A Braulio
Yo nací en otro lado
de este mar nuestro cansado
que te reza,
Padre Teide,
con la certeza
del que no se ha confesado.
Y desde Idafe,
en la distancia,
me ganó la prestancia
de tu fe
en un mundo honrado.
Entre cortes de energía
de la UNELCO compañía,
Padre Teide,
has reinado
desde que eras Echeyde
para los gloriosos guanches
que a tu lado
pastoreaban su ganado
buscando abrigo y cuidado.
Teiderife, Teiderife,
desde Teno a Taganana,
desde El Puerto hasta Arico.
Te engrandeces en la distancia
sin necesidad de lírica rancia
ni de guiris ocupados en la vagancia
de dejarte en divisas un pico.
Cuántas veces la cigarra
se perdió por La Laguna
tocando en la tuna
y yendo de farra en farra,
de barra en barra,
con algo de pan en la boca
porque a mí me toca.
Cuántas veces la alborada
sorprendió a las parejas en el Camino
Largo, ebrias de amor y de vino.
Teiderife, Teiderife, qué tardanza,
cuando pienso en las horas pasadas
en cunetas y en paradas
esperando la guagua de La Esperanza.
Teiderife, Teiderife,
desde el Macizo de Anaga
a la Caleta de Adeje;
desde El Tanque
a Vilaflor,
pasando por Granadilla,
Guaza, San Miguel, Chimiche
y Arona en todo su esplendor.
Teiderife, Teiderife, a pesar del piche
y del continuo tranque
que es la eléctrica pesadilla
para la comarca de Abona
de ENDESA origen,
que ni una multa abona
sin que un político se queje,
y que no remedia ni la Virgen
de Candelaria,
a quien elevo esta mi plegaria
para que todos escapemos,
los listos y los memos,
o sea, los del PSOE y Podemos,
y en esta isla del tesoro,
a la que tanto adoro,
no haya brotes de malaria,
que es lo que nos faltaba
en Nivaria
para arruinar del todo,
de la punta del pie al codo,
a esta tierra de sol y lava.