A Carlos García Berlanga, Nacho Canut y Olvido Gara
Haces muy mal en elevar la previsión,
en aplastar nuestra ambición.
Tú sigue así y ya verás,
miro el reloj mucho más tarde que ayer,
te creería otra vez
y no lo haré, no lo haré.
Dónde está nuestro error sin solución.
¿Fuiste tú la culpable o lo fui yo?
Ni tú, ni Nadia, nadie pueden convencerme.
Mil demonios golpean mi corazón,
qué difícil es pedir perdón:
ni tú, ni Nadia, nadie pueden convencerme.
Vete de aquí, no nos supiste entender,
yo solo pienso en tu hiel,
no es necesario mentir.
Qué fácil es atormentarse después
pero os sobreviviré.
Sé que podré, os sobreviviré.
Dónde está nuestro error sin solución.
¿Fuiste tú la culpable o lo fui yo?
Ni tú, ni Nadia, nadie pueden convencerme.
Mil demonios golpean mi corazón,
qué difícil es pedir perdón:
ni tú, ni Nadia, nadie pueden convencerme.
Mil demonios golpean mi corazón,
y ahora encima viene la Omicrón:
ni tú, ni Nadia, nadie pueden convencerme.
Dónde está nuestro error sin solución.
¿Fuiste tú la culpable o lo fui yo?
Ni tú, ni Nadia, nadie pueden convencerme.
Mil demonios golpean mi corazón,
y ahora encima viene la Omicrón:
ni tú, ni Nadia, nadie pueden convencerme.
Y además la gente te señala,
te apunta con el dedo,
susurra a tus espaldas
y a ti te importa un bledo.
Que más te da
si eres distinta a ellos,
no eres de nadie,
ya no tienes dueño.
Ya sé que te critican,
te consta que te odian,
la envidia les corroe,
tu napia les agobia.
¿Por qué será?
Solo tú tienes la culpa,
tu desvergüenza les insulta.
Tu destino no es el que tú decides,
no es el que elijes para ti.
¿A quién le importa lo que tú hagas?
¿A quién le importa lo que tú digas?
Eres así, así seguirás, nunca cambiarás.
¿A quién le importa lo que tú hagas?
¿A quién le importa lo que tú digas?
Eres así, inepta seguirás, nunca cambiarás.
Pero la culpa es nuestra
por votar a gente siniestra.
Ya es demasiado tarde
para arreglar nada ahora.
Tú y tu tropa os mantendréis
a nuestra costa en vuestras posiciones
firmes en vuestras convicciones
que son la ruina de nuestras posesiones.
Tu destino no es el que tú decides:
es el que elegiremos para ti.
¿A quién le importa lo que tú hagas?
¿A quién le importa lo que tú digas?
Eres así, cretina seguirás, nunca cambiarás.
¿A quién le importa lo que tú hagas?
¿A quién le importa lo que tú digas?
Eres así, inútil seguirás, nunca cambiarás.
