Yo conozco una vecina
que por oficina
tiene una consulta de lo más fina
donde su doctor recetaba aspirina
a los viejos del asilo y morfina
durante el confinamiento,
lo que les supuso un seguro enterramiento.
Y ahora que ha llegado la vacuna
la enfermera las pone de una
en una a los viejos y las viejas
sin que haya protestas ni quejas.
Es un caso singular
la enfermera pizpireta,
está feliz de verdad.
La enfermera pizpireta
ha puesto una dosis, ha puesto dos, ha puesto tres.
La enfermera pizpireta
ha puesto cuatro, ha puesto cinco, ha puesto seis.
La enfermera pizpireta
ha puesto siete, ha puesto ocho, ha puesto nueve…
¿Dónde está esa enfermerita?
Déjala a la pobrecita,
déjala que ponga diez.
Con un poco de azúcar ese fármaco que os dan,
la vacuna pasará mejor
si en ella hay un poco de dulzor.
Esa inyección que os dan satisfechos tomaréis.
Construye el ministro su hogar,
sin tregua y con afán lo veis
sus dietas y comisiones blanquear
y su dinero va de Madrid a Madagascar
y su abnegada labor conviene ensalzar
para que no te obliguen a vacunar.
Con un poco de azúcar ese fármaco que os dan,
la vacuna pasará mejor
si en ella hay un poco de dulzor.
Esa inyección que os dan satisfechos tomaréis.
Lleva la abeja a su panal
el dulce néctar de la flor
pero siempre vuela y vuela con tesón
porque una gota de elixir
en cada flor se guarda al fin
como el comisionista afín
ingresa su coima de uno a otro confín
y brinca alegre cual delfín
en el tanque del Loro Parque
sin temor a que nadie lo aparque
y lo deje en tierra y sin embarque.
Con un poco de azúcar ese fármaco que os dan,
la vacuna pasará mejor
si en ella hay un poco de dulzor.
Esa inyección que os dan satisfechos tomaréis
y a la vez os felicitaréis
de que la enfermera pizpireta
os la ponga a cambio de una piruleta.
La enfermera pizpireta
ha puesto una dosis, ha puesto dos, ha puesto tres.
La enfermera pizpireta
ha puesto cuatro, ha puesto cinco, ha puesto seis.
La enfermera pizpireta
ha puesto siete, ha puesto ocho, ha puesto nueve…
¿Dónde está esa enfermerita?
Déjala a la pobrecita,
déjala que ponga diez.