A Fernando Sánchez Dragó
El espejo azabache
de tus ojos en el negro cristal
formó doble remache
para bien forjar el mal
con un resultado que hoy es fatal.
Pues no se ha conocido
nadie tan de sí mismo enamorado
from Narciso nacido
que el pívot fracasado,
el líder echado ahora alienado.
Y como en el retrato
de Dorian Grey la onerosa factura
que debe este insensato
será rémora dura
durante más de una legislatura.
Ya que has mentido tanto
como daño has causado con tus trolas
que igualas al amianto
y a las que no controlas
cual incontenibles y crueles olas.
Vender el alma al diablo
trae estas incómodas consecuencias
que de tu tesis ni hablo
ni de otras indecencias
que salpican a tus tres presidencias.
A Franco de la tumba
sacaste y aún no contento con eso
como te va la rumba
la alianza de progreso
inventas y así nos la das con queso.
Pero al no ser un genio
lo que te sale es un perfecto bodrio,
un chiste de Eugenio,
indigno del elogio
y sí hábil en resembrar el odio.
Y como todo necio
que su inteligencia en mucho valora
a la ley pone precio,
al Coletas da la hora
y a la tibia oposición acalora.
Rodeado por ineptos,
alcornoques, floreros y enchufados,
lanzóse a por adeptos
y adictos aferrados
a sueldos, dietas y gastos pagados.
Que a fin de comandar
te vale cualquier oportuno apoyo
con que puedas fardar
y largarnos el rollo
aunque a todos nos entierres en hoyo.
Ahora en casas de empeños
se han convertido algunos ministerios
para crear pedigüeños
y en apuros muy serios
meternos sin tino y buenos criterios.
Y en dos meses pasamos
de ser de América la madre patria
a serviles mucamos
de la asquerosa escoria
ruin, bolivariana y parasitaria
que entra en cuarenta bultos
por Barajas gracias al maletero
Ábalos, quien ocultos
los lleva por dinero
para oprobio nuestro en el mundo entero.
Y llegó el virus chino
mientras negociabas con El Chistorra
te importaba un comino
llenarle al payés la gorra
y que nos marchásemos a la porra.
La crisis sanitaria
junto al riguroso confinamiento
reveló una precaria
red de sostenimiento
público de todo el funcionamiento.
Sin salud, sin trabajo,
sin industria y sin pelas del turismo,
nos vamos al carajo,
pero te da lo mismo
que nuestro país se alongue al abismo.
Mas a Europa parné
reclamas con impúdico descaro
sin sopesar, nené,
que las cifras del paro
auguran un futuro nada claro.
Y ya que a chiringuitos
eres dado como pésimo gestor
borra flautas y pitos
del informe auditor
que te cae expediente sancionador.
Y tu rostro tan duro
esboza esa kitsch sonrisa lobuna
de “aqueste mal os curo
que toda una fortuna
a Windows he dado por la vacuna”.
¿Pero qué te crees, coño?
¿Qué todos somos como tú, simplones?
¿Qué crees que habrá en otoño?
Vuelves de vacaciones
tras tocarte unos días los cojones
que la verdad sea dicha:
en el fondo te importa todo un bledo;
para nuestra desdicha
eres bufo remedo
y de la Historia exabrupto y cruel pedo.