Ay, Lobato, jabato,
no duraste ni un rato,
pazguato sin recato
y líder pacato,
haz hecho el mentecato
y ni el cascabel
a la maléfica Isabel
fuiste capaz de poner
porque querer no es poder
y tu querías ser
héroe que a la loca hiciera caer
mas no llegaste y sí a ceder
el puesto a otro guanajato
con esa voz tuya de pato
a quien ha echado el aparato
controlado por la familia Potato,
y ahora te lames tus heridas de gato.
Ay, Lobato, ¿do está tu arrebato?
¿Do tu honor, tu gloria, tu alegato?
Los tuyos solo suyos mean hoy sobre tu retrato.