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El callejón
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Los miserables

¿Cuál es el precio de la mentira? No es que la confundamos con la verdad. El peligro real es que después de oír suficientes mentiras entonces dejamos de reconocer la verdad. ¿Qué queda hacer entonces, aparte de renunciar a la mínima esperanza y conformarnos con historias? Y en estas historias no importa quiénes son los héroes, solo queremos saber quién es el culpable. (…) Los secretos y mentiras son los que prácticamente nos definen. Cuando la verdad ofende, mentimos hasta que no recordamos la verdad. Pero sigue ahí. Cada mentira que contamos es una deuda con la verdad. Tarde o temprano esa deuda se paga”

Chernobyl, Craig Mazin

Señor presidente:

¿Me permite usted, dentro de mi condición de ciudadano español, que tributa en este país y con derecho a sufragio, decirle que su desafortunada gestión en esta crisis sanitaria está marcada por la más vergonzosa, por la más imborrable de las ignominias?

Por ahora ha salido usted airoso de las sucias maniobras que caracterizan a su mandato, apenas horas después de alcanzar la mayoría exigua de ciento veinte diputados que obtuvo en las elecciones generales, celebradas en noviembre pasado. Desde entonces y hasta hoy no ha dejado de desdecirse y contradecirse, haciendo de la mentira y la añagaza el principal recurso dialéctico para asaltar el poder y mantenerse en él.

El pasado jueves apareció usted radiante, con el luto riguroso que correspondía a la ocasión y que tanto tardó en mostrar en su indumentaria mientras a diario fallecían por miles sus desdichados y desdichadas compatriotas, en el solemne acto laico de honras fúnebres a las víctimas del Covid-19 (al menos a las más de veintiocho mil que usted y su muy multitudinario gobierno reconocen), volviendo a usurpar, con fingido respeto, todo el protagonismo al Jefe del Estado, su majestad el Rey Felipe VI, cuya figura sus medios de comunicación lacayos han tratado de anular y minimizar durante los tres meses que se ha prolongado el confinamiento. Periodo que, so pretexto de la preservación de la salud pública, le ha servido a un ejecutivo tan negligente e irresponsable como el suyo (como pronto tendremos ocasión de comprobar) para perpetrar el mayor ataque a algunas de nuestras libertades fundamentales que jamás hayamos sufrido desde la instauración del actual régimen democrático. España tiene escrito sobre el rostro la sombra de semejante bajeza y la historia escribirá que fue bajo su presidencia cuando se perpetraron tales tropelías.

Diré, por tanto, la verdad, puesto que la justicia, regularmente sometida, no lo hace, plena y enteramente. Mi deber cívico es hablar, no puedo ser cómplice. Mis noches estarían llenas de vergüenza por el espectro de tanta víctima inocente que expía con su vida y con su muy quebrantada salud la criminal imprudencia de quienes faltaron al más elemental deber de cuidado y que, en razón de su cargo, incurrieron en la peor de las temeridades.

A diferencia del célebre proceso y condena al capitán Alfred Dreyfus (1859-1935), aquí no se trata de que un solo hombre nefasto lo plantease todo. Es de esperar que algún día, más pronto que tarde, una investigación honesta establezca con claridad las terribles omisiones, las espeluznantes decisiones y la larga cadena de irresponsabilidades que llevaron a que nuestro país figure hoy entre los más golpeados y perjudicados por el virus infeccioso procedente de la República Popular China.

La secuencia de hechos (incontestables en su abrupta y demoledora realidad) es la que sigue:

1. El 31 de diciembre de 2019 la Comisión Municipal de Salud y Sanidad de Wuhan (en la provincia de Hubei, China) informa de la existencia de 27 casos de neumonía de etiología desconocida a la oficina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Pekín.

2. El 7 de enero de 2020 China identifica la enfermedad como Coronaviridae SARS-CoV-2. Tres días después, las autoridades sanitarias del país informan de la primera víctima mortal causada por dicho virus.

3. El 18 de enero el Centro MRC para el Análisis Global de Enfermedades Infecciosas del Imperial College de Londres, que asesora al gobierno del Reino Unido y a la OMS, anuncia que los casos de infección en Wuhan son 1.723 y no los 60 que reconoce China.

4. El 20 de enero la Comisión Nacional de Salud de China confirma la transmisión entre humanos del nuevo coronavirus.

5. El 21 de enero José Antonio Nieto González, facultativo médico y jefe de Prevención de Riesgos Laborales en la dirección general del Cuerpo Nacional de Policía, eleva a la dirección general un informe en el que advierte del peligro que entraña este virus y la necesidad de tomar medidas. En el documento se solicita equipar a los agentes desplazados a los puestos fronterizos y aeropuertos con mascarillas FPP2 o FPP3, guantes de nitrilo y material de protección, y se pide un control exhaustivo para los pasajeros procedentes de China y otras zonas infectadas. En dicho informe, donde se aconseja evitar las aglomeraciones, se incluye la nota de que el virus podía ser “potencialmente mortal”. A instancias de sus superiores, José Antonio Nieto se ve obligado a borrar dicha advertencia ante la posibilidad de despertar la alarma en la opinión pública.

El informe, paralizado en un despacho durante tres días, se remite el 24 de enero a la subdirección general de Recursos Humanos del Cuerpo Nacional de Policía y es reenviado posteriormente a todos los puestos fronterizos y terminales aeroportuarias.

Dos días después, el 26 de enero, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, emplazados en fronteras y aeropuertos, empiezan a utilizar guantes y mascarillas, de acuerdo a las recomendaciones formuladas por el jefe de Prevención de Riesgos Laborales.

6. El 22 de enero la OMS se reúne de urgencia en Ginebra para analizar el riesgo de esta epidemia. Después de debatir durante horas si declarar el estado de emergencia internacional, finalmente los máximos responsables de este organismo deciden esperar.

