«¡Ah de la vida!»… ¿Nadie me responde?
Aquí de los antaños que he vivido
la fortuna mis tiempos ha mordido
como la de Banesto Mario Conde.
¡Que sin poder saber cómo ni adónde
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no nos ronde.
Ayer se fue; mañana no ha llegado;
Hoy se está yendo sin parar un puto
año que fue y no será y hoy es cansado.
En el hoy y mañana y ayer, junto
pañales y mortaja, y han quedado
infinitas procesiones de difunto.
*
¡Cómo de entre mis manos te resbalas,
oh, cómo te deslizas, edad mía!
¡Qué mudos pasos traes, oh COVID fría,
pues con callado pie todo lo igualas!
Feroz, de tierra el débil muro escalas
en quien lozana juventud se fía;
mas ya mi corazón del postrer día
atiende el vuelo, sin mirar las alas.
¡Oh condición mortal! ¡Oh triste suerte!
¡Que no puedo querer vivir mañana
sin la pensión de procurar mi muerte!
Cualquier instante de la vida humana
es nueva ejecución, con que me advierte
cuán frágil es, cuán mísera, cuán vana.
*
Vivir es caminar breve jornada,
y muerte viva es, Illa, nuestra vida:
ayer al frágil cuerpo amanecida,
cada instante en el cuerpo sepultada.
Nada, que siendo, es poco, y será nada
en poco tiempo, que ambiciosa olvida;
pues de la vanidad mal persuadida
anhela duración, tierra animada.
Llevada de engañoso pensamiento,
y de esperanza burladora y ciega,
tropezará en el mismo monumento,
cual Simón, divertido, el mar navega,
y sin moverse vuela con el viento,
y, antes que piense en retractarse, niega.
*
Todo tras sí lo lleva el año breve
del virus mortal, burlando el brío
de aquel valiente con el mármol frío
que contra el SARS-COV-2 su dureza atreve.
Antes que sepa andar el pie se mueve
camino de la muerte, donde envío
mi vida oscura: pobre y turbio río
que negro mar con altas ondas bebe.
Todo corto momento es paso largo,
que doy a mi pesar en tal jornada,
ya que la muerte cobra a plazo fijo.
Breve suspiro, y último y amargo
es la muerte forzosa y eutanada;
mas si es ley, y no pena, ¿qué me aflijo?
*
Fue sueño ayer, mañana será tierra:
poco antes nada, y poco después humo.
¡Y destino ambiciones! y presumo
apenas punto al cerco que me cierra.
Grave combate de importuna guerra,
Sanidad es hoy un peligro sumo
por no hablar del ministro de Consumo
cuya necedad toda idea entierra.
Ya no es ayer, mañana no ha llegado,
hoy pasa, y es, y fue, con movimiento
que a la muerte me lleva despeñado.
Azadas son la hora y el momento
que a jornal de mi pena y mi cuidado
causan en mi vivir un cruel tormento.
*
¿Qué otra cosa es verdad sino pobreza
en esta vida frágil y liviana?
Dos embustes de la republicana
causa son la común honra y riqueza.
El poder, que ni es gratis, ni tropieza,
en horas fugitivas las devana:
y en errado anhelar siempre tirana
toda ambición socava su flaqueza.
Vive muerte callada y divertida
la vida misma: la salud es guerra
de su propio alimento combatida.
¡Oh, cuánto inadvertido el hombre yerra,
que en tierra teme que caerá la vida
sin ver que en vida cae sobre él la tierra!
*
Deja la veste blanca desceñida,
pues la visten los años a tus sienes
y los setenta, que vividos tienes,
no los culpes por cuatro o seis de vida.
Dejar es prevención de la partida;
es locura inmortal el juntar bienes
y que caduco la ambición estrenes;
sed que se enciende y crece socorrida.
Doy que alcanzas el puesto que deseas,
y que, escondido en polvo cortesano,
las pretendientes sumisiones creas;
pues sé bien que no verás en tu mano
los dones y los aumentos que granjeas
y obtendrás una patada en el ano.
*
Huye sin poder leerse lento El Día;
y la hora secreta y recatada
con silencio se acerca, y despreciada
lleva tras sí la edad lozana mía.
La vida nueva, que en niñez ardía,
la juventud robusta y engañada,
en el postrer invierno sepultada
yace entre china sombra y nieve fría.
No sentí resbalar mudos los años:
hoy los lloro pasados, y los veo
riyendo de mis lágrimas y daños.
Y como el Minotauro debe a Teseo
la vida muchos deben a los engaños
de este infausto Gobierno al que no creo.
*
Ya formidable e ilusionado suena
dentro del corazón el postrer día
de este año veinte de negra aura y fría
llama de horror, temor y sombras llena.
Si agradable descanso, paz serena,
la suerte en forma de dolor envía,
señas da de su escasa cortesía:
más tiene de malicia que de pena.
¿Qué pretende el espanto desatado
en China para el año que ahora viene
después de las miserias que ha causado?
Llegue avisado el 21 que bien previene
quien evita mal mayor vacunado
e impide el morir quien solo vida tiene,
y que al líder de sí enamorado
al fin alguien con coraje le frene
y nos libre de un ser vil y alienado.
Martelero
Siempre que estas vivo hay un mañana… mmmm creo que simpre norrrr, habrá un día que estás vivo y mañana ya no lo estarás, eso sí, será para toda la eternidad. Así que ya sabes, Galva, aprovecha…
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GALVA
Bueno…
Siempre que estas vivo hay un mañana; y solo por eso merece la pena ver lo que pasa…
Feliz TODO….
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