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El callejón
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La lista de la embestidura

En memoria de María Jiménez, torbellino incandescente, fuego iracundo, pasión sin pudor

En un cuarto de folio

cabe la lista de la compra y esta canción,

que es un cupón

casi de racionamiento

de esta sociedad sin pensamiento.

Con el atún en aceite vegetal

que en oliva es el Santo Grial.

¡Vaya precios de astracán!

Una mano pide al cielo

que no suba el hielo

y la otra en la cesta del pan.

Hay carne con tendones de grasa

y ganas de llorar al llegar a casa:

muchos, hartos de rebuscar

ofertas que son de risa

como el diario de PRISA,

que es empezar a leer y no parar

de sentir ganas de defecar

ante la glorificación de SUMAR.

Que así es el modelo sanchista:

subsidios a la carta

y cambiar la pancarta

por un nuevo Carpanta

con un apetito que espanta.

Tú que te crees tan guapa y tan lista,

tú que crees que te mereces

ser princesa o cupletista, ¡tú!

Me dejas por completo helado,

como a Garamendi, alelado,

y por ti el mundo me parece

mucho más infame,

mucho más inhumano,

un planeta lleno de paro.

Tú que te crees tan guapa y tan lista,

tú que crees que te mereces

ser princesa o cupletista, ¡tú!

Me dejas por completo helado,

como a Garamendi, alelado,

y por ti el mundo me parece

mucho más infame,

mucho más inhumano,

un planeta lleno de paro.

Tú, Yolipoli, tú…

¡Qué bonito es el poder!

Tú, que solo sabes perder

y presumes de defender

a los mismos que vas a joder.

Aunque los engañes,

aunque mentiras apañes

y a unos, otras y otres apuñales

desde que llevabas pañales,

no me digas que no,

mona, que no soy tu mono,

que eres un chiste de Tono,

pero malo, romo e icono

de un mundo que es tan redondo

como un pesebre hediondo

donde nos robáis hasta el aliento,

cosa que con amargura siento.

Que muchos están perdiendo la cordura

a causa de vuestra cara dura:

que no habéis traído sino dolor,

odio, ruina y resquemor.

Tú que te crees tan guapa y tan lista,

tú que crees que te mereces

ser princesa o cupletista, ¡tú!

Me dejas por completo helado,

como a Garamendi, alelado,

y por ti el mundo me parece

mucho más infame,

mucho más inhumano,

un planeta lleno de paro.

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