Ese mismo día, la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH) emite un comunicado en el que afirma que el riesgo de que se produzcan casos en España de este nuevo coronavirus es “muy bajo” y asegura que “se dispone de los sistemas de vigilancia epistemológica adecuados para detectar cualquier caso importado y, en caso de sospecha, activar las medidas de aislamiento necesarias para evitar la transmisión”.

En línea con este comunicado, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que es licenciado en Filosofía, sin experiencia profesional alguna en el ámbito de la gestión sanitaria y que ha asumido el cargo apenas unas semanas antes, declara ese día: “Nuestro país cuenta con recursos y con un buen sistema de coordinación con las comunidades autónomas y estamos preparados para actuar ante cualquier eventualidad”.

Sin embargo, Luis Enjuanes, jefe del Laboratorio de Coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología, alerta ese mismo día que, al contar con una población china amplia, es posible que el virus llegue aquí: “La medida que se podría tomar es el control de los vuelos procedentes de China, a través de una encuesta a los viajeros. Saber si han estado en la ciudad de Wuhan y, en base a eso, hacerles una entrevista y tomarles la temperatura. Es lo que se está haciendo ya en varios aeropuertos de Estados Unidos. Además, estamos en vísperas del Año Nuevo chino, en el que se espera que tres millones de ciudadanos chinos viajen a sus lugares de origen. Es el mayor movimiento de población humana que se da en unas fechas concretas en el mundo, lo que complica mucho la situación, teniendo en cuenta que se transmite entre personas”.

No hay que ser muy experto en la materia para suponer que tales advertencias cayeron en saco roto.

7. El 23 de enero China anuncia el confinamiento de la ciudad de Wuhan, con once millones de habitantes, y su gobierno informa de que ya ha habido 26 víctimas mortales y 887 infectados por el virus.

8. El 24 de enero la cuarentena en China se impone a cuarenta millones de personas en un total de trece ciudades. Los hospitales comienzan a colapsar, se impone el uso obligatorio de mascarillas y se invita a denunciar a aquellos ciudadanos que no la utilicen.

El director general de la OMS, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, defiende las medidas adoptadas por China y afirma que no sólo ayudarán a controlar el brote en el país sino que también “minimizarán las posibilidades de que este brote se extienda internacionalmente”.

[Se da la circunstancia de que el tal Tedros Adhanom Ghebreyesus no es médico. Antes de ser nombrado director general de la OMS, su experiencia en el sector se limitaba a sus siete años de ministro de Sanidad (2005-2012) en el ejecutivo de Hailemariam Desalegn, señalado en numerosas ocasiones por la ONG Human Rights por hostigar a la población e implantar un régimen autoritario sobre el que pesa la acusación de haber cometido delitos contra la humanidad. En su etapa al frente del ministerio de salud pública, Tedros Adhanom negó y ocultó la existencia de tres brotes de cólera en el país que provocaron miles de muertos. Esta actuación le supuso la reprobación de Naciones Unidas y estuvo a punto de costarle su candidatura a dirigir la OMS. No obstante, y a pesar de tan calamitosas referencias, Adhanom se convirtió en el primer africano al frente de esta organización internacional, gracias al respaldo de Barack Obama y de China, potencia que es el principal aliado económico de Etiopía y de otras muchas repúblicas africanas. Quizá esta política de alianzas explique el hecho de que China haya vetado el ingreso de Taiwán en la OMS y que dicho organismo hiciera caso omiso a la voz de alarma que las autoridades taiwanesas realizaran a finales de diciembre de 2019, en el sentido de que había un brote de neumonía vírica en Wuhan que se transmitía rápidamente entre personas. La adopción de medidas preventivas en esta isla de 24 millones de habitantes impidió que la posterior pandemia se extendiera con los devastadores efectos que hemos conocido en el resto del mundo.]

9. El 25 de enero la prestigiosa revista The Lancet publica un estudio en el que advierte del riesgo de las personas asintomáticas: se han descubierto los primeros casos de enfermos que no presentan ni tos, ni fiebre, ni dificultades respiratorias. El estudio llama la atención sobre la importancia de rastrear y poner en cuarentena a los infectados tan pronto como sea posible para evitar que los asintomáticos puedan propagar la enfermedad.

En España se anuncia un caso sospechoso de coronavirus en Granada.

10. El 27 de enero la OMS eleva el nivel de amenaza internacional de la epidemia de “moderado” a “alto”.

11. El 30 de enero el gobierno de Italia confirma los dos primeros casos de coronavirus y el primer ministro, Giuseppe Conte, anuncia la suspensión de todos los vuelos con China.

El comité de emergencia de la OMS declara la emergencia sanitaria internacional por el brote del nuevo coronavirus.

En nuestro país se continúa sin hacer controles en los aeropuertos y se sigue permitiendo la llegada de viajeros procedentes de China que hacen escalas previas en otros países.

La revista The Lancet publica un nuevo estudio sobre el virus. En él se desmiente la cifra de contagios publicitada por el gobierno chino y se asegura que la cifra real podría ser hasta siete veces superior.

12. El 31 de enero se confirma en España el primer caso de coronavirus. Se trata de un turista de nacionalidad alemana que se encuentra en La Gomera. Comparece, por vez primera en esta crisis, Fernando Simón, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del ministerio de Sanidad y afirma: “Nosotros creemos que España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado. Esperemos que no haya transmisión local. Si la hay, será transmisión muy limitada y controlada. Hay indicios de que esta enfermedad sigue sin ser excesivamente transmisible. Sigue habiendo una sola zona, una sola provincia de China con transmisión comunitaria real; en otras zonas hay una transmisión limitada y controlada, y por lo tanto parece, además con el número de casos nuevos que van notificándose día a día, que la epidemia tiene posibilidades de empezar a remitir”.

