Al gran e irrepetible Willie Colón
Ruge la epidemia embravecida,
rompe la ola desde el horizonte,
corta la mar la nave de Caronte
con la majestad que Tánatos inspira.
La guadaña china va pasando,
recorriendo el reino que domina
con médicos que solo tienen mercromina.
Hoy no habrá perdón para tu vida:
es el tiburón que te va buscando,
es el tiburón que nunca duerme,
es el tiburón que te va acechando,
Albertito Garzón, huye de la muerte,
que es el tiburón de la mala suerte,
y se traga a un polizonte
como tú, que pensar (o nadar) no es su fuerte.
Y tu gobierno inútil va palmando
mecido por la brisa soplando
de tanto vocero que los está embaucando
con su necio canto convocando
a las estrellas de la noche
que viajeras van flotando
sobre la luna que en coche
fúnebre pasea por un desierto
de hoteles cerrados y solo despierto
permanece el tiburón esperando;
solo el tiburón sigue acechando
al que por la orilla va andando
y la salud del resto ignorando
y de los demás pasando.
Muérdelo, pa’ que sepa qué es dolor
cuando no hay ni respeto ni honor;
pa’ que vea que en nuestra patria al mamón
se los come el tiburón.
Vamos, dale duro, sin vacilón,
y que no quede entero ni un solo mamalón.
Que nuestra fuerza está en la unión
y en ella la salvación de la nación.
Si lo tuyo es la mentira y la especulación,
mándate a mudar, so ladrón;
que si te soltamos al tiburón
entonces no te salva, Garzón,
ni tu tocayo, el ex juez del ron
de sobremesa con Villarejo,
tremendo tipejo,
ese gran ca…zón.