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El callejón
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¡Oh, Carolina!

[Aviso para navegantes despistados: quien espere encontrar en estos horripios una broma amable o una burla benévola yerra por completo. Esta sátira nace de la rabia y de la indignación. Quien no entienda que los hechos son sagrados y las opiniones libres que no siga leyendo]

La ministra Carolina

no tiene edad para estudiar Medicina

aunque al doctor Simón está ignorando

y de él nadie se esté acordando

y el virus lleve más de dos años matando

y farmacéuticas y políticos sigan robando,

a la OMS rogando y con la PCR dando

y el IPC por las nubes volando.

El fin de los tiempos es Sánchez al mando

y la UE y la CEOE ambas sobre nos cagando

y encima de nos se están descojonando

y legando una Europa que es la ruina,

pequeña, diminuta, ínfima Carolina.

Vete, por favor,

que bien nos maltratas

como si fuéramos ratas

primero de laboratorio

y luego polvo de crematorio.

No nos eches tu hiel,

no nos arranques la piel.

Carolina, lárgate de una vez

o al final terminarás ante el juez.

No queda en la ciudad esquina

tras la que uno se pueda esconder:

aparece un inepto adepto a Carolina

con algún tipo de interés

en el mercado de estas medicinas (?)

que se administran de forma frugal,

en vial cutáneo, vía oral o anal

y con propósito subliminal.

Esto es el principio del final.

El diablo está en tu vida

y nunca fue el virus del SIDA:

es el tráfico de esta medicina

que a la gente vuelve imbécil supina.

Ay, pobre de ti, Carolina,

ashiaga cretina,

morena menina,

lacaya meshquina

de una cashta porshina

que inyecta simvashtatina

como si fuera penishilina.

Vete, por favor,

que ya es un clamor,

que todo es un camelo,

una tomadura de pelo

para tontos como los del culo pelos

y así poder esclavizar a lelos

a vuestros miedos

de mierda que son como los pedos

a la mismísima caca

mientras cantáis riqui raca

a la tremenda idiotez

y a la honda gilipollez

que mucho os ha enriquecido

a demasiado malnacido.

Carolina, por tu bien,

que como tú hay cien

y no valen ni para Vitaldent:

¿por qué no os vais a tomar vent?

No os riais más de nosotros,

no nos toméis por zarrapastrosos;

no nos arranquéis la piel

con vuestra hiel de grey infiel,

que tú y los demás estáis por la pasta

y nos seguiréis expoliando hasta

que la mayoría digamos basta

y os echemos como quien se quita una bosta

e intenta empezar de cero a posta.

Carolina, lárgate de una vez

o al final terminarás ante el juez

como toda la hez

de la que formas parte

ya que quien parte y reparte,

como tú, se queda la mejor parte.

Que los muertos muertos son

diga lo que diga el cursi de Anson-

que no sabéis ni cuántos son

ni os interesa la letra de ese son

que será para siempre vuestro blasón

porque ellos ni votan ni ya nada son

un fue, y un no será, y sueño frustrado

gracias a vuestro letal gestionado

que deja atrás un país ruin y arruinado

y a la ruindad cómplice de Pablo Cagado,

hoy juguete roto, olvidado,

pobre, desgraciado, aciago

adalid de un PP vago,

sucio e inútil cual meconio

y muleta eficaz de Antonio

mientras de nos se aleja Argelia,

troleando al Sanchinflas,

abyecto sujeto objeto de chuflas,

y a su sucesor, el hijo bobo de doña Rogelia.

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