[Dada la relevancia que el nuevo Gobierno decidió otorgar a este hombre, conviene que nos detengamos aunque sea brevemente en su currículum. Natural de Zaragoza, donde nació en 1963, e hijo de un reconocido psiquiatra, cursó estudios de Medicina en su ciudad natal y, al terminar la carrera, hizo sustituciones en diferentes pueblos de la provincia de Huesca, donde se colegió. Simón no tiene ni el doctorado ni ha hecho el MIR. Al año de terminar la carrera, se marchó a África, donde permaneció hasta 1998 y prestó sus servicios para una ONG. Ha estado en Burundi, Somalia, Mozambique, Tanzania o Togo. Y, tras dos años de estancia en Gran Bretaña, se diplomó en Epidemiología por la London School of Hygiene and Tropical Medicine. Después, se fue a Guatemala y a Ecuador y, en 2001, a París, como epidemiólogo, al Instituto de Vigilancia Sanitaria. Además, se graduó en el Programa Europeo de Formación de Epidemiología de Intervención. Regresó a España en 2003, cuando le propusieron montar la Unidad de Alertas y Emergencias de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica. La dirigió hasta 2011 y, al año siguiente, se incorporó como coordinador nacional de los organismos españoles del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), desde donde se le describe como un profesional con “amplia experiencia en vigilancia de la salud pública, investigación, planificación de la preparación y control de enfermedades infecciosas en diferentes entornos”. En febrero de 2013, se anunció en el BOE su nombramiento como director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. En 2015, se le concedió la Encomienda de la Orden Civil de Sanidad por su labor durante la crisis del ébola. Simón lleva más de veinte años casado con María Romay Barja, con quien tiene tres hijos, y de quien se ha dicho que es sobrina del ex-ministro de Sanidad en el primer gobierno de Aznar, José Manuel Romay Beccaría, aunque dicho parentesco ha sido desmentido por el entorno del ex-ministro.]

13. El 1 de febrero la revista Forbes publica un artículo cuyo titular despeja dudas a la par que alimenta la incertidumbre: “¿Por qué el coronavirus es una mayor amenaza a la economía global que anteriores epidemias?”

14. El 3 de febrero el ministro de Sanidad de Singapur, Gan Kim Yong, se dirige al parlamento singapurense para informar sobre el Covid-19. En su intervención aporta los siguientes datos:

1. Este nuevo coronavirus es más contagioso que el SARS pero menos mortal.

2. Se propaga a través de las gotas que expulsamos cuando estornudamos y tosemos. También, al entrar en contacto con superficies contaminadas y posteriormente tocarnos los ojos, la nariz o la boca. Resulta fundamental mantener la higiene en las manos.

3. El uso de mascarillas es esencial para evitar contagiarnos y contagiar a los demás.

4. Los primeros estudios realizados demuestran que hay un porcentaje considerable de personas asintomáticas que pueden contagiar a los demás.

15. El 4 de febrero la embajada de China en España muestra su malestar por las muestras de discriminación hacia sus nacionales que empiezan a observarse en nuestro territorio. Los viajeros procedentes de este país siguen entrando a España sin ningún tipo de control.

Por su parte, en esta fecha y a la vista de los datos disponibles, el Gobierno decide crear un comité interministerial. En ese comité colaboran diferentes departamentos para -en palabras de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo- “adelantar algunas cuestiones que podían ser absolutamente obligatorias, llegado el caso, de coordinación de políticas que tenían que ver con Interior, Defensa, naturalmente Sanidad, obviamente también con todas las políticas de Movilidad y con algunas que, en segundo lugar, se podían ver afectadas, fundamentalmente de Educación”.

Dicho despliegue se llevó a cabo porque, según la propia Calvo, “estábamos hablando de una emergencia y, por el conocimiento de los técnicos, una emergencia de estas características podía conducir a la expansión de un virus sobre el que la OMS todavía decía que era controlable”.

Este comité interministerial empezó a reunirse y lo hizo “seis veces: tres en rango técnico” a fin de que, “los expertos pusieran al Gobierno sobre la pista de algo que fuera más que una simple emergencia controlable como decía la OMS”. Las tres reuniones técnicas se celebraron el 26 y el 28 de febrero y el 6 de marzo. Los otros tres encuentros se llevaron a cabo “con la presencia del presidente” los días 25 de febrero y 10 y 13 de marzo.

16. El 5 de febrero la OMS solicita a todos los países miembros un fondo de 613 millones de euros para hacer frente al nuevo coronavirus. La directora de salud pública de este organismo, María Neira, se muestra confiada, en una entrevista, de que “vamos a poder controlar el virus”.

17. El 6 de febrero fallece víctima del virus el doctor Li Wenliang, a la edad de 34 años, uno de los primeros facultativos que alertó del riesgo de la epidemia el 30 de diciembre. Detenido por las autoridades chinas, bajo la acusación de “difamar y perturbar severamente el orden social”, Li había difundido por WeChat (una app muy utilizada en su país) la noticia de que corría por Wuhan un virus muy similar al SARS y que había afectado a varias personas en poco tiempo. Las autoridades chinas le hicieron firmar una carta de rectificación y una semana antes de morir declaró en exclusiva al New York Times: “Si los funcionarios hubieran divulgado antes la información referente a la epidemia, creo que todo habría sido mucho mejor. Debería haber más transparencia y apertura. (…) Me entristeció mucho ver a tanta gente perder a sus seres queridos”.

18. El 7 de febrero el catedrático en Microbiología, César Nombela, declara en Onda Madrid: “La envergadura de la extensión del coronavirus en China podría ser tres veces mayor”.

19. El 9 de febrero se confirma el segundo caso de coronavirus en España. Fernando Simón comparece para, entre otras cosa, afirmar que “esto no implica un incremento de riesgo para nuestro país, puesto que no ha habido transmisión en España”.

