Dedicado con cariño, respeto y sincera admiración a Los Sabandeños en general y a Elfidio Alonso y Julio Fajardo en particular
Miguelito, Miguelito,
cuatro huesos enterrados,
y después de cinco siglos
te quieren poner sentado,
te quieren poner sentado,
te quieren poner sentado,
Miguelito, Miguelito,
cuatro huesos enterrados.
A don Miguel de Cervantes,
lisiado en Lepanto,
lo han querido encontrar,
por piratas secuestrado,
a don Miguel de Cervantes,
desventurado hombre honrado,
lo han querido encontrar,
y que con la mano rota, rota, rota,
escribió grandes prodigios el nota, el nota, el nota,
y en la empresa un dineral
se han gastado sin tino,
que sin tino se han gastado
¡ay, qué descaro, qué despilfarro!
en la empresa un dineral.
A don Miguel de Cervantes
lo quieren desenterrar
para mostrar sus canillas
en la Puerta de Alcalá,
en la Puerta de Alcalá,
en la Puerta de Alcalá,
a don Miguel de Cervantes
lo quieren desenterrar.
Miguelito, Migue, Migue, Miguelito,
Miguelito, Migue, Migue, Miguelá,
qué demonios tienes, Miguelito, tú,
que ni la doctora Brennan sabe dónde coño estás,
que ni la doctora Brennan sabe dónde coño estás,
que ni la doctora Brennan sabe dónde coño estás,
Miguelito, Migue, Migue, Miguelito,
Miguelito, Migue, Migue, Miguelá.
¡Fres… tón!
arodriguez
¡Al mismísimo Cervantes le habría encantado esta isa parrandera!
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pevalqui
José Amaro, permíteme que te hable en el lenguaje de los alumnos, de los jóvenes de hoy: "Eres una pasada, tío". Muy bueno. De verdad.
Hasta luego.
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