Quien abandona la libertad para ganar seguridad, acabará perdiendo las dos
Benjamin Franklin
En estos tiempos duros
hiere la neutralidad de los puros
que en prudente distancia
observan con neutral equidistancia
la vuelta de la España
abierta en dos su entraña.
A muchos nos extraña
esta absurda arrogancia,
este ardid, esta maña
de esconder la testuz
cual cobarde avestruz
feliz en su ignorancia.
En la actual circunstancia
tal gris indiferencia
se traduce en ganancia
para quien aprovecha la injerencia
tolerada por la común vagancia
hermana de la incivil negligencia.
Pues la incívica holganza
resulta ruin pitanza
para tantos de esos falsos patriotas
que nos toman por tremendos idiotas
bien atrapados en las telarañas
de sus gruesas patrañas.
Qué poca inteligencia
la del que muestra insensata indulgencia
con quienes con necia y burda constancia
sin ninguna clemencia
nos condenan a la horrible paciencia
de una pobreza rancia.
Hay que tenerla de cemento armado
y mirar a otro lado
mientras acatas con resignación
servil este desgobierno modorro,
enemigo del ahorro,
que enfrenta y vil subyuga a la nación.
Qué quevedesco el cuesco
de tanto acongojonado trasero
medido por el más bajo rasero
que rinde soez tributo en arabesco
a esta hez: imperio del miedo y del pedo
es del soviético tedio remedo.