20. El 10 de febrero desaparecen, sin que se vuelva a tener noticia de ellos, Chen Quiushi y Fang Bin, dos periodistas chinos que estaban informando, a través de Twitter y Youtube, sobre lo que se vivía en los hospitales de Wuhan: con imágenes tomadas de forma clandestina de salas y pasillos atestados y pacientes extremadamente graves.

21. El 12 de febrero los organizadores del Mobile World Congress, en Barcelona, anuncian su cancelación, apenas veinticuatro horas después de que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, afirmase que “no había ninguna razón de salud pública para suspender o aplazar” dicho congreso. En este sentido, Fernando Simón afirma: “Lo cierto es que la incidencia de la gripe es muy, muy superior a la que pueda tener el coronavirus. Por lo tanto, aunque puede aparecer algún caso, eso es obvio y se ha dicho repetidamente; lo cierto es que la probabilidad de que todas esas posibles señas de riesgo sean positivas es muy, muy baja. Hace años que estamos trabajando en nuestras capacidades de preparación de respuesta para precisamente situaciones como esta”.

22. El 13 de febrero, ante los primeros informes que prevén un preocupante impacto económico de la epidemia, la vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, declara: “Me parece totalmente prematuro hacer estimaciones del posible impacto que, en todo caso, sería bastante indirecto en nuestro país”.

Ese mismo día, Salvador Illa participa en la reunión extraordinaria del Consejo de Sanidad de la Unión Europea y recalca que España “tiene suficientes suministros y personal de emergencia”. Por su parte, Fernando Simón insiste en que “aquí no hay transmisión y hasta ahora no hay riesgo de infectarse”.

23. El 15 de febrero Francia notifica la primera muerte en territorio europeo de un paciente por coronavirus.

24. El 16 de febrero, en el curso de una entrevista realizada por la periodista Ana Pastor, en el programa de La Sexta, El objetivo, Fernando Simón reconoce, entre risas, que le sorprende el “exceso de preocupación” de la gente ante la amenaza de la epidemia. Horas más tarde, en otro espacio de esta misma cadena, Ana Pastor entrevista a María Neira, directora de salud pública de la OMS, quien recalca: “Nosotros hemos dicho que no es necesario ni cancelar, ni evitar la movilidad ni el comercio”.

25. El 17 de febrero fallece, a causa del Covid-19, Liu Zhiming, el director del hospital principal de Wuhan, y tan solo dos días después el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades publica el más amplio estudio realizado hasta la fecha y en el que se han investigado más de cuarenta mil casos confirmados. En el informe se deja constancia de que el virus ataca, fundamentalmente, a las personas mayores aunque existe riesgo real de fallecimiento entre pacientes jóvenes.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, se muestra tajante a la hora de recordar que “trabajamos siguiendo las recomendaciones de la OMS, que no ha emitido ninguna en el sentido de restringir ni el tráfico de mercancías ni el de personas”.

26. El 19 de febrero se reúne por vez primera el comité de situación, un organismo previsto en la Ley de Seguridad Nacional de 2015. Ese comité se ha reunido en cinco ocasiones: el 19 de febrero y, después ya, el 16 de marzo y el 6, 17 y 28 de abril.

Este comité es el que puede asesorar directamente al presidente del Gobierno para suministrar todo tipo de datos de tal manera que pueda tener un diagnóstico certero de las decisiones que se pueden ir tomando. Este órgano ha estado presidido en todas sus reuniones, salvo una, por la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo.

Para mayor eficacia -precisó en sede parlamentaria meses después la propia Calvo-, se activó también “una célula de coordinación que se ha reunido todos los días a partir del 19 de febrero”. Esta célula “registra todos los datos que el Gobierno puede necesitar para el seguimiento de la pandemia, la movilidad, el contagio, los sanitarios y todo tipo de datos que suministra también el servicio de Inteligencia”.

27. El 20 de febrero Corea del Sur anuncia un aumento significativo de los contagios, que ascienden a 110 y registra la primera víctima mortal. Las autoridades sanitarias de este país reconocen una “crisis sanitaria sin precedentes” y solicitan a sus ciudadanos que no salgan de sus casas y opten por el teletrabajo.

28. El 21 de febrero el nuevo coronavirus golpea de lleno a Italia. Se declara el confinamiento de diez pueblos afectados y cincuenta mil personas son encerradas en sus casas en la región de Lombardía.

En un sorprendente giro a su política de comunicación, el director general de la OMS, Tedros Adhanom, avisa que “el tiempo se está acabando” e insta a los países a tomar decisiones que cinco días antes este organismo no recomendaba tomar.

29. El 23 de febrero el gobierno de Italia recrudece las medidas de seguridad, con la prohibición de entrada y salida de las localidades en cuarentena. Se reconocen 157 casos y tres muertos.

En España, Fernando Simón comparece en rueda de prensa y vuelve a llamar a la calma: “El virus en España no está. No se ha detectado ningún otro caso y ahora mismo no tenemos ningún caso en investigación, pero sí que es cierto que nuestro intercambio con Italia sí es más alto que nuestro intercambio, por ejemplo, con Irán. En España, ni hay virus, ni se está transmitiendo la enfermedad”.

30. El 24 de febrero, mientras en el norte de Italia se cierran escuelas, cines, museos y teatros, y se suspende el Carnaval de Venecia, Salvador Illa insiste en el mensaje de tranquilidad: “Estamos trabajando en todo un paquete de medidas para ampliar información en puertos, en aeropuertos y para tener toda la red sanitaria preparada para detectar, a la mayor brevedad, posibles casos y descartarlos o darles la terapia que está prevista en nuestros protocolos”.

