En los tiempos que corren no es sencillo debatir racionalmente. Y sin debate racional es difícil entender las razones que puedan asistir al otro y compartir espacios de acuerdo y concordia. Jordi Amat, desde el diario El País, ha tachado de “trumpistas” e iliberales a casi un centenar de asociaciones cívicas, plurales, de diferentes sensibilidades y con diferentes fines que, unidas por la preocupación y el rechazo a la deriva política de España, han convocado este 21 de enero una manifestación en Cibeles en defensa de España, de la democracia y de la Constitución. No ha utilizado sus líneas para rebatir sus argumentos, sino para formular un ataque ad hominem destinado a ampliar la sima emocional entre ciudadanos, tratando de convertirnos en grupos separados y estancos que comparten un espacio, pero viven en mundos diferentes.
Las asociaciones convocantes aspiran a una España unida y próspera, donde impere la ley, la separación de poderes y podamos disfrutar de instituciones independientes, esenciales para el juego de equilibrios y contrapesos democráticos. Denuncian públicamente que se están colonizando partidistamente organismos e instituciones, desde el Tribunal Constitucional hasta la Fiscalía General del Estado, pasando por el CIS y por otros muchos. Condenan que el Código penal se diseñe a medida de sus transgresores, que se indulte a los sediciosos o que los presos de ETA salgan a la calle por la puerta de atrás. Se oponen a que Pedro Sánchez, a pesar de sus promesas electorales, sostenga su presidencia en el populismo, en el secesionismo y en los herederos del frente político de ETA. Advierten de que estamos ante un plan de largo alcance que permanece oculto a los españoles y que avanza hacia una mutación constitucional por cauces ajenos a sus mecanismos de reforma y, finalmente, alertan de que esta sucesión de acontecimientos está deteriorando nuestra democracia, debilitando nuestro Estado y erosionando España.
Éstos son los motivos que les empujan a convocar una gran manifestación que muestre que hay una parte importante de la sociedad que rechaza frontalmente esta deriva y está dispuesta a defender democráticamente los valores de la Constitución.
Son denuncias, protestas y objetivos no sólo evidentemente legítimos, alejados de cualquier visión trumpista o iliberal, sino compartidos por una parte muy importante de la población de cuyas sólidas convicciones democráticas no se puede dudar. Jordi Amat y quienes reproducen calificativos gruesos y vacíos saben que éste es el discurso de la democracia liberal, pero su hostilidad y sus descalificaciones no pretenden describir argumentalmente la realidad, sino desfigurar al adversario impidiendo la comunicación y el acuerdo entre diferentes. En definitiva, pretenden impedir que ciudadanos plurales podamos coincidir en una gran manifestación cívica defendiendo no la izquierda, la derecha o el centro, sino lo esencial para una España democrática, unida y próspera.
Firmado: Fernando Savater, Fernando G. Capelo, Alejo Vidal–Quadras, Rosa Díez, Félix Ovejero, Andrés Trapiello, Albert Boadella, Inma Castilla de Cortázar, Iñaki Arteta, Miguel H Otero, Antonio Ledezma, Marcos de Quinto, Chencho Arias, Mariano Gomá, Alicia Delibes, María San Gil, Jaime Mayor Oreja, Ramón Quesada, Nieves G Coronado, Fernando Mut, Esther Alfonso, Nacho Trillo de A, Manuela Rubio, Luis M Villa, Francisco Gálvez, Mariano Sanvicente, Mónica Lejarreta, Carlos de A. Garzarán, Juan Francisco Sánchez, Aguasanta Leal, Miguel Cornejo y miles de ciudadanos más representados en el Foro Libertad y Alternativa (L&A), Foro España Cívica, Unión 78, Libres e Iguales, NEOS, CCC, S’ha Acabat, Impulso Ciudadano y un centenar de asociaciones ciudadanas de toda España y de hispanoamericanos en el exilio.
Cualquiera
Malas personas todos, fascistas, solo creen en la democracia cuando tiene todos resortes de poder.
El Sr Amaro, un impresentable, el primer populista, que no cree en la Constitución.
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GALVA
Es la primera generación de políticos, desde la dictadura, que dice abiertamente que al PODER EJECUTIVO le ha de dar sesgo político al PODER JUDICIAL…
Una panda de miserables.
Según Norberto Bobbio, la mayor plaga de las democracias occidentales…
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Pilar_
Si, diseñado o no, hemos llegado al punto exacto de polarización, de ver a priori en el diferente a nosotros un enemigo a combatir, un objetivo donde aliviar la ira producida por el miedo y la desconfianza. No se estimula el debate, no gana la razón porque la razón es liquidar al contrario, que ganen nuestras vísceras, entre ellas ese corazón sucio pintado de rojo, protagonista expresión grafica de nuestras relaciones.
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