Toma Kamala, qué mala, toma Kamala,
toma Kamala, qué mala, quema a Kamala
por mala, toma Kamala, qué mala, toma Kamala.
Quema a Kamala, la mala, quémala toda, toda quemada
por Torquemada, pobre Kamala, pobre acabada
sin empezar, que la mano ya fue por otros jugada,
que llevas dos años ninguneada porque no vales nada
para quienes ahora te sacan con tu pinta de enajenada
cuya suerte a nadie importa pues carta marcada
eres para los que la partida tienen ganada
gane el que gane, por poco, por tongo o por goleada.
Nunca debiste seguir al viejo ni a su grey malvada
y él, en su ocaso, acaso te utiliza como envenenada
andanada para el falso profeta y líder de esta bandada
de buitres globalitarios que te eligen su hada
para ver si les arreglas tan tremenda cagada
de cuatro años de deuda y de gestión mal gastada;
que el viejo te deja una América rota y quebrada
y esto no lo arregla ni el médico chino ni Ada
Colau, que aquí no pinta nada pero no es licenciada;
le faltaron treinta créditos y le sobró tiempo entregada
a causas de una izquierda, como la tuya, comprada,
abyecta, falsa, ciega e inútil como una polla vendada.
Un consejo, te doy, querida Kamala, engañada,
ignorada, despreciada, desquiciada y hoy encumbrada:
huye, escapa, vuelve a tu vida anterior, no seas desgraciada,
que serás muñeca de trapo de gente muy desalmada
y te usarán como ropa usada o en Primark comprada.