31. El 25 de febrero el director de la OMS advierte que nos hayamos en la antesala de una “posible pandemia”.

Se confirman cuatro nuevos casos de contagio en España. Dos de ellos son una pareja de turistas italianos, alojados en un establecimiento hotelero en el sur de Tenerife, lo que obliga al confinamiento de un millar de personas dentro de estas instalaciones.

Salvador Illa repite el mismo discurso de la serenidad: “No hay transmisión comunitaria acreditada hasta el momento en nuestro país y por tanto seguimos pensando que estamos en un escenario de contención del coronavirus en España. No hay una prohibición decretada por parte de las autoridades internacionales ni por parte de las autoridades españolas de viajar a ninguna parte. Hago un llamamiento a la ciudadanía para que no caigamos en el alarmismo. (…) En todas las Comunidades Autónomas hay capacidad de hacer test y con una solvencia total. El sistema sanitario está preparado para hacer frente a la situación”.

Esa misma mañana, a las 9 horas y 25 minutos, el corresponsal de Televisión Española en Italia, Lorenzo Milá, había intervenido en directo en el programa Los desayunos de TVE y había respondido a preguntas del presentador Xabier Fortes: “Es un tipo de gripe nueva, no tenemos de momento vacuna, pero al final es un tipo de gripe que como la gripe afecta sobre todo a personas con defensas bajas, con situaciones de salud precaria como las personas mayores, que es lo mismo que ocurre con la gripe común. Y tiene un índice de mortalidad bajísimo, más bajo que la gripe común, en torno al 2 por ciento; por tanto, no podemos hablar de qué sé yo, de virus terroríficos como puede ser el ébola. No, estamos hablando de un tipo de gripe que se cura en la mayoría de las personas que se han infectado. (…) La mayor parte de estos infectados se están recuperando en su casa como si fuera una gripe común, hay menos de la mitad de hospitalizados y apenas 25 personas en la UCI. Esta es un poco la fotografía real que los médicos no se cansan de repetir, pero que, chico, parece que se extiende más el alarmismo que los datos, ¿no?”.

32. El 26 de febrero se da cuenta del primer caso de contagio en España por Covid-19 de alguien que no había viajado al extranjero ni mantenido contacto con ningún ciudadano chino ni italiano. Nuestro país eleva el riesgo de bajo a moderado, aunque Fernando Simón recalca que “es importante que la población no asuma mecanismos de protección que pueden no tener sentido”.

33. El 27 de febrero se confirman dos nuevos casos de coronavirus en España, sin vínculos externos. Ese día, en el ministerio del Interior, tiene lugar una reunión entre representantes de Sanidad y de la dirección general del Cuerpo Nacional de Policía, a la que asiste José Antonio Nieto González, jefe de Prevención de Riesgos Laborales de dicho Cuerpo y que un mes antes había advertido a sus superiores de la necesidad de equipar con guantes y mascarillas a los agentes en puestos fronterizos y aeropuertos. En el curso de dicha reunión, María José Sierra, jefa de área del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, le asegura que el riesgo de contagio para los efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil es “bajo” y que no es necesario el uso de material de protección por estos. Por su parte, José Antonio Nieto no sólo contradice tal parecer sino que sugiere que, dado que la epidemia se esta extendiendo de forma imparable, es conveniente la utilización de monos de protección por los agentes más expuestos.

Su petición es desoída y, días después, Sanidad califica oficialmente de “bajo riesgo” frente al Covid-19 a policías, guardias civiles, bomberos y personal de emergencias.

A pesar de ello, y en cumplimiento de su deber, como jefe de Prevención de Riesgos Laborales en la Dirección General del Cuerpo Nacional de Policía, José Antonio Nieto sigue reclamando que sus compañeros cuenten con el material de seguridad necesario para prestar su servicio tanto en puestos fronterizos o en terminales aeroportuarias, como en la calle.

34. El 29 de febrero ascienden a 58 los infectados en España. Fernando Simón comparece en rueda de prensa y afirma: “Ahora mismo no hay información que nos indique que tengamos que suspender ningún evento como las Fallas. Lo que sí puedo asegurar es que un lavado frecuente de manos, una higiene adecuada y una buena limpieza de superficies reducen el riesgo de transmisión”. A lo que el ministro Illa añade: “No hay que caer en alarmismos. La valoración de riesgos que tenemos nos lleva a concluir que debemos seguir estando en una fase de contención”.

35. El 1 de marzo los contagios han aumentado en Italia las últimas veinticuatro horas un cincuenta por ciento: de las veinte regiones del país, ya están afectadas 16. España confirma 84 casos, cinco de ellos graves. Ya están afectadas 13 de las 17 comunidades autónomas.

Comienzan las Fallas en Valencia. La mascletà diaria congrega a más de 58.000 personas de media. Este acto multitudinario continúa celebrándose ininterrumpidamente hasta el 10 de marzo.

36. El 2 de marzo Italia supera los 2.000 infectados y la cifra de fallecidos se eleva a 52. Desde este día hasta el 8 de marzo llegan a España, procedentes de China e Italia, decenas de vuelos y barcos sin control sanitario de pasajeros. Todo ello a pesar de que el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC), del que es miembro Fernando Simón, avisa que el virus se “propaga rápidamente y puede tener un enorme impacto en la salud pública con resultados fatales en grupos de riesgo”, por lo que desaconseja vivamente la celebración de “actos masivos” y transportes públicos abarrotados.

España registra más de 120 infectados. Fernando Simón descarta la suspensión de manifestaciones y espectáculos de masas. “No por juntarse aparecen las enfermedades. Si estamos en una fase de contención e identificamos correctamente las cadenas de transmisión, no debería ser un problema grave celebrar eventos multitudinarios”.

37. El 3 de marzo Italia cancela todos los eventos deportivos y se recomienda que se celebren a puerta cerrada. Los casos en este país aumentan a 2.263 y las víctimas suman ya 79.

