Cuántas noches vagando
por mil probetas sin fin,
cuántas noches callando
cuánto te quise decir.
Una profunda esperanza
y un eco lejano me hablaba de ti, Xi Jinping.
Desde que me liberaste, ya no vivo callando,
vivo mutando,
vivo matando,
y solo quiero que me digas qué está pasando,
que estoy temblando de volver junto a ti.
Desde que me liberaste, ya no vivo llorando,
vivo mutando,
vivo matando,
y me pregunto que tu amor hasta cuándo
podré guardarlo muy dentro de mí.
Desde que me liberaste, ya no vivo acallando,
vivo mutando,
vivo matando,
y solo quiero que me digas qué está pasando,
que estoy temblando de volver junto a ti.
Desde que me liberaste, ya no vivo susurrando,
vivo mutando,
vivo matando,
y solo me pregunto que tu amor hasta cuándo
podré guardarlo muy dentro de mí.
Desde que me liberaste, ya no vivo musitando,
vivo mutando,
vivo matando,
y quiero que me digas qué está pasando,
que estoy temblando de volver junto a ti,
que estoy temblando de volver junto a ti,
que estoy temblando de volver junto a ti,
mi Xi Jinping.