De un lugar de La Mancha el personaje
ilustre de este gran drama procede
y él, que es barón sin mancha, jamás cede
a la burla, al enjuague y al ultraje
aunque de muy arriba venga el chantaje
que a biscotto y acuerdo quemado hiede,
que a él solo Dios ordenarle puede
ya que Page del Altísimo es paje.
Amo y señor de la urbe toledana
siempre hace cuanto le da la real gana
pero su disidencia en el partido
atruena en el aire comprimido
de pedo de ratón en la gatera
que perplejo sufre la cagalera.