Salvador Illa anuncia que el partido entre Valencia y Atalanta (previsto para el 10 de marzo) se disputará a puerta cerrada, pero no se va impedir la llegada de aficionados procedentes de una de las zonas más castigadas por la pandemia en el país transalpino.

No hay transmisión sostenida de la enfermedad en ningún punto, solo controlada. No hace falta suspender partidos y ningún partido entre clubes españoles está sometido a riesgo de medidas excepcionales”, asegura el ministro de Sanidad.

A pesar de los esfuerzos por intentar ocultar la información por parte de las autoridades sanitarias, este mismo día se descubre que en España se ha producido la primera víctima mortal por coronavirus. Se trata de un paciente fallecido en Valencia el día 13 de febrero. En principio, se le había diagnosticado una neumonía de origen desconocido como causa de la muerte. Por otro lado, en la Comunidad de Madrid, los casos de contagio se duplican.

Consciente de lo que se venía encima, el ministerio de Sanidad recomienda por escrito este mismo día suspender todos los seminarios y congresos médicos.

38. El 4 de marzo, en Italia, la cifra de afectados supera los tres mil y los muertos ya son 107. El gobierno decreta el cierre de todos los colegios y universidades del país.

En España se registra un nuevo fallecimiento y doscientos infectados. Fernando Simón asegura que “no es necesario cerrar colegios o universidades porque no ayudaría a frenar la expansión del coronavirus (…) y el seguimiento de los contactos se puede hacer de forma activa, sin necesidad de cuarentena”.

39. El 5 de marzo el número de infectados en España asciende a 253. Se produce una tercera muerte. El ministro de Sanidad comparece en rueda de prensa para insistir en que “estamos en fase de contención” y preconiza la necesidad de mantener las medidas de higiene personal e invita a la ciudadanía a “aislarse y llamar a las autoridades sanitarias si uno tiene síntomas”.

Este día se reúnen en un despacho del ministerio de Sanidad, además del ministro, el director del Centro de Coordinación de Alertas Sanitarias, Fernando Simón; el secretario general de Sanidad, Faustino Blanco; el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero; y dos representantes de las iglesias evangélicas, con el fin de suspender un congreso que estas confesiones van a realizar en la capital de España en un par de semanas y para el que tienen prevista la asistencia de 8.000 personas. El ministro Illa les comunica la imposibilidad de llevar a cabo este encuentro y Fernando Simón les explica a ambos pastores la grave situación sanitaria que hay, les ofrece datos concretos de contagios y les recalca que se trata de una “pandemia a escala internacional”.

Este es el mismo Fernando Simón que, horas después, ante las cámaras de Antena 3, asegura que “nosotros ahora mismo de coronavirus tenemos medio caso por cada cien mil habitantes y la incidencia de la gripe, cada semana del periodo epidémico, es de entre 100 y 400 o 500 casos por cada cien mil habitantes”, para concluir que si se mantienen los mismos sistemas de contingencia que para la gripe, “nuestros hospitales deberían ser capaces de soportar la presión”.

40. El 6 de marzo en España se elevan a 385 los infectados (un aumento del 25 por ciento respecto al día anterior) y ya se contabilizan ocho fallecidos. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cuya región lidera ya el siniestro ranking, decreta el cierre de los centros de ocio para mayores y jubilados.

El Gobierno recibe sendas advertencias del Consejo de Sanidad de la Unión Europea. La primera de ellas procede directamente de la Comisaria de Salud de la UE, Stella Kyriakides, quien insta a evitar la celebración de actos multitudinarios y avisa de la necesidad de implementar medidas inmediatas en el ámbito sanitario: “Tenemos que asegurar la capacidad hospitalaria” y “la información de los trabajadores sanitarios y la disponibilidad de equipos de protección, especialmente para la población vulnerable”. La Comisaria remarca, a su vez, que “es extremadamente peligroso para todos nosotros que los trabajadores sanitarios no tengan el equipo de protección necesario”.

La segunda señal de alarma procede de nuevo del Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades, que advierte con toda claridad que “si no se ha hecho ya, los Estados miembros deberían activar los mecanismos de Alarma Nacional y planes para asegurar la contención y mitigación con medidas sanitarias, especialmente la disponibilidad de equipamiento para los trabajadores sanitarios y de camas hospitalarias”, así como “garantizar que la población esté al tanto de que este brote de Covid-19 puede afectar gravemente a la sociedad”.

En su diaria comparecencia ante la prensa, Fernando Simón no dice palabra alguna sobre estos dos avisos y, por contra, realiza las siguientes aseveraciones:

No hay transmisión comunitaria generalizada”

Los centros de día no se tienen que cerrar. No podemos generalizar para todos los centros”

No hay que cambiar la vida social”

Tomar muestras a personas asintomáticas no tiene mucho sentido. Lo que no hay que hacer es tomar muestras a todos los contactos porque no aporta información”

41. El 7 de marzo en Italia ya son 16 millones de personas las que viven confinadas en sus domicilios en todo el país. En España se confirman 441 casos, pero no se reportan nuevos fallecidos. De hecho, ni este día (sábado), ni el día siguiente (domingo), se ofrecen datos. La noticia más comentada en la rueda de prensa de Fernando Simón es el contagio, semanas atrás, en La Rioja, de más de sesenta personas que asistieron a un funeral.

Este mismo día, víspera de las manifestaciones convocadas por el Día Internacional de la Mujer, el Gobierno afirma que no hay razón para suspender dichas concentraciones. En coherencia con esta línea de actuación, Simón empieza su comparecencia con una llamada a la tranquilidad: “La situación mejora en algunas zonas”. Luego, interpelado por los periodistas presentes, añade que “la manifestación de mañana es una convocatoria para nacionales en la que en principio participan nacionales, no quiere decir que no pueda haber algunos extranjeros”. “Creo que cada uno tiene que expresar sus ideas como considere y si consideran que tienen que estar en la manifestación que estén, si consideran que no tienen que estar, que no estén. Si mi hijo me pregunta si puede ir, le voy a decir que haga lo que quiera”, finaliza.

