Sumar. Restar.
Sumar. ¡Sólo mamar!
¿Por qué me enseñaste, padre,
a no trabajar?
¿Por qué te empeñaste
en que el pan ganase sin sudar,
sin dudar que otros han de currar
para de pasta mis cuentas llenar?
En sueños la gente cabreada
me tira a la mar emputada;
y yo quisiera despertar.
Padre, ¿por qué me afiliaste
a gandulear? Gimiendo por criticar
a los que por su mano lograr
riqueza obtienen mientras digo este lamento:
¡Ay, quien fuera cuña de otra madera
y así pudiese gritar al viento:
necios, gandules, a sudar a la cantera!