Aunque verte tan mal dé sentimiento,
créeme, Pablo, bajel escorado,
sueño frustrado, líder acabado,
proyecto fracasado y desahuciado,
pPPepPPerrito de y por Aznar mimado,
tu adiós huele tanto a cuerno quemado
qué falso suena tu arrepentimiento.
Tuyo entero es todo el merecimiento
de dejar ahora muerto y enterrado,
más que finiquitado y liquidado,
al partido al que habéis desbaratado
junto a tu amigo, a cual más sembrado,
y ambos salís con el culo cagado
y pateado y el hondo remordimiento
que propio le es al Judas carroñero,
perezoso, desleal y traicionero,
ruin, cobarde, presa de desvarío,
que confunde el cariño verdadero
con el vil poder y el sucio dinero
que te ofrece con mañas de trilero
tu enemigo, tu rival, tu adversario,
cruel siervo del lobby globalitario,
que hoy a tu cadáver echa el incensario:
lo peor de lo peor del mundo entero.