45. El 8 de marzo España supera los 600 casos de contagio y 17 muertos, pero tales cifras solo se harán públicas al día siguiente. Toda la labor preventiva del Gobierno se limita a una recomendación que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, pronuncia esta misma jornada, por la mañana: “En un día como hoy, donde habrá manifestaciones importantes, quiero recalcar la importancia de que aquellas personas que presenten síntomas no asistan a las manifestaciones”.

Estas se realizan en todo el país sin restricciones, aunque con una asistencia inferior a las del año anterior: 120.000 personas acuden a la de Madrid, según la Delegación del Gobierno; y 50.000 a la de Barcelona, según la Guardia Urbana.

Varias ministras que asisten a la manifestación de la capital resultan contagiadas. Irene Montero y Carolina Darias son las primeras. Moncloa intenta ocultar el positivo de la vicepresidenta Carmen Calvo, quien llega incluso a ser hospitalizada en la exclusiva Clínica Ruber Internacional. También resultan contagiadas la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, que Moncloa también oculta, la madre del presidente y su suegro, cuyos malos modos y pésima educación han de ser soportados con indignada paciencia por el personal médico que lo atiende de forma preferente de sus leves dolencias, mientras miles de ancianos y ancianas fallecen asfixiados, abandonados, olvidados, en la soledad inmisericorde de sus hogares o residencias de la tercera edad.

43. El 9 de marzo el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, anuncia el confinamiento en todo el país y prohíbe la movilidad.

Tras el silencio informativo del fin de semana, en el que no se actualizan los datos de la epidemia en España, se hace público que los casos de contagio se han duplicado en las últimas veinticuatro horas: hay 1.231 infectados y ya son 16 los fallecidos. Fernando Simón vuelve a comparecer en rueda de prensa y, tras negar que tenga sentido la cancelación de las Fallas y la Semana Santa (“No tiene sentido proponer medidas que no vayan a ser implementadas”), por primera vez reconoce que en nuestro país ya se han identificado casos de transmisión local, “aunque sea a partir de casos importados”.

Por su parte, el ministro Salvador Illa anuncia el cierre de colegios en Madrid, La Rioja, Vitoria y Labastida (Álava). Admite que “estábamos en un estado de contención y ahora estamos en un escenario de contención reforzada”.

Después de la reunión del Comité de Evaluación y Seguimiento del Covid-19, que se celebra en un clima de cordialidad y risas (como se puede comprobar en las imágenes difundidas por los diferentes medios audiovisuales), el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anuncia un plan de choque contra el Covid-19: “Hace ya un par de semanas, el Gobierno de España se ha puesto a elaborar un plan de choque que vamos a poner en marcha cuanto antes. Quiero lanzar, en consecuencia, un mensaje de serenidad y de estabilidad. Tenemos un sistema sanitario robusto, dotado de excelentes, extraordinarios profesionales”.

44. El 10 de marzo España registra 36 muertos. Se suspenden las Fallas de Valencia, las procesiones de Semana Santa y los viajes del Imserso por un periodo de un mes. Salvador Illa asegura que el “cambio de la situación se produce el domingo al anochecer” y añade que “la situación del lunes no es la misma que la del domingo o que la del sábado”.

El Gobierno decreta el cierre de los aeropuertos para los aviones procedentes de Italia. La medida, que también se aplica en los puertos para los barcos de esa procedencia, se toma 40 días después del primer caso de coronavirus en el país transalpino y 39 días en el caso de España. En ese periodo de 40 días, se calcula que llegaron unos 4.000 vuelos sin control alguno, unos 100 diarios, según AENA. Se estima que más de seis millones y medio de personas provenientes de países con importantes brotes de infección entraron en España en los meses de febrero y marzo.

45. El 11 de marzo los casos del nuevo coronavirus en España se elevan a 2.152 y son ya medio centenar los fallecidos. La Comunidad de Madrid concentra la mitad de todos los contagios, con el 66 por ciento de víctimas mortales y el 81 por ciento de todos los pacientes que empiezan a colapsar las UCIS en los hospitales. En contra del criterio del ministerio de Educación, la Consejería madrileña decreta la suspensión de las actividades lectivas en todos los niveles educativos en el ámbito de dicha comunidad.

Fernando Simón comparece ante los medios y afirma: “Ahora mismo es necesario catorce días de implementación de medidas especiales que podrían prorrogarse”. Poco después, durante esta misma intervención, no puede contener las risas cuando habla de la probabilidad de transferencia de grandes grupos de población.

La OMS califica la crisis sanitaria internacional de “pandemia”.

46. El 12 de marzo en España se registran ya 2.968 casos de infección y 84 fallecidos.

47. El 13 de marzo los casos de infectados se disparan hasta los 4.231 pacientes (casi la mitad, 1.990, en Madrid), y ya hay 21 fallecidos. Los servicios de urgencias colapsan y, como si se tratasen de hospitales de campaña, en el fragor del combate, los equipos médicos empiezan a realizar triaje, ante la evidente escasez de material sanitario. El presidente del Gobierno comparece para anunciar que al día siguiente será decretado el estado de alarma. Se moviliza a la Unidad Militar de Emergencia y todos los recursos disponibles en materia sanitaria pasarán al mando único del gobierno central.

