: ¡líbranos de este nuevo pavor!
Que ahí vuelve imparable a golpearnos a estribor y babor.
Perdónanos, que ya hemos tenido suficiente dolor.
¡Oh, cielos, no! Viene otra ola, viene otra ola, viene otra ola, viene otra ola…
Y adiós.