48. El 14 de marzo España suma 5.753 contagios por coronavirus, 1.500 en apenas 24 horas. La cifra de fallecidos aumenta hasta 136. Tras una maratoniana sesión del consejo de ministros, que se prolonga a lo largo de más de ocho horas y a la que asiste el vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales, Pablo Iglesias, saltándose la cuarentena, al convivir con la ministra de Igualdad, Irene Montero, ausente por haber contraído el Covid-19, el Gobierno decreta el estado de alarma por un plazo de quince días prorrogables. La ciudadanía es obligada a confinarse en sus domicilios, excepto para acudir a farmacias o supermercados, y cesa toda actividad económica, salvo algunos sectores considerados esenciales.

Este mismo día, como funesto colofón a tres meses de infames omisiones, de falta total de previsión (con catastróficas consecuencias para la salud de la ciudadanía), se hace público que José Antonio Nieto González, jefe de Prevención de Riesgos Laborales en la dirección general del Cuerpo Nacional de Policía, que el 21 de enero había elevado a sus superiores un informe en el que advertía del peligro que entrañaba el Covid-19 y la necesidad de dotar de material de protección a los agentes desplazados a los puestos fronterizos y aeropuertos, ha sido cesado en su cargo de manera fulminante. Dicha decisión, que no se justifica con ningún motivo, es calificada como “hecho muy grave” por el Sindicato Unificado de la Policía. Semanas después, interpelado en sede parlamentaria por las razones de este cese, el aún ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, alega “falta de confianza” en el aludido y “deslealtad” en el ejercicio de sus funciones. La Dirección General del Cuerpo Nacional de Policía tardó quince días, y en pleno estallido de la pandemia, en encontrarle sustituto.

* * *

Y hasta aquí el recuento de los principales antecedentes de hecho y el repaso a los groseros errores en los que incurrió su gobierno, señor presidente.

Permítame que me despida sin mostrarle el más mínimo signo de respeto, ya que no merece tal quien no ha sido capaz ni de pedir perdón ni de expresar la menor muestra de conmiseración (y empatía) hacia las más de cuarenta y cinco mil víctimas mortales de una tragedia que, en su mayor parte, pudo haberse evitado.

Reciba pues mis mayores desprecios, señor presidente, y le recuerdo aquí y ahora las palabras que le dirigió a su homólogo en Francia el escritor Émile Zola, a resultas del caso Dreyfus. Solo espero que algún día, en un futuro no demasiado lejano, la Historia (con mayúsculas) lo coloque a usted en el (minúsculo) lugar que se merece.

“Es un crimen más haberse apoyado en la prensa sucia, dejarse defender por toda la chusma de París, para que la chusma triunfe insolentemente en la derrota de la ley y en la simple probidad. Es un crimen haber acusado a quienes deseaban una Francia noble, a la cabeza de las naciones libres y justas, de molestarla, cuando se tuerce el descarado complot para imponer el error, ante el mundo entero. Es un delito perder la opinión, utilizar para un trabajo malicioso esta opinión, pervertida hasta el punto de volverse delirante. Es un crimen envenenar a los pequeños y humildes, envenenar las pasiones exasperadas de la reacción y la intolerancia, refugiándose en el odioso antisemitismo, del que, si no se cura, morirá la gran Francia liberal de los derechos humanos. Es un crimen explotar el patriotismo por obras de odio, y es un crimen, finalmente, convertirse en sable del dios moderno, cuando toda la ciencia social está con trabajo para la obra de verdad y justicia más cercana. (…) Por lo tanto, esa es la simple verdad, Sr. Presidente, y es espantoso, seguirá siendo una mancha para su presidencia. Dudo mucho que no tenga capacidad en este asunto, que sea usted el prisionero de la Constitución y de su entorno. No obstante, tienes el deber de un hombre, en el que pensarás y que cumplirás. No se trata, además, de que desespere lo mas mínimo sobre las posibilidades de triunfo. Lo repito con una certeza más vehemente: la verdad avanza y nada la detendrá. Hoy, el asunto no hace más que empezar, ya que hoy sólo están claras las posiciones: por un lado, los culpables que no quieren que llegue la luz; por otro, los portadores de la justicia que darán su vida para verla venir. Lo dije en otra parte, y lo repito aquí: cuando uno encierra la verdad bajo tierra, se amontona allí, lleva allí una fuerza tal de explosión que el día en que estalla hace que todo salte con ella. Veremos, si no nos preparamos para más adelante, el más sonoro de los desastres”.

* * *

El desprecio a las víctimas, el trato vejatorio a los ancianos, el abandono del personal sanitario, que tuvo que recurrir a realizarse sus propios EPI con bolsas de basura, plásticos y otro tipo de materiales, es imperdonable. Nadie, excepto un fanático con escaso juicio, puede defender lo que ha vivido España en términos sanitarios. Un infierno que ha dejado un reguero de dolor en el que decenas de miles de ciudadanos no han podido despedirse de su padre, madre, hermano, abuela, abuelo, hijo, hija, marido, mujer, nieto, nieta, etc. La realidad y la muerte no entienden de ideologías y han sido todos los ciudadanos los que han pagado las consecuencias.

Hay que ser profundamente corto, fanático, sectario y mala persona, para defender la gestión realizada por Pedro Sánchez y su tropa. Nadie con un mínimo de amor por sus semejantes puede afirmar tal cosa. Primero, porque los números no engañan y demuestran que hemos sido el peor país del mundo (que se dice pronto). Segundo, porque es evidente que se engañó a los españoles durante meses para ocultar la realidad y, tercero, porque contamos con el personal sanitario más infectado del mundo. (…) La inmensa mayoría de las muertes podrían haberse evitado simplemente poniendo la salud de los ciudadanos por delante de la ideología. Desgraciadamente, no fue así y el Gobierno decidió que lo importante no era nuestra seguridad, sino su propaganda política acompañada por los miserables medios de comunicación que también tienen una responsabilidad directa por haber llegado hasta aquí”

Jano García, La gran manipulación. Cómo la desinformación convirtió a España en el paraíso del coronavirus, La Esfera de los Libros, Madrid, 2020

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